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Primera parte: el rugido de la Bestia

Libro que estamos comentando: 
La sustancia del mal
Situado en el norte de Italia, en la frontera con Austria y Suiza, el Alto Adigio o Tirol del Sur es una región italiana conocida por la belleza de sus montañas. Este escenario tiene una extraordinaria variedad de paisajes, de majestuosas cumbres cubiertas de nieve, bosques, amplios valles, cursos de agua, lagos, pueblos de ensueño con sus campanarios y los mil tonos de una naturaleza exuberante enmarcada entre los picos de los Dolomitas. Su ubicación lo convierte en un lugar único de Italia, donde el alemán es la lengua predominante entre su población y llega a compartir con el italiano el status de lengua oficial.
 
Alejada de los circuitos turísticos durante mucho tiempo, la moda del esquí ha cambiado la economía de la zona, que ahora vive esencialmente del turismo. 
 
En el cañón del Bletterbach, patrimonio del la Unesco desde el año 2009, una enorme quebrada de 8 kilómetros cuyos fósiles cuentan la historia del mundo, sucedió en 1985, durante una terrible tormenta, el asesinato brutal de tres jóvenes de la zona que todavía está sin resolver. 

Treinta años más tarde, Jeremiah Salinger, un documentalista estadounidense recientemente instalado en Siebenhoch, un pueblo de la zona, junto a su mujer Annelise y su hija pequeña, se obsesiona con ese caso nunca resuelto. Todos a su alrededor, desde su suegro Werner, exdirector del Socorro Alpino y uno de los hombres que descubrieron los cuerpos mutilados, hasta la propia Annelise, son sospechosos de alguna manera, y nadie desea remover el pasado. 
 
Esta primera parte sirve de introducción al escenario y a los personajes que van a aparecer en la novela. 
 
Salinger, el protagonista, narra en primera persona sus comienzos profesionales convirtiendo en éxito documentales que escribe y dirige junto con su amigo Mike para un canal de televisión norteamericano. Cuando decide tomarse un año sabático en el pueblo tirolés de su mujer, donde enseguida advierte las oportunidad de realizar un documental sobre el servicio de rescate alpino, no puede imaginar el cambio que se va a producir en su vida y en la de su familia. La grabación de lo que parecía una nueva y exitosa serie documental se va a convertir en un desastre. Una operación rutinaria de rescate en la montaña de una turista atrapada en una grieta de un glaciar acabará en un accidente provocado por un alud en el que morirán todos los integrantes del equipo de rescate del helicóptero, salvo Salinger, nuestro protagonista.
 
«La expresión de sorpresa en la cara de Manny que se transforma en puro terror. El cable del cabestrante que lo levanta como a una marioneta. Manny que sale disparado hacia arriba. El rugido de las hélices del helicóptero que se convierte en un grito estrangulado. Por último. El grito de Dios. El alud que destruye el cielo».
 
El sonido de "el grito de Dios", cuando resulta tan destructor como en esta situación, lo renombra el protagonista con un término que acabará siendo recurrente durante toda la novela: La Bestia. La Bestia tiene poco de divino pero, en cambio, añade lo que de dañino y destructivo tiene la naturaleza de esa sobrecogedora naturaleza alpina. "Aunque el hombre pretende que la domina, es una fuerza enorme que está por todas partes y que se manifiesta cuándo y cómo quiere".

El accidente produce un shock post traumático en Salinger que va a necesitar tratamiento médico, a la vez que le va a convertir  en indisimulada víctima propiciatoria, o culpable de hecho, de las muertes de los integrantes del equipo de rescate. Él a la vez se siente culpable por haber sobrevivido y se castiga él mismo y a toda su familia. Su mujer le advierte que no va soportar más que arriesgue su vida teniendo una familia de la que tiene que ocuparse.
 
En el período de obligada recuperación llega a oídos de Salinger otro trágico acontecimiento sucedido en la zona treinta años antes, la muerte de los jóvenes en el cañón de Bletterbach, y rápidamente advierte el muro de silencio que se ha instaurado en el pueblo sobre esa desgracia y las terribles consecuencias que tuvo sobre los participantes en esos hechos. 
 
El saber más de los hechos se convierte en una obsesión que le devora, que le acerca a su ruptura matrimonial, que le impide pensar y que toma las riendas de su vida, sin permitirte discernir lo realmente importante. 
 
Luca D'andrea imprime un ritmo inusual a esta historia, con párrafos de una sola palabra, que tienen más de visual que de escrito. Aunque la clave consista en descubrir quién o quienes fueron los responsables de estos asesinatos, LA SUSTANCIA DEL MAL  es muy distinta a una novela negra clásica, de hecho al principio parece una novela tan solo destinada a gente que ama la escalada, la alta montaña, o que sirva para descubrir las maravillas naturales del Alto Adigio.
 
Dice el autor que eligió a un protagonista norteamericano porque necesitaba "los ojos de un extraño", alguien que no fuera, como él de Bolzano o de la zona, y pudiera acercarse sin prejuicios a las leyendas, misterios y secretos tan ancestrales de esta comunidad.

 

Conversando con Luca D'Andrea, autor de «La sustancia del mal».