Matar a un ruiseñor, 1-4

Hola a todas y todos, tras disfrutar estos meses con el maravilloso libro de Almudena Grandes nos vamos a una nueva lectura, en esta ocasión nos vamos a Norteamérica para leer uno de sus grandes clásicos: Matar a un ruiseñor, de Harper Lee, pero antes de meternos en harina, como es habitual cada vez que empezamos libro, unas cuantas recomendaciones prácticas: 

• En primer lugar hablemos del libro. Matar a un ruiseñor, que yo sepa, no tiene una edición crítica en español. Eso sí, es fácil conseguir una buena edición de bolsillo. La que yo tengo es la editada por Harper Collins y tiene un prólogo de Vicente Molina Foix. Por si os sirve de referencia es la de la portada del libro en la plataforma.
• En segundo lugar una cuestión de ritmo. El libro tiene unas 350 páginas (con letra algo menuda), al menos en mi edición, y además se lee muy bien, así que no creo que tardemos más de cuatro o cinco semanas en leerlo. Cualquier cosa que queráis decir sobre el ritmo de lectura, ya sabéis, a los comentarios.
• Los comentarios. Al igual que en los clubes de lectura presenciales estos clubes de lectura virtuales se nutren de vuestras aportaciones. Sentíos libres para comentar lo que os apetezca: lo que os haya sugerido el texto, algún detalle, alguna reflexión, algo al hilo de lo leído, dudas, cuestiones sobre el estilo o la estructura, curiosidades, lo que os ha provocado, otras lecturas que os recuerde... en fin, lo que queráis. Igualmente os animo a comentar los comentarios de otros participantes del club e ir ampliando los hilos y las conversaciones. Los comentarios no están moderados, pero sólo podemos hacerlos (y leerlos) los participantes del club de lectura.
• Ah, una última cosa, os rogaría que incluyerais una imagen en vuestra cuenta (una foto de perfil), no hace falta que seáis vosotros, vosotras, pero es que si no todos los perfiles salen con la misma imagen por defecto y resulta bastante feo (y confuso).

Esta primera entrada con recomendaciones es algo más larga de lo habitual, espero que también os resulte interesante.
 
 
EL LIBRO
 
Matar a un ruiseñor fue publicado en 1960 y casi instantáneamente tuvo un éxito arrollador. En 1961 fue galardonado con el premio Pulitzer. Y en 1962 fue llevado a las pantallas en una película homónima que, igual que ocurriría con el libro, pasó a ser considerada parte de la historia del cine.
La autora pensaba que su libro moriría olvidado por críticos y lectores en apenas unos meses tras su publicación, sin embargo se ha convertido en uno de los longsellers más reconocidos, recomendados y leídos del siglo XX, con más de 40 millones de lectores y lectoras. 
Matar a un ruiseñor cuenta la historia de una bogado blanco que en la Alabama de los años 30 acepta defender a un afroamericano acusado de violar a una mujer blanca. Este libro se convierte en un espejo en el que mirar(nos) y reflexionar sobre racismo, ley y justica, roles de género, clases sociales, valentía, compasión, prejuicios y, también, sobre el despertar de la inocencia. Un libro que, como todos los clásicos, nos sigue interpelando.
 
 
ESTA SEMANA
 
Como es habitual cada vez que empezamos un libro, la primera semana de lectura (en la que sigue abierto el plazo de inscripción) no tiene muchas páginas para leer, así, quienes se apunten a última hora, pueden coger el ritmo de lectura con el grupo. En esta ocasión vamos a leer los cuatro primeros capítulos (páginas 21 a 70 de mi edición).
En estos capítulos conocemos a Scout, Jem y Dill, los niños protagonistas (y también a la narradora, claro, que es la misma Scout), así como a otros personajes importantes (Atticus, Calpurnia) y secundarios (como la señorita Caroline Fisher). También conocemos los antecedentes de la familia de los Finch y Maycomb, esa ciudad que “era una vieja población, pero además era una vieja población cansada cuando yo la conocí.” (p. 24)
Los capítulos dos y tres están dedicados al tiempo de escuela, que pasa volando. No sé vosotros, pero a mí me ha recordado mucho al pequeño Nicolás, a su pandilla de amigos, a sus juegos y su vida tan incomprensible para muchos adultos (que se lo digan a la señorita Fisher, la profesora). Me ha parecido fascinante cuánto se puede contar en tan pocas páginas. Me encantará saber qué os parecen a vosotros, a vosotras, estos dos capítulos.
Por otro lado en el cuarto capítulo vuelve Dill y vuelven los días largos y los juegos y, sobre todo, el misterio de la casa de Boo Radley. Porque tiene un misterio, eso es seguro, y si no os lo parece esperad a llegar a la última línea de los cuatro capítulos de esta semana.
 
Os leo en los comentarios.
Feliz semana de lectura 
Pep Bruno