Lo que pensamos, lo que hicimos: hasta pág. 100

 ¡Hola de nuevo!

Vamos con la segunda semana de lectura compartida de esta intrigante novela juvenil. Os adelanto que la acción se inicia esta semana con la lectura de 50 nuevas páginas. El pistolero entra en acción con sorpresas.

¡¡Arrancamos esta segunda semana!!

Lea-Lina Oppermann describe de manera realista cómo una clase de secundaria relativamente homogénea puede enfrentarse por el miedo justificado a la muerte. Cómo se revelan los secretos y se destruyen las relaciones y los sueños de la vida, los héroes se vuelven cobardes y los menos indicados se convierten en valientes actores. Cómo caen los límites de la vergüenza, los sentimientos se rompen y la parte más interna de la personalidad se vuelca hacia el exterior. A través de los tres narradores en primera persona -profesor, alumno- experimentamos dolorosamente los acontecimientos de forma directa. Ver el horror, escuchar los gritos, oler el sudor y la sangre, sentir miedo e incertidumbre. Observar desde tres perspectivas muy diferentes cómo un mundo se desmorona y catorce personas son desenmascaradas.

“Lo que pensamos, lo que hicimos” recuerda a “Nada” de Janne Teller.  Sobre todo remarcan ambas novelas lo que es y no es importante en la vida. Hace años, en su novela, la autora danesa exploró en muchos experimentos qué "significado" tiene para los jóvenes y hasta dónde llegan para demostrarlo o sacrificarlo. En su obsesiva bestialidad destruyeron lo más importante: su humanidad.

Lea-Lina Oppermann no va tan lejos: Aquí la presión viene de fuera, la confianza, el cariño y los valores se destruyen por miedo a la muerte. No por aburrimiento. La novela  no es una parábola, sino un thriller.

El enmascarado permanece en silencio.

Como el hombre enmascarado no dice una palabra, no queda claro quién es hasta el final. Por qué escenifica el grotesco espectáculo y cómo conoce todos los secretos que ahora se están desvelando. La conclusión es absolutamente plausible, el experimento fue un éxito. La tensión interna de los procesos psicológicos es por lo menos tan grande como la tensión externa. Porque sabemos una cosa: los narradores sobrevivirán, de lo contrario no podrían saberlo. Pero tampoco son quienes solían ser.

Una niña llora y suplica afuera de la puerta de la clase. Se produce una discusión entre los estudiantes sobre si se debe abrir la puerta, lo que Mark hace valientemente a petición de Fiona y en contra de la voluntad del Sr. Filler. De repente se hace evidente la visión de una pistola en la sien de una niña, el pistolero entra a la clase y destruye el altavoz, la cerradura de la puerta y los teléfonos móviles de los estudiantes. Cuando Fiona pide ayuda, él la empuja hacia la ventana y la golpea. Luego escribe "Mis últimos deseos" en la pizarra y de repente saca un fajo de cartas.

Sentado tranquilamente en el escritorio del salón de clases, el Sr. Filler lee los primeros deseos del pistolero.

Deseo nº 1 Escupir a Greta en la cara ¿Quién?

Deseo nº 2: Tamara debe cambiarse de ropa con Jan

Deseo nº 3  Cortar el pelo a Svea Ida-Sophie.

Todos hacen lo que se les dice.

Hasta ahí la lectura de esta semana. Aún quedan siete sobres más y el epílogo de esta intrigante obra

¿Quién es quién? ¿Se conocen? ¿Se soprenden de las reacciones?

Feliz semana de lecturaSaludos

Alejandro