La novela de Genji, XL-XLV

Hola a todas y todos, aquí llegan las notas de lectura de esta semana. Os propongo para estos días la lectura de los capítulos 40 a 45, ambos incluidos. En mi edición son unas 130 páginas. Este será el ritmo de lectura hasta finalizar el libro.
Pero dejémonos de cháchara y metámonos en harina.
 
ESTA SEMANA
La lectura de estos días supone un cambio importante en la novela: leemos el final de la época Genji (capítulso 40 y 41); continuamos con unos capítulos de transición que, posiblemente, sean apócrifos (42-44); y terminamos la lectura de estos días con el capítulo 45, donde empieza la historia de Kaoru, el falso hijo de Genji que será el protagonista principal (ojo, no el único) de esta nueva época. 
Vamos por partes con cada uno de estos bloques.
 
Capítulos 40-41
Como era de esperar, muere Murasaki. Y tras su fallecimiento percibimos el dolor y la tristeza de Genji. Dolor y tristeza que había anticipado en la muerte y resurrección de su esposa unos capítulos atrás (para mí un momento de choque en esta novela, me quedé impactado) y también a lo largo de este tiempo de postración y enfermedad. 
Me sorprende cómo se cuenta la muerte de los personajes. Lee uno el sufrimiento y anticipa el desenlace, pero la muerte se presenta sin grandiosidad ninguna. Apenas en una línea o unas pocas palabras se rompe el hilo de los personajes. Así ha pasado en todos los casos, así pasa también con Murasaki. El sufrimiento es anterior, y después llegan los rituales y la temporada de luto. Pero no hay un llanto, no hay una despedida grandilocuente ante el cadáver. Quizás en el caso de Murasaki el abatimiento de Genji sea mayor, pero tal vez eso forme parte del carácter excepcional de este personaje. No sé qué os parece a vosotros.
En estos capítulos conocemos también a Niou, otro de los protagonistas que están por llegar en las próximas páginas.
 
Capítulos 42-44
Os invito a que leáis estos tres capítulos con ánimo filológico. Fijaos que son más cortos y están más enrevesados, el autor o autora no da espesor a la trama, más bien parece que agolpa personajes y tramas. De hecho a mí me parece más difícil de seguir y leer.
¿Os pasa también a vosotros, a vosotras?
Lo de la muerte de Genji no sé si se puede contar más claro, pero no creo que se pueda contar más brevemente. Desde luego el texto es pura filosofía budista: impermanencia de las cosas.
Me fascina el personaje de Kaoru, hijo de la Tercera Princesa y Kashiwagi, supuesto hijo de Genji, que tiene un don: mientras que Genji era el príncipe resplandeciente, Kaoru es el príncipe "aromático". Ya sabíamos de la importancia de los olores, perfumes y demás efluvios en la corte Heian, pero esto ya es lo más: Kaoru trae el don de serie (¡y eso que no es descendiente verdadero de Genji!). (Si me permitís un chiste malo, lo de la paternidad de Kaoru, huele. No me matéis.).
Es muy interesante también el contraste con Niou, ¿no os parece? Niou sí es astilla de ese palo.
 
Capítulo 45
Y aquí parece que comienza de nuevo el texto de Murasaki, y si volvéis al ánimo filológico posiblemente percibiréis otro cursus en la acción, una trama más sosegada y más densa, con más capas. Estos capítulos últimos son los denominados "Libros de Uji", pues es allí, en Uji, donde el príncipe Hachi y sus dos hijas acaban viviendo, tal como vemos en estas primeras páginas.
Kaoru, algo desapegado de la fiesta y la parranda, príncipe fragante y oloroso, acaba en Uji siguiendo la bondad y las meditaciones del semimonje Hachi y acaba atrapado entre kotos, laúdes y cantos. Y no digo más.
 
Pasad una buena semana de lectura.
Saludos cordiales,
Pep Bruno