Nuestros Clubes de Lectura

Literatura de viajes

Club de lectura de poesía.

Literatura juvenil

Clásicos universales

Novelas de género (novela negra, ciencia ficción, etc.)

Prosa histórica, IV

Libro que estamos comentando: 
Prosa histórica

Hola a todas y todos, seguimos navegando por este viejo y caudaloso río al que llegan afluentes de todas las historias, seguimos leyendo, una semana más, la selección de prosa histórica de Alfonso X el Sabio realizada por Benito Brancaforte.
Esta semana os propongo la lectura de las páginas 167 a la 219. Seguimos avanzando poco a poco pero ya estamos en la penúltima tanda, en unos días habremos acabado y, como veréis, algunos de los pasajes son verdaderamente deliciosos.
 
GENERAL ESTORIA II (continuación)
Continuamos con la segunda parte de la General Estoria y con uno de los pasajes que me han resultado más pesados (creo que por eso me detuve ahí la pasada semana), que es el de la glosa que hace de los versos de Seustis y de la historia del rey Cadmo (y su relación con Moisés). Este asunto lo hemos ido viendo en otras ocasiones, la necesidad de dar sentido a las historias profanas para que encajen en las "verdaderas" historias cristianas o se entiendan desde el "verdadero" significado que han de tener. Me resulta curioso en muchos casos y en algunos, como este, algo farragoso.
Luego da paso a otros capítulos magníficos, como el mito de Diana y Acteón que, en verdad, me encanta cómo está contado, me parece fascinante y muy desde la mirada del momento histórico en el que se escribió; yo, esto que dice de la "cansadez" en vez del cansancio, me ha dejado loco. Me quedo con cansadez. O también el mito de Edipo y la Spin (Esfinge) con algunos cambios con el mito tal cual nos ha llegado (como la muerte de Layo en batalla), o el descubrimiento de todo el lío por parte de Yocasta por las marcas de los pies de Edipo, o la ceguera de Edipo provocada por tanto llorar (aunque luego también se saca los ojos, claro). O el mito del Minotauro, bueno, el previo, de cómo Pasífae se enamora del toro y logra yacer con él (ojo a las diferencias: no es un castigo de Poseidón, sino vicio de Pasífae...). Pero insisto, me encanta cómo está contando: "Et acaescio que un toro llego alli a una vaca ante la reyna de guisa que lo uio ella. Et fue en tal punto que tamanna cobdicia le tomo de auer con aquel toro otro ta fecho qual le uio facer con la vaca que por poco non cayo desmemoriada en tierra." (p. 188)
Tras los mitos, que es una lectura verdaderamente gozosa, quizás también porque los conocemos nosotros, hay un pasaje de una carta de Oenone a Paris que, imagino, debía ser bastante conocida en la época (y que me fascina que esté incluida en la General Estoria, esta voluntad de contener todo, madre mía).
Luego hay unos pasajes bien curiosos (a ver si así os lo parece a vosotros) que me recordaron al Quijote dando información a Sancho antes de que partiera a la ínsula Barataria, pues aquí igual, están las normas como ha de conducirse un rey. Y bueno, hay algunas que bien nos valdría que algún rey tuviera en cuenta: "non le es dado [al rey] de matar a ninguno nin tomar de ninguno ningunt aver sin derecho. E si lo tomare, es tanto commo que lo forçase." (p. 198)
Termina esta segunda parte de la General Estoria con dos temas bien distintos.
El primero el dedicado a la magia y a las magas y magos (donde se sorprende de la sabiduría de algunas magas que superan a la de los magos, magas como Circe y Medea, por ejemplo). Esto de la magia organizada por imágenes, pociones y palabras me ha resultado curiosísimo y muy interesante, mucho.
Y el segundo, el de la historia de Tamar, hija del rey David, violada por su propio hermano Amon, que fue vengada por Absalon, bien podría ser rescatada para reescribirse como tragedia. Una historia tremenda y truculenta, menudo cierre.
 
GENERAL ESTORIA, III (inicio)
Estos primeros capítulos son un absoluto regalo, por eso he querido dejarlo aquí, en lo muy alto. Es la primera traducción al castellano del Cantar de los cantares, un texto lleno de imágenes hermosas, de deseo y de carnalidad. Una fiesta para el ojo y la piel. No hace falta que la comente, la vais a disfrutar de lo lindo. 
Recordad, hasta la página 219, lo dejamos justo donde empieza "De otro rey Leyr que ovo en aquel reyno y de sus fechos".
 
Pasad buena semana de lectura y buen paso de año.
Saludos cordiales
Pep Bruno