Lo que pensamos, lo que hicimos: hasta pág. 151

Cuatro nuevos deseos nos “salpican esta semana” aunque algunos aparentemente parecen inocentes, si que es cierto que llevarán a nuestros personajes a situaciones límite, provocará sorpresas y sobre todo nos desvelará que el enmascarado, o pistolero, como le queramos llamar, conoce muy bien a todos y todas las personas que están en el aula

Cuarto deseo: Lasse, vacía tus bolsillos

Quinto deseo: David, dale de comer tu Big-Mac a Jill

Sexto deseo: Mark, destruye el trabajo de doctorado.

Séptimo deseo: Fiona, besa a Sylvester.

La novela hemos visto que está sustentada en tensión continua, que provocan preguntas de toma de decisiones en el lector, por ejemplo, si los estudiantes Fabio, Ida-Sophie y Mark pueden dominar al perpetrador, o si los estudiantes y su maestro siguen el juego. La novela también proporciona momentos de sorpresa cuando de repente confronta a los lectores con preguntas, como quién es el perpetrador, o qué pasa con los estudiantes y sus maestros. El suspense que se crea desde la advertencia previa continúa hasta el final de la novela, apoyado por diez pequeños momentos de suspense, que representan las diez cartas. (¿Para qué son estas cartas? ¿Qué hay en la siguiente carta? ¿De dónde vienen, etc.) Con su ayuda, la novela toma velocidad una y otra vez hasta que la narración ha llegado también al presente del lector en términos de novela.

Personajes narradores

El primer personaje principal de la novela, Mark Winter, tiene 17 años. Tiene el pelo castaño y una cicatriz sobre el ojo izquierdo. Mark lleva un jersey desteñido, una camiseta debajo y zapatillas sucias. Es un estudiante de último año de secundaria, malo en matemáticas y repetidor de curso. Sueña (según la situación) con convertirse en socorrista. En su tiempo libre, Mark conoce a Sylvester y Lasse, ve películas de terror y de acción, come unos snacks de cacahuete, bebe (mucho alcohol), fuma (también hierba) y le gustan las cosas prohibidas. Tiene cuatro hermanos menores, una madre débil (Dora Winter) y un padre brutal (Trabaja como obrero de la construcción). En el transcurso de la trama, Mark cambia de un personaje que espera a un personaje que actúa (del indefenso con su padre a protector). Él odia al Sr. Filler, ama a Fiona y desprecia al pistolero.

 El segundo personaje principal de la novela, Fiona Nikolaus, unos años más joven que el Sr. Filler. Tiene el pelo corto y rizado, ojos verdes, pecas y una sonrisa genuina en el rostro. Fiona usa una blusa verde claro, jeans y una chaqueta encima. Ella también es estudiante de secundaria, buena en matemáticas.  Hace todo tipo de planes para el futuro. En su tiempo libre, se encuentra con su amiga Greta y pasea a su perro Safran. Tiene una hermana mayor (Mila y un hermano menor, Niels, una madre y una relación especial con su abuelo (ya fallecido), así como a su padrino. En el curso de la acción, Fiona cambia de un personaje ansioso a uno valiente (de estar callada en el caso de su hermana a marcar el tono en Mark's). Desprecia (al principio) a Mark, adora al Sr. Filler y teme al pistolero.

El tercer personaje principal de la novela, Antón Filler, tiene 32 años. Tiene cabello rubio y ojos azules, nariz aguileña y puntiaguda y boca estrecha. El Sr. Filler viste una chaqueta sastre azul oscuro con hombreras y jeans. Ha sido profesor de matemáticas, educación física e historia y profesor de orientación durante seis años y ha estado en la escuela durante dos años, donde como fumador, a menudo se para en el rincón de fumadores.

 En su tiempo libre, el Sr. Filler trabaja en su tesis “Pitágoras hoy: la influencia de la antigüedad en las matemáticas modernas”, durante 17 meses.  Una vez escribió un trabajo final sobre la Stasi, va a remar una vez a la semana y ayuda en la casa. Tiene varios hermanos que pueden haberlo acosado y vive con su novia Valérie. En el curso de la novela, el Sr. Filler se transforma de un personaje seguro de sí mismo a uno inseguro. Le gusta Fiona, le teme al pistolero y odia a Mark.

Estructura Narración

El escenario de» Lo que pensamos, lo que hicimos «es una clase en el segundo piso de una escuela, al que se accede por una puerta verde con un troquel giratorio. Delante de la pizarra está el escritorio del profesor, debajo la caja con los teléfonos móviles de los alumnos, y frente a él las ocho dobles mesas, junto a él en la esquina el esqueleto de la Edad de Piedra. De las paredes cuelga el cuadro de Pitágoras, los carteles y el lavabo. Frente a la ventana a la derecha del escritorio se encuentran el patio del colegio, la entrada principal y un paso de cebra. Los policías esperan allí con todo su equipo y los equipos de rescate al otro lado de la calle. La acción se desarrolla un lunes por la mañana en noviembre.

 Los hechos narrados ocupan un total de 130 capítulos, que se titulan con el nombre del respectivo narrador en primera persona (45 veces Mark y Fiona, 40 veces Mr. Filler) y tienen diferente extensión, cuanto más trepidante la trama, más más cortos los capítulos y viceversa. También hay un prefacio y un epílogo desde la perspectiva de los tres narradores en primera persona.

La novela tiene una estructura cronológica. Los hechos están narrados con una visión de narratología desde la perspectiva en primera persona de Mark, Fiona, Mr. Filler y el enmascarado. Los narradores informan y comentan los hechos en tiempo pasado; el discurso personal se traduce directamente entre comillas (palabras) o directamente en cursiva (pensamientos). Llama la atención el dirigirse directamente a los lectores. En general, podría defenderse la tesis de que la novela puede adscribirse al género de un relato de un testigo (ficticio) ("Estuvimos allí"). La estrecha limitación de lugar y tiempo, las cuatro perspectivas, el prólogo/epílogo y la cita, la cronología de los hechos y el discurso directo encajan con esto. En cualquier caso, se trata de una obra dramática que se desarrolla en un espacio muy reducido y que deja patente la psicología entre los personajes.

Yo os preguntaría, ¿cosas aparentemente triviales pueden desencadenar una catástrofe?

Feliz semana de lecturas

Saludos

Alejandro