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Cuarta parte: el trágico final

Libro que estamos comentando: 
La víspera de casi todo
Hasta ahora creo que no se ha comentado el significado, si lo tiene, del título de esta novela. Víctor del Árbol siempre se ha declarado un escritor detallista que dedica mucho tiempo a desarrollar el argumento y la estructura de su novelas. La elección de "La víspera de casi todo" no puede deberse a un hecho casual ni ha sido elegido únicamente por su sonoridad como un elemento más del marketing editorial. 
 
En el vídeo que acompañaba la primera parte de los comentarios de esta novela, una entrevista para la cadena Tele7 de Barakaldo, el autor se refiere a este asunto: "Esta es una novela que habla de personas que están en medio de una especie de tormenta interior y donde parece que todo va a empezar, todo va a romperse de un momento a otro. Pero todos los personajes tienen un pasado del que no se pueden desprender, lleno de dolores y sufrimientos de vidas pasadas que intentar olvidar, huyendo de donde vienen, y confluyen  una noche en un pequeño pueblo de la Costa da Morte gallega." 
Parece que todo es posible, que todo puede cambiar, y ese es el momento de la novela, la víspera de las nuevas oportunidades para Eva/Paola, Mauricio y Daniel, Dolores e incluso Germinal.

Así mismo, en el último capítulo, cuando Germinal va a visitar a Eva, muy lejos ya de los sucesos que se relatan en la novela, éste le entrega el cuaderno del hombrecito asesino de su hija y deja a Eva en un cierto estado de melancolía dirigiénendose en solitario hacia la inmensidad del mar, mientras el narrador, el propio Víctor del Árbol, cierra con est frase la novela: "Todo empieza donde otra cosa acaba".
 
La cuarta parte de la novela, el desenlace, cierra los interrogantes que nos hemos ido planteando en páginas interiores. El primero, con el que nos despedimos la semana anterior, es conocer el estado de Germinal, golpeado a traición mientras llega a la casa de Dolores con la intención de detener a Mauricio, al que considera el culpable del asesinato de Oliverio. Nada es lo que parece, menos la herida en la cabeza de Germinal.
 
Mauricio le cuenta el papel que Oliverio ha jugado en su vida, desde su juventud y su antigua amistad que ya conocemos de los capítulos anteriores, hasta los momentos previos a la Guerra de las Malvinas, cuando la dictadura realizó sus peores crímenes contra aquellos que consideraba sus enemigos. El testimonio estremecedor de Mauricio cuando relata las torturas a las que fue sometido a manos de Oliverio es el motivo que provoca la búsqueda de este último en Barcelona. El encuentro entre ambos, después de tantos años, no busca la venganza física, más bien sirve para que Mauricio le manifieste la razón por la que no le puede perdonar. Capítulos más tarde sabemos que esta razón es el vacío y la sensación de tiempo perdido que dejó en la vida de Mauricio su estancia en la carcel. Y también su separación y muerte de la Pecosa por la declaración acusatoria que fue obligado a firmar durante sus torturas.
 

Mauricio acaba su vida en Buenos Aires sin poder cumplir su deseo de llevarse allí a su nieto Daniel, al que pretendía alejar de la estancia en algún establecimiento psiquiatrico en España
 
Por desgracia en esta parte de la novela se nos confirma el caracter desiquilibrado de Daniel. Hasta ahora sabíamos que tenía un desorden de personalidad múltiple, un trastorno de identidad disociativo, una enfermedad mental que se caracteriza por la existencia de dos o más personalidades en una persona, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente. Este trastorno le llevaba a mantener conversaciones con Martina, la niña a la que él empujó por el acantilado diez años antes y que solo existía en su imaginación.
 
Esa personalidad múltiple Daniel/Martina le convierte realmente en el culpable, o al menos en el causante, de las desgracias que ocurren en la novela; y parece más que sosprendente que, como ya alguien había comentado anteriormente, un joven con ese manifiesto desequilibrio hubiese podido mantener una relación amorosa con Eva/Paola.
Ella descubre demasiado tarde la verdadera personalidad de Daniel.
 
Las fotos corresponden a la jornada del sábado 21 de abril del VI Encuentro de novela criminal las Casas Ahorcadas de Cuenca en la que Víctor del Árbol. participó.