1ª parte. Hasta el capítulo 6
Libro que estamos comentando:
Un lugar desconocido
Tsuneo Asai se convierte en un detective improvisado, movido por una mezcla de curiosidad, inconformismo y sospecha. Su mujer acaba de fallecer de un ataque al corazón en Yoyogi, un barrio acomodado de Tokio en el que abundan los locales de citas, y él se pregunta qué hacía ella allí. No es el lugar donde se espera que una esposa de un matrimonio convencional se encuentre paseando por la calle, cuando se encuentra indispuesta y busca refugio en una pequeña tienda de perfumes antes de morir.
Asai es un funcionario de nivel medio perfectamente integrado en una burocracia que fomenta el respeto a la jerarquía profesional y el conformismo, con un trabajo que le asegura un estatus social y una situación económica modesta, pero acomodada.
Después de los trámites habituales del sepelio, Asai acude en compañía de su cuñada Miyako a agradecer a la propietaria de la tienda las atenciones que tuvo con su esposa cuando ella entró en el local y exhaló su último suspiro.
Me gustaría comentar una situación que se repite varias veces durante los actos del funeral y que, como no es común en nuestra cultura, sorprende a quienes no estamos al corriente de las costumbres niponas. En varias ocasiones, se hace referencia a los donativos monetarios que amigos y familiares, y la dueña de la perfumería "Cosméticos Takahashi" también, hacen al maridoviudo durante los actos del funeral. Deben ser cantidades significativas, porque son justamente valoradas por quienes las reciben. Este donativo se llama "koden" y consiste en una ayuda para los gastos del funeral, que en Japón supone un gasto considerable. Para saber más sobre el "koden" y los demás detalles de los funerales en este país, podéis consultar la página NIPPON.COM https://www.nippon.com/es/
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"Kiritoshi no shasei (Camino entre terraplenes hacia la colina), cuadro de Ryusei Kishida. The National Museum of Modern Art, Tokyo (MOMAT)
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La visita al barrio de Yoyogi, con grandes mansiones flanqueando calles que suben y bajan de forma abrupta por las colinas, tal como refleja un famoso cuadro de Ryusei Kishida, "Kiritoshi no shasei", al que se hace referencia en el texto para describir el antiguo aspecto del barrio, sorprende a Tsuneo Asai, cuando divisa varios hoteles con deslumbrantes neones en su fachada. No es el funcionario un hombre que desconozca la función de esos locales, lugares de encuentros discretos de varones con prostitutas en una sociedad en la que las relaciones sexuales extramatrimoniales se ocultan bajo las convenciones sociales y el miedo al escándalo.
Nos sorprende que se produzca en Tsuneo Asai, desde el principio, una asociación entre estos locales y la presencia de su mujer en ese barrio.
- ¿Piensa él que Eiko, su mujer, iba o volvía de uno de ellos?
- ¿Tal es el nivel de confianza que tenía en su esposa?
- ¿Había dado Eiko algún motivo para que su marido sospechara eso de ella?
Hasta ahora la muerte de Eiko constituye el núcleo de la novela, pero además hay bastantes detalles que aportan conocimiento y color sobre la vida y las costumbres de la sociedad japonesa de los años 70 del siglo pasado. A Seiko Matsumoto se le ha calificado como el Simenon japonés, y no me parece una comparación desacertada. En ambos predomina la investigación de un "misterio social", en este caso la que parece una muerte natural de una mujer casada, sin ningún motivo para que merezca una investigación policial o una autopsia.
Con este pretexto se reflejan las relaciones laborales y el sistema funcionarial japonés; la vida familiar; los rituales funerarios; el prestigio que proporciona el estatus laboral; el esfuerzo en el trabajo como forma de ascender en el escalafón; la estrecha relación entre funcionarios y empresarios o el respeto por la jerarquía laboral.