4ª parte. Hasta el final
La muerte, o mejor, el asesinato de Tongolele. ¿Por qué le matan dos de sus subordinados, Cara de Culo y el poeta Lima?
Todo fue un complot, una operación perfectamente planeada que tuvo como objetivo deshacerse de un personaje incómodo para el régimen. Había adquirido demasiado poder y había acumulado una importante fortuna utilizando los recursos de la Administración nicaragüense para hacer y deshacer a su antojo en los negocios en los que participaba, bien de forma personal o en colaboración con su amante, Fabiola Miranda.
El disparo en la nuca fue el punto final de un plan que sólo ahora podemos entender en su totalidad.
Las filtraciones en las cartas que doña Sofía Smith subía al Twitter de Mascarita sólo podían venir del círculo más cercano de los que trabajaban en la falsa agencia de viajes con la que Tongolele controlaba el país. Lo confirmó doña Sofía. Se encontró con la Chaparra cuando está iba a entregar una nueva carta a su antigua criada. El plan tenía un elemento muy arriesgado que podía poner en peligro toda la operación: ¿y si el inspector Morales o Sofía no estaban interesados, o no sabían cómo difundir los mensajes que recibían con la imagen de V de Vendetta? Tongolele no hubiera tenido piedad con los que le habian traicionado.
Su caída en desgracia fue instantánea. Primero le relevan de su autoridad en la jefatura de los servicios secretos, después le colocan como subordinado de Leónidas para acabar con las protestas de abril de 2018 en Nicaragua. Deben observar con interés como Tongolele se coloca al frente y a cara descubierta en el desmantelamiento de las barricadas. En una de ellas, sus lugarteniente le engañan y le disparan a quemarropa, dejando su cadáver dispuesto como si hubiese sido víctima de los rebeldes.
Es una muerte más en medio de ese caos en que se convierte la jornada (no debe ocurrir todo lo que aquí se narra en más de un día) en la que los paramilitares de Leónidas arrasan con la resistencia de la barricadas y con los estudiantes que se refugian en la Universidad.
En esas operaciones también ocurren hechos tan dramáticos como el incendio de la fábrica de colchones del pastor Abraham o el asalto a las instalaciones de la parroquia del padre Pancho.
Estos hechos se relatan en un brillante informe que escribe el propio padre, dirigido al arzobispo, que incluye un relato que presenta de forma fideligna lo que allí ocurrió, separado de anotaciones personales llenas de reproches a sus superiores y de llamadas a la contundencia y brutalidad de la represión: "Y si es que parezco parcial en estos juicios, confieso sin recato que lo soy, pues mi ministerio me obliga a la parcialidad con el oprimido que gime bajo la férula del Faraón opresor". Capítulo 15.
En esta parte, como he comentado, se resuelven las distintas subtramas que se han abierto en la novela:
. Yasica Benavides, la Chaparra y su pareja, Pedrón, tienen que responder las preguntas del coronel "gordito feliz" sobre su implicación en la desvelamiento de los secretos que se iban publicando en Twitter. Confiesan que todo lo hicieron por despecho y venganza hacia su jefe Tongolele, y que lo hicieron sin recibir órdenes de nadie.
. Posteriormente los dos tienen un encuentro con el enano Manzano, el sucesor de Tongolele, en la que se desvela las verdaderas causas de la traición. La Chaparra y Pedrón se quedan con los rentables negocios de Fabiola Miranda mientras Manzano alcanza un status que anhelaba.
. El inspector Morales ha pasado todos los disturbios encerrado en la parroquia del padre Pancho, sufriendo por la muerte de su fiel amigo Serafín Manzanares, alias Rambo. La vuelta a la normalidad le tiene previsto su boda con Fanny, algo para lo que no se ve convencido. Hemos visto en esta novela a un Morales avejentado y alicaído, con poca capacidad para tomar decisiones, aunque manteniendo todavía una clarividencia importante para evaluar los acontecimientos y sus consecuencias.