Los Escarabajos Vuelan al Atardecer: cap. 20 al cap, 26
Una nueva semana compartiendo lectura. Os resumo: Un juego de ajedrez de ultratumba, la búsqueda de una estatua maléfica y la aparición de unos extraños escarabajos son los temas alrededor de los cuales gira la historia de Jonás, Annika y David, tres jóvenes que se embarcan en la reconstrucción de un antiguo amor imposible. Entre tanto, cuidan las plantas de la quinta Selanderschen, un lugar en el que mora el misterio y lo desconocido.
Antes de presentar los nuevos capítulos os dejo una “biblia” de personajes, y los cuatro temas que para mí son fundamentales en la novela
Personajes:
Jonás Berglund: Joven de 13 años, muy interesado por el periodismo. Era curioso, observador y extrovertido. Poseía un magnetofón, con el cual fue posible avanzar y desarrollar los hechos que se iban presentando. Se mostró interesado especialmente por la historia de la estatua egipcia.
Annika Berglund: Joven de 15 años, hermana de Jonás. Era una muchacha muy sensible, inteligente, observadora y de fuerte carácter. Se interesó especialmente por la historia de amor entre Emilie y Andreas, y del papel de la mujer en ese tiempo.
David Stenfäldt: Joven de 16 años, amigo de los hermanos Berglund. Era muy observador, callado, soñador e inteligente. Se interesaba por la historia, y por la botánica, de hecho, él fue el que se encargó del cuidado especial de la Selandria Egypctica, y de desarrollar una partida de ajedrez con Julia por teléfono. Fue él el que finalmente resolvió el enigma.
Lindroth: Párroco de la iglesia de Ryngaryd. Es una persona curiosa, muy amable. Se interesó especialmente en el tema de las estatuas, y ayudó a los tres muchachos a resolver el enigma.
Julia Jason Andelius: Dueña de la quinta Selanderschen. Se encargó de mantener una partida de ajedrez por teléfono con David, sin embargo, al final es revelado que ella falleció el día en que los tres jóvenes llegaron a la quinta; y deja mencionado a David en su testamento.
Andreas Wiik: Joven discípulo de Linneo, enamorado de Emilie Selander. Como parte de sus estudios fue a Egipto y trajo a Suecia una de las dos estatuas funerarias gemelas sobre las cuales caía una maldición. Desarrolló sus propias ideas a partir de las de su maestro. Además, según Annika, era una persona que pensaba solo en sí mismo, ya que no se preocupó del bienestar de Emilie, solo de sus estudios.
Emilie Selander: Joven enamorada de Andreas, vivió en la quinta Selanderschen. Era muy sumisa, con su familia y con Andreas. Fue la encargada de cuidar a las plantas que Andreas le mandaba de sus viajes, incluyendo a la Selandria.
Los temas sobre los que gira toda la historia se sustentan en estos cuatro pilares
• La curiosidad. La aventura se inicia por el deseo de los chicos por conocer más.
• La audacia. Jonás compromete su seguridad por conseguir lo que quiere.
• La perseverancia. Los protagonistas nunca abandonan su búsqueda.
• La amistad. Annika, David y Lindroth siempre apoyan a Jonás.
Esta tercera semana leeremos los siete siguientes capítulos: ¡Jaque!, El monte de la horca, “Escucha, escucha, flor azul...”, La fotografía, Las rotativas giran de nuevo, La muñeca de madera y ¿Falsa o auténtica?
20. ¡JAQUE!: El único mensaje que era transmitido por el altavoz era que, no se podía comunicar nada y que la fiesta debía de transcurrir tranquilamente. La gente comenzó a pensar que lo que habían encontrado dentro del ataúd era un cadáver y nadie se atrevía a decirlo.
Jonás salió corriendo porque había visto entrar a alguien en una cabina telefónica y corrió para intentar averiguar que estaba pasando. Escucho que la conversación trataba sobre la apertura y que decían que en la prensa se publicaría: “¡Escándalo en la apertura de la tumba de Ringaryd! ¡El sarcófago contenía una piedra!”, Y como subtítulo: “tres muchachos y un párroco engañan a un profesor”.
Después de escuchar esto, Jonás decidió ir a casa a cambiarse de ropa, pero por el camino se encontró con sus padres, los cuales estaban muy contentos porque aquella tarde les había ido muy bien el negocio, pero Jonás no compartía su alegría. Sus padres, al ver que estaba decaído le preguntaron que le ocurría, él respondió que no habían encontrado ninguna estatua dentro del ataúd. Cuando se cambió de camiseta, fue a casa de David para escuchar las noticias por la radio. Se oía la voz del profesor Laud. Dijo que eran buenos chicos, pero que tenían una fantasía fuera de lo normal.
Cuando vieron la noticia por televisión, tupieron que afrontar su propio fracaso. Después del informativo, fueron a la quinta a desmontar todo lo que habían puesto como medida de seguridad. Cuando llegaron, comenzó a sonar el teléfono, pensaron que serían periodistas, pero cuando David descolgó, escucho la voz de Julia. Llamaba para seguir la partida de ajedrez, pero notó que David estaba distraído. Annika abrió la ventana y entró un escarabajo. David le comento a Julia esto, y ella dijo: “los escarabajos vuelan al atardecer”. Y siguieron con la partida y se despidieron para que David meditase en su jugada. Cuando iba a colgar el auricular, el escarabajo se posó el tablero de ajedrez, dio una vuelta a una figura y se quedó parado en una casilla. David gritó por el auricular pidiéndole a Julia que esperase y movió el caballo.
21. EL MONTE DE LA HORCA: En Ringaryd la gente se sentía molesta por lo ocurrido. Y en especial se sentían molestos porque el párroco se hubiese dejado engañar por unos niños. Pero el párroco no se sentía así. Le dijo a Jonás que pensaba que habían obrado bien. Sin embargo, Jonás no quería oír hablar de la estatua. Solamente le preocupaba saber porque estaba el Peugeot azul aparcado delante de la iglesia. Él estaba convencido de que aquel hombre tenía que ver en el asunto, incluso pensó que el hombre de aquel coche había robado la estatua de dentro del ataúd.
Una ida Hjärpe llamó a Jonás y le dijo que habían vendido muchos números y que debían de alargar el tema para seguir vendiendo. Hjärpe le pregunto por la maldición, pero Jonás le dijo que debía de irse, y salió junto con su hermana al coche donde esperaba el párroco. Por el camino se encontraron con Natte, que no estaba muy sobrio. Y después de hablar con él, siguieron su camino. Por fin llegaron al Monte de la Horca. Allí colocaron una inscripción conmemorativa y los chicos comenzaron a cantar. Después de eso, Annika colocó las flores.
Annika le preguntó al párroco si era posible que los muertos se comunicasen con los vivos, pero él le dijo que no era probable.
22. ESCUCHA, ESCUCHA, FLOR AZUL…: A Annika nunca le había preocupado la estatua, pero ahora comenzaba a preocuparse por ella, le importaba aquella estatua por lo mucho que había significado para Emilie. Emilie sabía que Andreas estaba vivo. Cada día se acercaba a la Zelandia y le decía que, si Andreas estaba muerto que se le marchitase cierta hoja, pero en vez de eso, salían nuevos brotes.
David pensaba que la muerte no era el final, sino la entrada a una nueva forma de existencia. Estuvieron escuchando la primera cinta que grabó Jonás y ahora sí que podían oír con claridad la voz de aquella cinta. Annika creyó oír la palabra -avispa-, pero no sabían lo que significaba. Cuando David escuchó la cinta, creyó oír -obispo-. David, comenzó a intentar recordar la letra de la melodía que escuchó en el sueño, pero la había olvidado al despertarse.
Al anochecer, David fue a la quinta para echarle una mirada a la Selandría, después fue a la iglesia donde estaba el párroco componiendo la letra para la melodía que había inventado su padre. Para entonces ya la había terminado y David comenzó a leerla. Las palabras se le hacían conocidas. Se dio cuenta de que conocía todo el texto, incluso la parte que todavía no estaba escrita. David recitó el resto de la canción mientras el párroco las escribía. Cuando miró hacia atrás, David había desaparecido.
David, con su bicicleta, corrió a la quinta en medio de la oscuridad. Cuando llegó sonó el teléfono. Era Julia. Ella le preguntó por las flores de la Selandría, y David le dijo que no habían florecido aún. Cuando colgó, se dio cuenta que Julia siempre llamaba cuando él entraba por la puerta y nunca quedaban a ninguna hora. Antes de irse, fue a ver la Selandría y ya había florecido. Tenía flores azules.
23. LA FOTOGRAFÍA: Ahora, cada vez que Jonás iba a la quinta se sentía defraudado, pero le interesaba mucho ver como florecía la Selandría.
Annika había llevado unos bocadillos para comerlos en el cuarto de verano, pero cuando iban a subir, el timbre sonó. Era la madre de Annika y Jonás, la señora Göranson le había dado permiso para que cogiese rosas del jardín. Pero cuando Annika fue a abrir la puerta vio que no era su madre quien llamaba puesto que estaba abriendo la puerta con llave. Annika subió corriendo las escaleras para avisarle a los demás.
Jonás se acercó a la ventana y vio el Peugeot azul y dentro había alguien esperando. Entonces intenta ver por el hueco de la escalera quien es y que quiere hacer. Lo ve revolviendo entre los libros de la biblioteca. Sonó el claxon del coche y el individuo salió corriendo, entonces los chicos escucharon a la madre de Annika y Jonás llamándoles desde el jardín. David y Annika miraron en la estantería sin saber que buscaban, pero David encontró un sobre. Dentro, había una foto de la estatua sujetando una flor. Pero tuvieron que esconderse porque el individuo volvió a entrar para seguir buscando. Con las prisas, habían dejado el sobre entre los libros, y el individuo la encontró y se fue. Estuvieron pensando, y llegaron a la conclusión de que la mitad de la estatua estaba en la columna de la escalera
24. LAS ROTATIVAS GIRAN DE NUEVO: Jonás sentía la necesidad de juntar todas las piezas porque así podría ponerse en contacto de nuevo con Hjärpe. Estaban en casa y Jonás sacó una bola de debajo de su cama. Era la bolsa de la basura de la quinta. Volcó todo el contenido en el suelo. Jonás llegó a la conclusión de que el día que vio a la señora Göranson con un paquete alargado, llevaría la estatua a que alguien la recogiese. Por lo tanto, la estatua ya no se encontraba en la casa. Siguieron escuchando la cinta y las conversaciones, entonces se dieron cuenta de quien había sido el hombre que se había llevado la estatua. Jonás entonces llamó a Härpe para decirle que estaban ocurriendo cosas. No quería darle detalles, pero él no sabía esperar.
Jonás averiguó más cosas, por ejemplo, descubrió de quien era el Peugeot azul. Era de un vecino de Tranas sin domicilio fijo. Y gracias a su magnetófono, averiguo que número de teléfono era y a quien pertenecía. El numero pertenecía a un anticuario de Göteborg. Entonces, Jonás telefoneó a Härpe y este le avisó a otro periodista y se pusieron en marcha hacia Göteborg.
25. LA MUÑECA DE MADERA: David fue al río y en busca de Natte. Le hablo de la quinta y este le negaba todo lo que él le decía, pero al final reconoció que cuando era pequeño fue con su padre a la quinta y este cortó una muñeca en dos. David le dijo que no era una muñeca sino una estatua.
Annika pregunto a su madre si alguien había comprado hacia un mes un bote de pintura verde entre otras cosas, y la madre le dijo que Natte había comprado pintura entre otras cosas. David, tenía una astilla que probablemente sería de la estatua y se la llevó a su padre para que él le dijese que árbol era. Los chicos pensaban que sería de higuera, acacia o cedro como había dicho el especialista el día de la apertura, pero el padre de David le dijo que era de roble. David llamó a Annika y le dijo que árbol era la astilla, y llegó a la conclusión de que la estatua sería falsa.
La policía a la que había llamado Hjärpe ya había localizado al anticuario y las dos partes de la estatua, pero Jonás quería llamarle para decirle lo ocurrido con la astilla antes de que se imprimiese el periódico. Y le llamo, pero cuando le explicó todo, este le dio las gracias por darle más exclusivas para el periódico.
26. ¿FALSA O AUTENTICA?: Jonás apenas había dormido por la noche pensando en todo lo ocurrido. La tienda estaba llena de periodistas y fotógrafos preguntando por los chicos, pero la madre les tapaba diciendo que no estaban en casa.
Llego un momento en el que la madre se sentía agobiada y subió al cuarto de los chicos para decirles lo que opinaba al respecto, y justo cuando les estaba riñendo, llamo el párroco diciendo que tenía una sorpresa preparada para ellos, y aunque la madre les había dicho que no iban a salir porque ya habían perdido demasiado el tiempo, tuvo que ceder.
Feliz semana de lecturas
Saludos
Alejandro