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3 MUJERES DEL 27. Antología poética

Libro que estamos comentando: 
Mujeres del 27. Antología poética

 
3 MUJERES DEL 27. Antología poética
 
¡Buen día, estimadas y estimados ATRAPAVERSOS!
Este lunes 14 comenzamos la tercera semana de lectura de nuestras Mujeres del 27. A lo largo de estos días vamos a conocer la obra de tres autoras: Elisabeth Mulder, María Teresa Roca de Togores y Ernestina de Champourcin. Iremos de la página 211 a la 270.
 
Hoy os propongo observar un aspecto en concreto de las obras que estamos leyendo: los recursos métricos. Del mismo modo que en la lectura poética importa qué se dice, también hay que prestar atención al cómo se dice. Por tanto, esta vez vamos a detenernos en los recursos formales más relevantes, como son el tipo de composición, la rima y la medida de los versos.
 
Para ello vamos a fijarnos en los poemas de la primera poeta de esta semana, Elisabeth Mulder. Ella nos va a servir de ejemplo que luego podremos aplicar en cualquiera de las otras autoras. Esta poeta tiene un lenguaje sencillo y no emplea metáforas difíciles ni alteraciones sintácticas que nos dificulten la compresión. Iremos poema por poema:
 
Hay algo divertido en la Venus moderna, una crítica a una muchacha frívola. El poema es muy sonoro y tan rítmico que casi podríamos decir que “martillea” (o “taconea”), debido a sus acentos internos muy marcados. Además, de que el poema está formado por versos octosílabos, agrupados en estrofas regulares de seis versos, en las que se mantiene muy estable en cada una de ellas la rima aabccb.  
 
En Salutación al misterio el tono cambia totalmente con respecto al anterior poema y vemos que sus versos son más largos: eneasílabos (11 sílabas). Un metro elegante y pausado que se usa en los sonetos, por ejemplo. Y, aunque la rima entre los versos no se distribuye en la forma clásica del soneto… ¡el poema tiene 14 versos! Pudiera ser una exploración, un experimento de la autora de este tipo de composición.
 
Resulta muy interesante ver cómo el tema de un poema influye en el tono, y éste a su vez en la forma métrica empleada. Fijaos: en un tema tan ligero y cambiante como es El agua,  la poeta lo ha organizado en versos de ocho sílabas entre los que de vez en cuando “gotea” alguno de cuatro versos. Ved la ligereza que esto procura a la composición. El poema está rimado todo él, pero no mantiene una forma constante. Comprobadlo por vuestra cuenta, sentid ese fluir un tanto desordenado y alegre.
 
En La dulce música nos encontramos con un poema modernista, con un paisaje idealizado de aire un tanto antiguo. La forma elegida ha sido el soneto, pero no el clásico con versos de once sílabas, sino más ligero y popular, de versos octosílabos.
 
El siguiente poema, Roja, toda roja…, para su época tuvo que ser bastante “rompedor”, pues el solo hecho de presentar a una mujer apasionada en primera persona ya era transgredir de algún modo; fijaos la libertad métrica con la que se lo ha planteado la autora. Tiene rima, sí, pero sin orden, así como también los versos tienen una medida de sílabas irregular. Un poema bastante moderno, podríamos decir.
 
Resulta curioso ver que un tema titulado Rebeldía esté organizado de una manera tan clásica, pues es un soneto. Asimismo se encuentra un cierto contraste en el argumento: en apariencia es una oración (interpela unas cuantas veces con la palabra “Señor”), pero digamos que esa oración resulta un tanto “retórica”, pues en realidad más que religiosidad lo que se muestra es rabia y arrojo. ¿Qué os parece a vosotras-os?
 
En el siguiente tema, Soy, también se muestran inquietudes personales: en él la autora expresa la dificultad de salirse de una misma. Fijaos en la métrica, se observa libertad y un cierto caos: los versos son de diferente medida y la rima está, pero a su aire.
 
A mi juicio, El pulpo resulta perturbador. Si lo leemos como una mera anécdota, el relato de un sueño, el tema parece un tanto pesado o intrascendente. Pero si lo transponemos a una situación en la que, bajo el ocultamiento de que haya sido un sueño, se cuenta más bien algún tipo de agresión, sexual tal vez… la cosa cambia, y mucho. Ahí lo dejo, como sugerencia. Entonces El pulpo pudiera ser un relato velado de algo más peligroso, un suceso fuerte y traumático “¿cómo olvidar la angustia…?”.
Vemos que la poeta ha elegido una medida larga, narrativa, solemne: catorce sílabas rimadas en estrofas de cuatro versos ABAB, hasta la última estrofa que es de seis sílabas con rima AABCCB. Asqueroso el pulpo, sin lugar a dudas.
 
En Enigma el yo poético se debate en dudas acerca de la persona por la que se siente atraída, si será o no buena para él. Este interrogante mundano (humano, en verdad)  que plantea la poeta se muestra a nivel formal en una articulación muy ágil de preguntas (el yo poético está hecho un lío) y en versos de ocho sílabas agrupados en estrofas de cuatro versos con rima en todas ellas abab.
Se podría decir que el ejercicio poético ha consistido en crear sobre una base formal firme toda una pirueta de desazones.
 
Fatalidad es un tema corto pero plagado de reiteraciones: rimas, repetición de palabras y estructuras. Con un aire popular, parece que pudiera cantarse ¿No os parece? Os dejo que lo “miréis” por vuestra cuenta sobre la base de todo lo que os llevo contando hasta ahora.
 
Y llegamos al final de los poemas de Elisabeth Mulder con Canción de marinero en la noche una narración en forma de romance: versos octosílabos con rima asonante en los pares. Una composición, por cierto, bastante empleada por nuestras (y nuestros) poetas del 27.
 
Después de esta mirada en detalle que acabo de hacer, espero que os sirva para adiestraros también por vuestra cuenta; y que os anime a ver las elecciones formales que adoptan nuestras autoras en cada tema. Pienso que contemplar este aspecto poético nos ayuda a comprender y valorar doblemente los poemas. Y, por supuesto, a disfrutarlos de una forma más plena.
 
 
Ahí nos quedamos por hoy, pero el caminito sigue con vuestras lecturas y comentarios.
 
Un abrazo,
Estrella Ortiz