Pedro Páramo, y II
Hola a todas y todos. Qué lectura tan breve (y tan enorme al mismo tiempo), la pasada semana comenzábamos a pasear por Comala y esta semana terminamos (y, de alguna manera, nos quedaremos allí para siempre). Como en años pasados, tras esta semana haremos parón y retomaremos las lecturas a finales de septiembre.
LECTURA DE ESTA SEMANA
Como ya os anticipaba la pasada semana en el punto donde dejamos la lectura había un giro relevante en el libro: a partir de ahí Juan Preciado pasa a ocupar un segundo plano y desde su tumba va oyendo las distintas voces que le ayudan a recomponer fragmentos de la historia, de las historias, de su padre Pedro Páramo. La imagen de los muertos en sus nichos hablando y escuchando los lamentos y recuerdos de otros muertos es, sencillamente, deslumbrante y perturbadora.
Esta segunda parte es, creo, más cómoda de leer, en el sentido en el que ya estamos ubicados y no hay tantas sorpresas ni giros inesperados (como ocurrió en las primeras páginas). Y eso facilita la lectura y da una idea de que es algo más lineal (aunque sigue siendo fragmentaria, claro).
Quien ocupa el centro de la trama en estas páginas es Pedro Páramo y el universo de personajes e historias que viven y suceden a su alrededor: Susana, Fulgor, Miguel, el Tilcuate Damasio, Damiana... Obviamente podríamos hablar de muchos detalles y momentos (esta novela es infinita, carajo), pero me gustaría hacer referencia a dos.
Por un lado Susana con ese amor no correspondido y ese vivir "hundida entre la sepultura de sus sábanas." (p. 181), es el talón de Aquiles de Pedro, es, acaso, lo único que de verdad quería y que no logró conseguir. La historia del padre de Susana (y su desaparición), los sueños, la enfermedad, incluso la muerte de Susana San Juan es brutal: todas las campanas de Comala tocando a difuntos durante horas, durante más de un día, un gesto de dolor (y de poder) que acaba volviéndose en contra (y convirtiéndose en una fiesta). Casi es el único momento humorístico de la novela, ¿no os parece?
Por otro lado está la figura del Tilcuate Damasio que me ha llamado la atención porque de su mano entra el contexto histórico y social a la novela. En la primera parte del libro apenas había referencias al contexto histórico, vivíamos (o moríamos) en un puro infierno, en una Comala atemporal y espectral, sin embargo con la llegada de los revolucionarios llegaron las fechas y pudimos reubicar a Comala y sus habitantes en un punto temporal de la historia. Esto me llamó la atención, ¿qué os ha parecido a vosotros, a vosotras?
Por último, señalar el final del libro. A mí me ha sorprendido ese desenlace, no por inesperado, sino por desapasionado, por decirlo de alguna manera. Es que no quiero contar nada para no destriparos las últimas páginas, pero sí que me ha dejado un poco anonadado (y me ha encantado, eh, me parece el final que este libro necesitaba), ¿qué os parece a vosotras, a vosotros?
Os leo en los comentarios.
Saludos cordiales
y disfrutad de estos días de descanso.
Pep Bruno