3ª parte. Hasta EL ÚLTIMO ALMUERZO
Libro que estamos comentando:
Los nombres prestados
Antes de morir, con dos uñas menos, el Paisa había confesado a Tomás Laguna su propio nombre y el apodo dentro de la organización: el camarada Federico; y lo mismo sobre los responsables que le habían contactado y le habían ordenado acudir a comprobar si la mujer de las portadas de los periódicos era la antigua camarada Marcela.
Desde su guarida, Paco Bermejo, el Abuelo, y Diego Cruz, alias Atanasio, deciden acudir a la isla para solucionar personalmente la deserción de la mujer y recuperar el dinero que se llevó del atraco al furgón blindado de Valladolid y que ellos tanto necesitan.
Tomás Laguna continúa queriendo proteger a Marta Ferrer del peligro que suponen sus antiguos compañeros de la FRADA. Él sabe que el acoso desde ese lado no ha acabado y que continuarán enviando ejecutores a cumplir su venganza. Piensa que la mejor forma para acabar con el peligro del piso franco de Barcelona es filtra su existencia a su amigo y antiguo compañero Ortega.
El Abuelo y Atanasio preparan su viaje. Pilar les dice lo arriesgado que es. Ellos lo justifican por la situación de extrema necesidad en la que se encuentran, por el prestigio y por la autoestima, y también por el dinero y por venganza. En su huida, Marcela le metió una bala en la rodilla a Atanasio.
En Nidocuervo encuentran la moto, pero no el cadáver del Paisa. Marta se extraña y, en su permanente actitud de alerta, sospecha de la situación tan anormal en una isla generalmente tranquila. También sospecha cuando Abel llega tarde y manchado de barro, pero actúa de forma muy inteligente. "Sabía que debía controlarlo, pero también le gustaba darle su espacio, permitirle tener sus pequeños secretos". Abel es feliz allí, reflexiona Marta, a la vez que nos enteramos de que Abel no es su hijo. Marta lo rescató de un asilo donde estaba recogido. ¿Quién es Abel?
La pareja Abuelo y Atanasio llegan a San Expósito, pero no tienen noticias ni del Paisa ni de Pilar desde su piso de Barcelona. Revisan los documentos y las fotos que el Paisa ha ido recogiendo sobre Marcela. La reconocen y saben que el Paisa ha estado cerca de ella, pero no tienen ninguna noticia de su compañero. Se preguntan si Marcela habrá eliminado al Paisa. Marcela tiene recursos y experiencia suficientes para hacerlo.
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Jurado del Premio de Novela Cagé Gijón 2021.
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Por lo que el Paisa le contó antes de morir, Laguna supo por qué Marta llegó a Nidocuervo. Y se van aclarando alguno de los enigmas principales. Marta dejó la banda, les traicionó y se llevó el dinero del atraco al furgón e, incluso, abandonó a Diego Cruz, que era su pareja entonces, después de dispararle en la rodilla. El motivo lo sabremos al final de esta parte.
Cuando habla de la vida actual y pasada del grupo terrorista FRADA, Alexis Ravelo describe, sin citar nombres propios ni acciones demasiado reconocibles, la actividad delictiva, su situación en la sociedad de finales de los 70 y las dificultades de financiación como forma de vida y para obtener recursos con los que continuar su actividad terrorista. Evidentemente, no se refiere a ETA, inmersa en una dinámica sangrienta en esos años, sino a otros como el FRAP o el GRAPO. Ya he comentado que la novela define bien el final de los segundos, aunque adelantándolo diez o quince años. Unos años después, a finales de 2000 El País publicaba una noticia que tiene muchos puntos en común con el argumento de "Los nombres prestados". https://tinyurl.com/y5q5266c Después de que la cúpula de los Grapo fuese detenida en París, el grupo solo contaba con no más de cinco integrantes, que unos meses antes habían intentado un asalto a un furgón en Vigo en el que murieron dos vigilantes y algún terrorista resultó herido.
El proceso del terrorismo en esos años y la consiguiente lucha de las fuerzas del Estado, Policía Nacional y Guardia Civil, para combatirlo, según se explica en la novela, nos ayuda a definir y completar el personaje de Tomás Laguna. Tomás tuvo que tener altas responsabilidades operativas en todo lo relativo a la desarticulación de esos grupos, utilizando métodos que tampoco respetaban la legalidad y de los que al final quiso arrepentirse. Algo ya lo hemos leído cuando tortura al Paisa para sacarle toda la información que buscaba.
Esos métodos eran frecuentes en la lucha antiterrorista de aquellos años. Era habitual que a la Policía o a la Guardia Civil "se les fuera la mano". Por eso acabó asqueado con su trabajo. Ya en su retiro de Nidocuervo, Tomás reflexiona sobre las barbaridades que había cometido y reconoce "con infinita vergüenza" que él y Atanasio no eran tan diferentes y que "en sus acciones también habían caído inocentes, porque las prisas son malas consejeras".
A Laguna acabaron atormentándolo aquellos crímenes de Estado, pero su situación se le hizo insostenible cuando surgió la enfermedad de sus esposa. Pensó él, que cada semana buscaba en el silencio y la oscuridad de la iglesia la tranquilidad que su espíritu necesitaba, que Dios le había castigado por sus pecados anteriores. Su oportunidad de redención se la proporcionó su mujer: "Elige a una persona, solo a una de todos aquellos a los que dices que les hiciste daño. Elige a una y hazle el bien."
Entendemos que Marta es la persona elegida para cumplir con su particular penitencia. La ha buscado desde la Península, la protege y la ayuda sin que ella se dé cuenta.
Va a tener la oportunidad de mostrar el motivo por el que llegó hasta Nidocuervo cuando su amigo Ortega le diga que no hay nadie en el piso franco y que todos los indicios apuntan a que lo abandonaron recientemente.
El último gran secreto que se revela en esta parte lo conocemos por las charlas entre Atanasio y el Abuelo. Es el motivo por el que Marcela abandonó la organización y se convirtió en Marta Ferrer: "Marta se sintió culpable por algo que hizo mal la hermana y que provocó su muerte". Marta huyó para recuperar y cuidar a Abel, su sobrino e hijo de su hermana fallecida.