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2º parte. Hasta que Marina se va a la Universidad.
Libro que estamos comentando:
Un buen detective no se casa jamás
De vuelta al riurau también Zarco se sumerge en la rutina de la casa. Cae la tarde y fantasea con la partida de cartas de Amparo y Marcos tienen previsto cuando él acabe su cena. La autora hace una nueva referencia al cine, en este caso a una escena de “Viridiana”, con Paco Rabal y Silvia Pinal, junto a Margarita Lozano en el papel de Ramona, la criada fiel y desdeñada con la que juegan al tute la pareja protagonista. ¿Quiere Marta Sanz da una pista con esta mención a la película de Buñuel? ¿Será una escena que se repetirá en esta novela, con Charly en el papel de Ramona? Parece difícil, ya que Marta Sanz incluye en este trío a Ilse y con esto se impide la posibilidad de un “menage a trois”, como en la película.
Zarco deja libre su imaginación ideando escenas en la que invariablemente aparece la tía Amparo, el ama, un personaje que permanece en la sombra puesto que todavía no he hecho presencia desde que Zarco y Marina han llegado a la casa.
Una leve indisposición, que impide a Amparo unirse a las comidas, y el sigilo con el que Ilse penetra en la habitación de la enferma para ofrecerle sus cuidados despiertan las dotes profesionales del investigador y levantan suspicacias por la misteriosas ausencias de la tía Amparo.
Pero la velada continúa. Mientras Zarco y Marina juegan al Scrabble, las niñas y Charly juegan también a las muñecas, y Marcos Cambra cena en un rincón.
Es el momento para que Zarco diseccione a través de sus gestos la personalidad de los moradores del riurau. Percibe que en ese escenario Marcos, el podólogo, es el único hombre en una casa llena de mujeres y hace una referencia, otra más, a la obra de teatro “Delito en la isla de las cabras”, que justamente trata ese mismo tema, el de un hombre aislado en una casa con varias mujeres, pero de una forma bastante más truculenta.
En ese ambiente relajado, y de alguna manera familiar, el relato se suaviza, se hace más inteligible y más cómodo para el lector. Ya conocemos a todos los personajes, por lo que la narración únicamente refleja lo que sucede entre las paredes del riurau. El entorno de la casa anima a la contemplación y al disfrute. Incluso Zarco, que confiesa no estar acostumbrado a la servidumbre, goza en su fuero interno con ese ambiente refinado.
Las niñas.
No lleva Zarco ni un par de días en el riurau y ya puede hacer una afirmación como está sobre las niñas: "Papá no está y estas niñas se enamoran de todos los hombres. Erika mima y Fanny castiga". Cada una en su estilo desconciertan al huésped, y eso que este es una persona bien bragada en situaciones de amores y desamores.
El detective es protagonista en primera persona del comportamiento y la actitud de unas jovencitas que, sin ser del todo reprobables, muestran una precocidad y una procacidad incómoda, cada una en su estilo.
Nos hemos preguntado en días anteriores hasta qué punto es pública y notoria la homosexualidad de Zarco. Ya es evidente que para Marina sí lo es, pero ¿y para los demás? La respuesta inevitablemente llega enseguida en boca de la Fanny menos inocente. Todos lo saben, por lo tanto todos habían sido avisados (seguramente por Marina), aunque ya se verá que cada uno lo interpreta a su manera.
Para unos, como Ilse, será un prejuicio criticable, para otros, como Amparo, supondrá un nuevo motivo de entretenimiento. La duda que preocupaba a Zarco, sobre cómo se interpretaría su papel como invitado de Marina en esas vacaciones, se aclara enseguida. Ya no se va a esperar de él que se comporte como un candidato a ocupar el corazón de Marina.
Amparo.
Por fin, se disipan los temores sobre el estado de salud de la jefa de la familia. La tía le invita a desayunar a la mañana siguiente, en su habitación. De su charla Zarco descubre en Amparo un personaje inesperado y subyugante. A pesar de que ya Marina le había dado los detalles familiares sobre su vida y milagros, Zarco se sorprende al descubrir la personalidad tan poderosa de la señora.
Amparo es una mujer hecha a sí misma y con menos remilgos de los que se podría suponer por el dinero que atesora y por el estatus social que se le supone. Es deliciosa la charla de mesa camilla entre los dos. Enseguida Zarco se queda atrapado por la vitalidad de esa mujer, que pregunta y se ríe de sus mariconeria. Le confiesa a la tía: "Yo soy más bien maricón de orden".
Mientras Amparo despluma con la cartas a Zarco, sucede la noticia que va posiblemente a cambiar las placidas vacaciones del detective. Marina se ha ido de la casa sin avisar, y, en el corto espacio que ha pasado en la habitación de Amparo, ha ocurrido otra noticia bomba, Ilse ha despedido a Charly, por pesada, dice. ¿Han tenido algo que ver, o están relacionadas las dos salidas de la casa casi al unísono?
"Aunque Marina no esté, puedes quedarte el tiempo que quieras, Arturo", le tranquiliza Ilse.
Pero ¿cuál es la causa de la repentina huida de Marina? ¿Ha huido, como él, para escapar de un presente que le agobia? En ese aspecto los dos son iguales, piensa Zarco.
Ilse.
Si hasta ese momento la gemela de Marina se ha podido mostrar como una mujer fría y distante con él, la ausencia de la hermana les acerca de forma sorprendente. ¿Cómo, si no, se puede interpretar que le regale, por sorpresa, la presencia de Olmo en esos días de vacaciones? Arturo con la compañía de Olmo parece ser el hombre más feliz de la tierra.
Por motivos de organización no hemos podido hacer en este punto un corte en la lectura de la novela y que acabase aquí una parte en la que diviimos la novela. Tenemos que incluir en esta misma parte el comienzo del capítulo "Scrabble o El arte de la podología", en el que la narración cambia de forma drástica.
Este capítulo comienza con la voz de Ilse (ya no es Zarco), que nos relata, por lo menos en las primeras páginas, la estrecha y confusa relación entre Marina y Marcos Cambra.
Ya lo había avisado al final del capítulo anterior: "Ahora vais a conocer las razones por las que mi hermana se ha ido. Las razones por la que quizá no regresará ...
Cambia la voz y el estilo literario de la novela utilizado por Marta Sanz. Hasta ahora el escrito estaba marcado por la primera persona puesta en boca de Zarco. El estilo, como el personaje, era desordenado e impulsivo, con continuas referencias externas y con matices bastante cultos.
Ilse, por el contrario, describe con minuciosidad y muy ordenadamente lo que posiblemente sea el gran secreto de la familia, y que supongo nos será desvelado la semana próxima. Y para llegar a este punto Ilse narra con su propia voz lo que ha sido su vida en la familia y sus relaciones con todos sus allegados, su tía y Marcos, su marido; su hermana Marina y sus más cercano círculo familiar, formado por Jaume y sus hijas.