Primera parte. La puesta en escena. Hasta el capítulo 5.
Libro que estamos comentando:
Una novela criminal
El texto con el que se inicia la novela no deja lugar a dudas sobre la intención del autor de ser sincero con sus lectores y no confundirles con la historia que van a conocer a continuación.
"ADVERTENCIA", el texto de Jorge Volpi que, a modo de prólogo, sirve de justificación de las intenciones del autor, sorprende por su sinceridad: nos vamos adentrar en una novela documental o una novela sin ficción. En ambos casos parecen términos opuestos. Es difícil imaginar una novela que no haya salido de la mente imaginativa de su autor, por lo que tal vez aclaren más términos parecidos, como novela testimonial o novela realidad.
De cualquier forma en UNA NOVELA CRIMINAL se mezcla en proporciones desiguales realidad y ficción. Abunda más la elaboración novelística utilizando hechos reales o que se supone que ocurrieron como en la novela se cuenta.
Reconoce el autor que, para contar el caso que juzga a Israel Vallarta y a Florence Cassez como supuestos integrantes de una banda de malhechores, la banda del Zodíaco, encargados de realizar secuestros exprés en el México de los primeros años 2000, ha utilizado principalmente su expediente judicial de más de 2000 hojas y 30 volúmenes, además de transcripciones de discursos, declaraciones, entrevistas, libros....
Todo ello reunido deja poco lugar a la especulación, pero en esos casos el autor reconoce también que ha utilizado la ficción de la forma más pausible que ha podido.
Antes de describir los detalles del caso convendría apuntar lo que el lector va a percibir desde los primeros capítulos: que el relato de los hechos va a servir de excusa para viajar por el lado más oscuro del sistema judicial, político y periodístico mejicano. Con esta novela documental Jorge Volpi va a realizar "la investigación que ni los jueces ni los periodistas hicieron para desenmascarar a la policía corrupta"
Diríamos que desde el principio se reconoce una cierta estructura formal de la que se va dando paulatínamente detalle. Primero conoceremos los hechos. Luego percibiremos la sospecha de que los hechos no pudieron suceder como se narraron. A la vez sabremos de las evidencias con las que se confirman las sospechas. Y finalmente corresponde al autor, a los jueces y a los lectores establecer las conclusiones.
Los crímenes de los que habla este libro son los secuestros, los "levantones", que se pusieron tristemente de moda durante el gobierno de Vicente Fox en México. Llegaron a ser tan habituales y modificaron tanto la vida diaria de las familias mejicanas que, por un lado, la sociedad se acostumbró a convivir con el crimen y, por otro, todas las familias feuron conscientes de que no estaban a salvo de sufrir esa lacra. Y hablamos de "familias" porque un secuestro necesitaba de todo el apoyo familiar, tanto económico como afectivo, para conseguir la vuelta del secuestrado entero y con vida.
A modo de ejemplo, y para conocer los detalles y como discurren estos secuestros, la novela comienza con la descripción de lo sucedido a Valeria Cheja, una joven de 18 años que fue asaltada mientras volvía a casa desde el colegio. En ese caso hubo final feliz porque la joven llegó a casa sana y salva, pero de los secuestradores nada más se supo. Hasta que a la policía le interesa justificar el éxito de su trabajo.