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Viaje de Egeria: Llegada al Sinaí – Sepulcro de Job

Hola a todas y todos, retomamos la lectura en el Club de Lectura "Alonso Quijano", y lo hacemos con un librito insólito: Viaje de Egeria, el primer libro hispánico de viaje, y también el primer libro de autora hispana conocida. Pero antes de meternos en harina, como es habitual cada vez que empezamos libro, unas cuantas recomendaciones prácticas: 

  • En primer lugar hablemos del libro. En mi caso voy a leer la edición de Carlos Pascual en la editorial "Línea del Horizonte". Comprobad que vuestras ediciones (sean críticas o no) no sean adaptaciones, tengan el texto completo y lo más cuidado posible.
  • En segundo lugar una cuestión de ritmo. Esta semana os propongo la lectura de unas 35 páginas. Creo que la lectura no es complicada, es más, cuando nos metamos de lleno en el libro este estará terminando...
  • Los comentarios. Al igual que en los clubes de lectura presenciales estos clubes de lectura virtuales se nutren de vuestras aportaciones. Sentíos libres para comentar lo que os apetezca: lo que os haya sugerido el texto, algún detalle, alguna reflexión, algo al hilo de lo leído, dudas, cuestiones sobre el estilo o la estructura, curiosidades, lo que os ha provocado, otras lecturas que os recuerde... en fin, lo que queráis. Los comentarios no están moderados, pero sólo podemos hacerlos (y leerlos) los participantes del club de lectura.
  • Ah, una última cosa, os rogaría que incluyerais una imagen en vuestra cuenta (una foto de perfil), no hace falta que seáis vosotros, vosotras, pero es que si no todos los perfiles salen con la misma imagen por defecto y resulta bastante feo (y confuso).

 

Al igual que el libro, las entradas con recomendaciones de lecturas van a ser muy breves. Vamos al lío.

 

INTRODUCCIÓN

En 1844 un estudioso italiano, Gian Francesco Gamurrini, ordenaba y rebuscaba entre los legajos de la Biblioteca de la Confraternidad de Santa María, en Arezzo. Ocurrió entonces que, entre los libros y manuscritos que andaba organizando, hubo uno que llamó su atención, se trataba de unos pergaminos en latín copiados en el siglo XI y que contenían dos textos que nada tenían que ver entre sí; el primero de ellos eran fragmentos de San Hilario de Poitiers, el otro, sin embargo, era bien curioso: se trataba de unas notas de viaje escritas, a modo de cartas, por una mujer que contaba detalles de su viaje a Tierra Santa. Tras varios años de estudio, en 1903, el benedictino Dom Mario Férotin desvelaba que estas misivas fueron escritas por Egeria, una mujer gallega del Siglo IV, para contar a sus amigas los detalles de tan extraordinario viaje. Y es de esta manera como se dio a conocer el caso de la primera escritora nacida en tierra hispana de nombre conocido, así como el relato de viajes más antiguo del que tenemos noticia escrito en nuestro país. 

Merece la pena que leáis la introducción al libro (que ocupa las 60 primeras páginas en mi edición, prácticamente la mitad del libro), pues esta lectura es bien particular y la historia, tanto del viaje, como de la autora, como del manuscrito, bien curiosa.

 

VIAJE DE EGERIA (I)

Esta semana vamos a leer desde "Llegada al Sinaí" hasta "Desde el monte Nebo", ambos incluidos (unas 35 páginas en mi edición).

Como se indica en la introducción, falta el inicio del libro, así pues comienza el viaje con la llegada de Egeria al valle del Sinaí. A pesar de esta falta entramos muy rápido en la dinámica del libro y en cómo transcurre todo el viaje: "teníamos por costumbre, siempre que llegábamos a cualquiera de los lugares que deseábamos ver, hacer allí, lo primero de todo, algunas preces; luego leer el pasaje correspondiente de nuestro ejemplar sagrado, recitar asimismo un salmo que viniese a cuento con el tema y luego de nuevo hacer un rezo" (pp. 88 y 89). Sí, Egeria y sus compañeros, van buscando las "localizaciones" de la historia bíblica. Cualquier lugar que aparezca en la Biblia es susceptible de ser visitado, y una vez en él, se reza, se lee el pasaje en el que aparece dicho lugar, y se continúa el viaje.

Seguimos haciendo este tipo de viajes, ¿verdad? Nos gusta ver los sitos donde han ocurrido hechos importantes para nosotros, muy importantes o poco importantes, per nos gusta. Baste como ejemplo el turismo desatado recientemente por los lugares en los que se ha filmado la serie "Juego de Tronos", en Guadalajara, la provincia en la que vivo, ha habido algunas anécdotas llamativas relacionadas con esto (¡y no hace mucho!). Pero ampliemos el foco: nos gusta ir a los sitios que son significativos para nosotros: el lugar donde nacimos o donde ocurrió algo importante para nuestra familia, los sitios donde se ubican leyendas o sucedidos que conocemos, el lugar donde vivió o escribió un autor o donde transcurre una historia que escribió y es importante para nosotros... Nos gusta ver la localización, el sitio donde ocurrió y, acaso, pensar que estamos más cerca de sentir lo que sintieron/vivieron los protagonistas. ¿Pensáis que es así?, ¿que conocer los lugares donde transcurren los hechos nos permite entender o vivir o sentir mejor esos hechos?

Creo también que en este libro hay también una voluntad de cargar de sentido simbólico/metafórico un paisaje, fijaos por ejemplo en pasajes como este: "Estas cimas solo se pueden conquistar a costa de ingentes esfuerzos, ya que no puedes ascender poco a poco y dando rodeos, en línea de caracol, como suele decirse, sino que tienes que subir directamente como por una pared" (p. 66). Da la idea de lo difícil que puede llegar a ser acceder a lo sagrado, a la santidad (pues de alguna manera este libro también trata de eso) en opinión de la autora. Así pues hay muchos parajes que se connotan, por lo que sucede o por lo que pueden llegar a simbolizar. ¿Qué pensáis sobre esto?, ¿es algo que decide hacer de manera consciente la autora o es más bien algo que sucede por esa necesidad que tenemos los seres humanos -los lectores y lectoras, al fin y al cabo- de llenar de significados los lugares?

En la lectura se percibe también ese sentimiento de que el mundo era inmenso, infinito, para los habitantes de aquel tiempo. Pienso que Egeria estaba en un lugar fabuloso, casi mitológico, para muchos de sus coetáneos: el sitio donde habían transcurrido historias que tan bien conocían, llenas de hechos divinos, mágicos, y también llenas de cosas asombrosas. Pero también un lugar inaccesible para muchos de cristianos de aquel tiempo, y un sitio casi en el borde del mundo conocido.

Por otro lado resulta fascinante cómo se describen los lugares por los que transcurre el viaje (apenas unas pinceladas bastan para "ver" ruinas, valles, montes, playas, ríos, desiertos... es maravilloso cómo va contando todo esta viajera. Y de la mano de esto también vamos recibiendo información de cómo se vivía y se organizaba la vida en aquellas tierras lejanísimas del Imperio Romano (ya sea entre ermitaños, ya sea en las ciudades o en los puestos de soldados). Maravilloso.

¿Qué os ha parecido a vosotras y vosotras?, ¿qué os gustaría comentar?

 

Saludos cordiales

Pep Bruno