2 MUJERES DEL 27. Antología Poética
2 MUJERES DEL 27. Antología Poética
Buen día, estimadas personas que camináis con ATRAPAVERSOS:
Espero que estéis disfrutando con la lectura de nuestras Mujeres del 27. Esta semana tenemos previsto acercarnos a la obra de Concha Méndez, María Cegarra, Margarita Ferreras y Cristina de Arteaga, una lectura que va de la página 137 a la 209.
¡Qué trayectorias vitales y poéticas tan diferentes vamos a saborear estos días!
Como curiosidad os comento que las dos últimas poetas de esta semana solo escribieron un libro en toda su vida. Ferreras —Pez en la tierra—lo publicó en 1932 y ya no volvió a escribir (o al menos no se tiene noticia de ello) y Arteaga —Sembrad— lo publicó en 1925, si bien bajo el mismo título fue incorporando y suprimiendo poemas a lo largo de toda su vida en sucesivas ediciones, pero como podréis comprobar, el editor solo ha elegido poemas de esa primera edición del 25.
De las cuatro, la poeta más conocida es Concha Méndez, exiliada en México hasta el final de su vida, un hecho que indudablemente influyó a la hora de ser publicada en nuestro país. Supimos de ella en ATRAPAVERSOS con la lectura de Luis Cernuda, pues eran amigos, y el poeta vivió los últimos años (y murió) en su casa. A mí personalmente me han entrado muchas ganas de leer sus memorias Memorias habladas, memorias armadas, preparadas por su nieta Paloma Ulacia Altolaguirre a partir de la grabación de sus conversaciones con ella, pues imagino que tienen que estar llenas de referencias a momentos y personajes conocidos.
La obra más sorprendente de esta semana sin duda es la de la poeta Margarita Ferreras, quien según nos dice Ferris hizo una obra adelantada a su tiempo, incluso para toda la generación del 27. Sacad vuestras “armas-recuerdos-recursos” de la lectura del mes pasado Piedra y cielo de Juan Ramón Jiménez, porque la autora dedicó su único libro Pez en la tierra a este autor, lo que nos dice de la importancia que tenía su obra para ella. De todas las autoras, ella es quien tiene el verso más libre, menos sujeto a la rima, y con unas imágenes más brillantes y rompedoras. Tuvo una vida muy impactante y resulta un milagro que su obra haya llegado a nuestras manos, pues el libro se publicó con la editorial de Concha Méndez y Manuel Altolaguirre en una edición de ¡250 ejemplares! El título es premonitorio: ella misma fue el pez que vivió en la tierra, alguien extraño fuera de su tiempo. Hija del Simbolismo y el Surrealismo, ¡salve!
Me ha resultado entrañable la figura y obra de María Cegarra, poeta a la que no conocía, una persona enclavada en un lugar del mundo (La Unión, Murcia) del que nunca se marchó hasta la muerte. Con ella, y su sensibilidad, vamos a disfrutar de esa sabiduría del hacer callado, la prudencia y la sencillez.
No es casualidad que el antólogo solo haya elegido poemas de Cristina de Arteaga de la primera edición de su libro Sembrad, pues en las sucesivas ediciones, debido a su dedicación religiosa, se fueron descartando los poemas “mundanos” para introducir otros nuevos de marcada tendencia espiritual. De modo que en esta antología podremos disfrutar de estos primeros, interesantes y centrados en su mayoría sobre el tema amoroso.
Me despido esta semana con un poema precioso de Concha Méndez que no aparece en esta antología. Se titula “Nadadora”, y forma parte de su libro Inquietudes de 1926. Lo podréis leer en otra antología del 27 más actual: Huerto del limonar de la editorial Edelvives, en la que curiosamente Méndez es la única mujer poeta de todo el libro. En fin, una lástima que no incluya ninguna más, porque el libro está ilustrado y es muy bello.
Aquí va el poema, con mis mejores deseos para vuestra semana lectora,
Estrella Ortiz
Nadadora
Mis brazos:
los remos.
La quilla:
mi cuerpo.
Timón:
mi pensamiento.
(Si fuera sirena,
mis cantos
serían mis versos.)