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Los Pazos de Ulloa: 13, 14, 15 y 16

Libro que estamos comentando: 
Los Pazos de Ulloa

Hola a todas y todos, aquí llegan las recomendaciones de lectura de esata semana. Pero antes quería agradeceros vuestros copiosos e interesantes comentarios (y comentarios a los comentarios), está siendo en verdad una lectura muy rica. Gracias.
 
Capítulo XIII
Llegó el momento que estábamos esperando, Nucha y su marido se van, por fin, a los Pazos de Ulloa. El capítulo comienza describiendo el malestar que hay en la casa de don Manuel, a la sazón suegro de don Pedro, porque si, como afirma el refrán "el pescado y las visitras a los tres días huele", imaginaos esta visita que lleva de largo unos cuantos meses en la casa. Así pues parece que es llegada la hora de partir, y el señorito y su esposa emprenden el viaje a los Pazos. 
Podría parecer este un capítulo de tránsito (nunca mejor dicho) si no fuera porque en las últimas líneas se nos desvela una grata sorpresa. Sorpresa que, como os podéis imaginar, me gustaría no desvelaros, pero en esta ocasión os la voy a decir: Nucha está embarazada. No es que sea necesario desvelarlo para seguir comentando estos capítulos, es que para una vez que soy el primero en enterarme del embarazo de alguien a quien conocemos todos, pues me he dado el gusto de contároslo ;-)
Me interesa ver cómo todo lo que antes resultaba atractivo para don Pedro ahora le provoca hastío o rechazo y, una vez más, encuentro en las descripciones de doña Emilia mucha verdad y mucho conocimiento del ser humano. Es maravilloso cómo cuenta y va articulando este capítulo, cómo nos va cargando de razones y empujando (tanto a los protagonistas como a los lectores) para volver a los Pazos.
¿Qué os parece a vosotras, a vosotros?
 
Capítulo XIV
En este capítulo nos topamos de nuevo con los Pazos y Primitivo, y claro, con el enfado de don Pedro ante la situación en la que regresa a casa (casa en la que sigue estando, claro, Sabel). Si la presencia de Sabel (¡y Perucho!) antes resultaba incómoda imaginaos el panorama tras la llegada a los Pazos de Nucha, quien, más tarde o más pronto, va a acabar por enterarse de todo este asunto. Y don Julián ahí está, sufriendo esto (en silencio) pero, al mismo tiempo, incapaz de hacer nada por resolverlo. 
Todo lo ve claro don Pedro en apenas dos páginas. Pero no es lo único que ocurre en este capítulo: vamos a ver al marqués hablar alegre de su vástago legítimo (ojo a lo que comenta, seguro que va a dar que hablar por aquí); también veremos a don Julián en un estado de ¿enamoramiento platónico?, ¿de sublimación virginal cristianísima?... ¿alguien nos puede explicar qué le pasa a este hombre con Nucha? Creo que es algo que se entreveía en capítulos anteriores pero que ahora parece estar acentuándose, y si no, atentos. También podremos ver a Nucha paseando por el Pazo para conocerlo, para ser parte del mismo, para empaparse de sus lugares y su funcionamiento (cosa que acaba por llevarla hasta el escondite mismo de Perucho, ay, y no digo más, sólo que os fijéis cómo traga saliva don Julián, que le anda acompañando).
¿Qué es lo que os ha llamado más la atención?
 
Capítulo XV
Este capítulo me ha gustado mucho: nos cuenta las visitas que el nuevo matrimonio van haciendo a las personalidades de la zona. La primera es desopilante (recordad que a la jueza y su mula se las mentaron en el primer capítulo de esta semana, es un detalle interesante) de puro ridícula; creo que es muy interesante la mirada de doña Emilia con respecto a esta gente con ínfulas. Y también hay aquí una mirada con respecto al campo-ciudad, Me gustaría saber qué os parece.
Ahora bien, la segunda visita, la del Pazo de Limioso es, sencillamente, deslumbrante. La descripción que hace la narradora es fabulosa: impactan los vestigios de los viejos buenos tiempos contrastando con la situación actual del Pazo, la atmósfera resulta irrespirable y el estado ruinoso (desde el mastín hasta la casa) te va encogiendo el corazón y te lleva a una imagen que es la misma imagen de las Parcas hilando el hilo de la muerte. Es sencillamente brutal. Maravilloso.
También hay un contraste impactante entre la primera visita (los que tratan de aparentar más de lo que son) y la segunda (los que en mitad de las ruinas siguen brillando por lo que fueron). ¿Qué opináis?, ¿creéis que aquí doña Emilia resulta (sorprendentemente) conservadora?
 
Capítulo XVI
Y por fin llega el parto de Nucha (que comienza en este capítulo y cuyo desenlace no vamos a saber aún).
Es un capítulo que incluye dos temazos, te-ma-zos. Ambos han ido apareciendo a lo largo del libro, pero es ahora cuando los vemos y leemos cara a cara. Y dejo de lado que sea Primitivo el que vaya a buscar al médico y se presente ¿12 horas después? (en fin...).
Por un lado la mirada que tiene don Pedro sobre su mujer, en particular y sobre las mujeres, en general. La conversación que tiene con Máximo (el médico que ha venido a echar una mano en el parto) es esclarecedora. Aquí no voy a contar nada más, os dejo el asunto para los comentarios (aunque ya han ido saliendo en post anteriores).
Por otro lado la conversación de don Máximo con don Julián sobre las relaciones de poder, sobre la lucha de clases. Oh, también es un temazo bien interesante y del que también espero ansioso vuestros comentarios.
Ahora bien, hay algo que es fantástico: esta situación de dominación (sobre las mujeres, sobre las clases bajas) se presenta en un mismo capítulo, ¿acaso doña Emilia no estaba tratando de relacionar ambos temas, de plantear que, de alguna manera, es el mismo tema?
Ahí lo dejo y me siento a esperar vuestros comentarios.
 
Feliz semana de lecturas
Pep Bruno