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Memorial del convento, 11-15

Libro que estamos comentando: 
Memorial del convento

Hola a todas y todos, aquí llegan las breves notas de la lectura que os propongo para estos días. Os propongo continuar con los siguientes cinco capítulos (del 11 al 15), casi 100 páginas en mi edición (de la 147 a la 239). 
Mis notas, una semana más, serán breves.
 
ESTA SEMANA
En estas páginas la trama va avanzando: mientras en Mafra los cimientos del convento van encontrando su acomodo en la tierra, en el taller el pájaro de hierro, tras pasar tres años parado, renace de sus cenizas gracias al buen hacer de siete soles y siete lunas, y del cura volador, que regresa tras un demorado viaje.
Nos encontramos, además, con la aparición de un personaje (histórico) que encaja a la perfección en esta trama de altos vuelos: Scarlatti, el músico, nos hará volar con sus melodías gozosas que, incluso, a modo de cantos de Orfeo, son capaces de hacer escapar de la muerte a quienes parecen cruzar los umbrales de sus puertas (como leeremos en estas páginas).
Por otro lado el misterio de cómo volará tamaña ave de hierro queda desvelado y, tras esto, Blimunda adquiere una mayor importancia en la historia. Blimunda y su habilidad para mirar más adentro de la piel. Atentas, atentos, a este paso que se da en el hecho (histórico) para cargarlo de metáfora, en eso Saramago es maestro.
Lo de la primera piedra, igual que la procesión, se nos presentan como paseos cargados de fatuidad, gastos excesivos en nimiedades que no aplacan hambres ni sufrimientos en la población. Que no sirven para nada más que para el lucimiento de unos y otros, poderosos todos, ante el pueblo empobrecido. Saramago no puede dejar de comentar (como el detallito del oro en la procesión) para hacer más evidente, si cabe, lo increíble que todo resulta así visto, así contado.
En cuanto al padre Bartolomeu, ojo, ojo porque le vamos viendo en su devanar de sesera tratando de dar acomodo a la lógica y a los misterios de la fe. Lo del sermón del Corpus y su paso por manos censoras parece como un anticipo de lo que puede estar por venir. En cualquier caso, según avanza la lectura vemos al cura volador volar cada vez más alto.
Por cierto, parece que la passarola ya está lista. Incluso el rey avisado. Tal vez llega el momento de levantar el vuelo. Pero eso lo veremos en la próxima semana.
Pasad una buena semana de lectura.
Saludos cordiales, 
Pep Bruno