Los recuerdos del porvenir, I

Hola a todas y todos, tras la lectura de las Sonatas, comenzamos un nuevo viaje. Este mes leeremos las Los recuerdos del porvenir, de Elena Garro, pero antes de meternos en harina, como es habitual cada vez que empezamos libro, unas cuantas recomendaciones prácticas: 

• En primer lugar hablemos del libro. La edición que yo manejo es la de Alfaguara, en su colección Narrativa Hispánica, es la de la imagen del libro en la plataforma. No es una edición crítica.
• En segundo lugar una cuestión de ritmo. El libro tiene unas 350 páginas, la lectura es amena y no presenta especiales complicaciones, así que en cuatro semanas espero haber terminado con él.
• Los comentarios. Al igual que en los clubes de lectura presenciales estos clubes de lectura virtuales se nutren de vuestras aportaciones. Sentíos libres para comentar lo que os apetezca: lo que os haya sugerido el texto, algún detalle, alguna reflexión, algo al hilo de lo leído, dudas, cuestiones sobre el estilo o la estructura, curiosidades, lo que os ha provocado, otras lecturas que os recuerde... en fin, lo que queráis. Igualmente os animo a comentar los comentarios de otros participantes del club e ir ampliando los hilos y las conversaciones. Los comentarios no están moderados, pero sólo podemos hacerlos (y leerlos) los participantes del club de lectura.
• Ah, una última cosa, os rogaría que incluyerais una imagen en vuestra cuenta (una foto de perfil), no hace falta que seáis vosotros, vosotras, pero es que si no todos los perfiles salen con la misma imagen por defecto y resulta bastante feo (y confuso).

Esta primera entrada con recomendaciones es algo más larga de lo habitual, espero que también os resulte interesante.
 
LOS RECUERDOS DEL PORVENIR
Este libro, publicado cuatro años antes que Cien años de soledad, está considerado por muchos estudiosos como el punto de partida de lo que sería conocido como el realismo mágico, etiqueta que la propia Elena Garro rechazó para sus libros a lo largo de su vida. 
En Los recuerdos del porvenir conoceremos al general Francisco Rosas, enamorado de Julia Andrade, un tirano que acaba despechado y complicando la vida de los habitantes de Ixtepec. El pueblo de Ixtepec, igual que el general y su amada y la completa panoplia de personajes (Isabel y Nicolás Moncada, Felipe Hurtado, Juan Cariño…) acaban tejiendo un complejo y completo tapiz de historias en las que lo real y lo mágico se entreveran para articular una hermosa y poderosa novela. 
 
 
ESTA SEMANA
Esta semana vamos a leer los siete primeros capítulos (unas 67 páginas en mi edición).
Comienza la lectura con un primer capítulo que nos avisa sobre quién articula la voz narradora del libro: es el propio pueblo de Ixtepec el narrador (los personajes pasean por mis calles). En este primer capítulo hay un anticipo (que trata de ser algo velado) de las páginas que están por llegar. 
Pasado este primer breve capítulo nos vamos adentrando en Ixtepec, paseamos algo perdidos por sus calles y entre sus habitantes. En estas páginas se va reacomodando todo poco a poco y vamos poniendo voz y cara a los personajes y forma a los lugares. Pronto conocemos a la familia Moncada, especialmente a los tres hijos (Isabel, Nicolás y Juan) y a los padres y a otros personajes bien interesantes (como Félix). Fijaos en la riqueza de las descripciones apenas con unos brochazos (ya sean lugares o personajes) y fijaos en la cantidad de personajes y en cómo van encajando todos en un engranaje perfecto dentro de esa trama río, lenta y poderosa, profunda.
En los primeros capítulos parece que la historia se aferra a los Moncada, como si no quisiera salir de esa casa señorial. Pero finalmente el espacio se va agrandando según avanza la lectura, dejamos a Isabel, Nicolás, Joaquín, Juan… y nos movemos por Ixtepec, entre sus habitantes y sus calles.
Pero algo parece despertar al pueblo somnoliento, agotado, expectante. Es la llegada de un extraño, Felipe Hurtado, con quien acabaremos paseando por la fonda (una buena excusa para conocer con más detalle a los generales y a sus queridas), de nuevo por la casa de los Moncada y por algunos otros lugares (como la “residencia presidencial” de Juan Cariño). 
Creo que este último personaje me ha robado el corazón. Nos encontramos una vez más con un loco que parece el más cuerdo de todos. Una maravilla la tarea de Juan Cariño: su búsqueda de palabras infames para que el dolor no llegue a las calles. Es fascinante cómo está contado (en la conversación con Felipe Hurtado, en seguida lo identificaréis. Al final de las páginas propuestas para esta semana).
 
Disfrutad de la lectura, es magnífica.
Os leo en los comentarios.
 
Pasad buena semana, 
Pep Bruno