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Novelas de género (novela negra, ciencia ficción, etc.)

1º parte. Hasta el capítulo 12.

Libro que estamos comentando: 
Un bien relativo
El thriller, la novela negra o la novela policial española tiene que buscar constantemente nuevos temas y nuevos personajes que mantengan el interés de unos lectores, que creen que ya lo han leído todo en un mercado supersaturado de nuevas pueblicaciones de estos géneros.
 
Con su primera novela en España, LOS DOS LADOS, ya alcanzó cierta repercusión entre los aficionados a la novela negra y, además, presentó a una nueva pareja de detectives, los guardias civiles Blecker y Costa, dispuestos a resolver los casos que suceden alrededor del puesto donde están destinados, San Lorenzo del Escorial.
 
La teniente Karen Blecker, recién llegada a España después de pasar varios años en las oficinas de la Europol de La Haya y de dejar allí un matrimonio roto y una relación recién acabada, se encuentra en ese momento de adaptación de los recién llegados a una localidad marcada por la presencia del monumental monasterio y a lo que parece ser una plácida y rutinaria actividad de control de la actividad delictiva de la zona. Además, es invierno, por lo que la ausencia de las masas de turistas hacen más fáciles los desplazamientos e, incluso, tomarse cualquier cosa en los bares del lugar.
 
En la trilogía escrita por Teresa Cardona y protagonizada por los dos guardias civiles, el Real Sitio aparece descrito con una fidelidad excepcional: el restaurante Horizontal, el Convento de las Carmelitas Descalzas, el Arco de la Universidad, las Casas de los Oficios o el camino de Peguerinos están donde Teresa Cardona dice que están. Así que los conocedores del lugar van a reconocer fácilmente los continuos recorridos de la pareja de guardias civiles por el municipio.
 
Lo que va a alterar el periódo de adaptación de la teniente es la aparición del cadáver de una monja en uno de los caminos de la localidad. Las monjas no suelen ser, ni por su visibilidad ni por su presencia pública, protagonistas habituales de las novelas policiales, aunque, al acabar esta parte de la novela, la autopsia no ha desvelado si la muerte ha sido causada de forma violenta o fortuita.
 
Esta primera trama, ambientada en 2015, se alterna con otra situada en Madrid en 1980. Las protagonistas de esta son una familia que vive en el barrio de Carabanchel formada por un matrimonio y cinco hijos que llevan una vida marcada por las necesidades, que obligan a la madre a trabajar de limpiadora en diferentes domicilios ricos del barrio de Salamanca. El padre les somete a continuos actos de vejaciones y violencia, por lo que el trabajo de la madre es necesario para alimentar a los dos hijos y tres hijas.
 
La otra protagonista es Conchita, la hija mayor, muy buena estudiante y trabajadora, que se ve obligada a que sutituir a su madre cuando esta no puede acudir a limpiar porque se encuentra convaleciente por los golpes de su padre. Conchita no tiene más remedio que espaciar su asistencia al colegio para hacerse cargo del trabajo de su madre y el cuidado de su familia, y con más motivo cuando se enteran que su madre vuelve a estar embarazada.
 

Este nuevo embarazo convierte lo que debería ser motivo de alegría en una tragedia y describe fielmente el drama de una 
mujer que en esos años tenía que tomar una decisión si no podía tener el hijo: el aborto o la entrega en adopción.
 
Hasta 1985 el aborto era ilegal en España y, aunque ya existía algunas clínicas que lo practicaban casi en secreto, a la mayoría de las españolas les tocaba volar a Londres u otros países con un código penal más permisivo. La situación se agravaba para familias de pocos recursos, conmo la de Inmaculada y Conchita de la novela.
 
Para oos que vivimos esos años de la Transición política y la transición de las costumbres, lo que Teresa Carmona nos cuenta nos suena a real, casi a una crónica de la sordidez de una época en la que la Administración no destinaba suficientes recursos a las ayudas sociales a los más desfavorecidos.
 
Casi al final de esta parte encontramos el nexo de unión entre las dos líneas temporales de la novela, la de 1980 y la de 2015. La monja muerta en los caminos de San Lorenzo del Escorial es Sor Julia, de unos 65 años de edad, según los informes de los guardias civiles. Ella misma, 35 años antes, era la responsable de una clínica "de lo mejorcito de Madrid" que se encarga, entre otras tareas, de encontrar a familias que están dispuestas a hacerse cargo de niño no deseado.