Primera Parte: August

¡Hola! Bienvenidas/os a la lectura compartida de Wonder: La lección de August . Durante cuatro semanas leeremos, y comentaremos la novela. El ritmo de lectura del libro va a ser pausado y os pido por favor, que los comentarios que se hagan se ciñan a la parte que hemos leído, o anteriores. Vuestra participación, por medio de los comentarios, será lo que haga que esta nueva experiencia resulte atractiva.

Le han realizado 27 intervenciones quirúrgicas y no ha podido llevar la misma vida que los otros niños de su edad. No obstante, es un niño espabilado, sensible, y ha tenido la suerte de nacer en el seno de una familia acogedora que se desvive por él y lo quiere. Pero él no es como lo demás; es decir, lo es, pero no del todo.

Los problemas físicos y clínicos le han impedido ir a una escuela normal y por ese motivo lo han educado en casa. Pero ahora que tiene diez años, sus padres piensan que tendría que incorporarse al sistema educativo.

 Este es el relato del primer año de escuela de Auggie. Enfrentarse al mundo exterior será una dura prueba para él y para toda la familia. Esta aventura sobre salir al mundo desde una posición de diferencia es lo que convierte Wonder: La lección de August en una lectura excepcional.

 La historia de August se explica desde diversos puntos de vista. La narración se inicia con su voz, continúa con la de su hermana, sus amigos, el novio de su hermana, la amiga de su hermana y él mismo en dos ocasiones. Este relato caleidoscópico en el que los hechos se explican desde ópticas distintas alcanza una honda introspección. 

Wonder: La lección de August es un tipo de libro poco habitual. Aunque se puede catalogar como literatura juvenil porque el protagonista es un niño de diez años, el libro aborda aspectos esenciales de la naturaleza humana, en especial, cómo tratamos a los que son diferentes en nuestras sociedades en apariencia tan evolucionadas.

El protagonista, Auggie, es un niño físicamente diferente. Nacido con graves deformidades faciales por una coincidencia genética, ha recibido educación en casa, pero le ha llegado la hora de enfrentarse al mundo real.

El personaje es una invención de la autora, pero se inspira en los muchos niños y más adelante adultos que tienen algún rasgo físico que los aparta de la «normalidad». A un niño así no le es fácil hacer amigos y la sombra de la burla y el rechazo de los demás pende siempre sobre él. Por suerte, también hay personajes positivos que desafían los estereotipos y se hacen amigos de Auggie en la escuela.

El libro capta a la perfección el terror de un niño que, protegido en casa, tiene que enfrentarse a una vida escolar que conlleva encontrarse con personas nuevas. También muestra la incomprensión y la crueldad de los que se ríen de Auggie o, peor aún, lo maltratan porque no saben convivir con la diferencia y alimentan prejuicios inaceptables.

Pero, al final de este año académico, la queja da un giro y se muestra como la bondad de unos pocos puede cambiar la percepción de muchos. Es una historia de valentía, de frustraciones, de acogida, de amistad… donde al final triunfan la solidaridad y el compañerismo.

Auggie nos ayuda a ver el mundo con otros ojos La historia se narra de forma coral siempre en primera persona. El primer y último narrador es Auggie. Su hermana Via y amigos como Summer, Jack, Miranda o Jsutin, el novio de Via, completan la sinfonía, siempre, no obstante, con intervenciones puntuales de Auggie en el relato. Esta organización de la historia nos brinda la posibilidad de conocer a Auggie desde diversas perspectivas.

Pese a la intensidad dramática, encontramos sutiles formas de humor que a veces podrían califi carse de humor negro, pero, aun así, la vena cómica aparece de diversas maneras.

La novela es una opción excelente para lectores de diez a más de ochenta años, pero, en especial, para adolescentes y jóvenes, porque trata cuestiones de gran calado humano y es imposible no posicionarse tanto en cuestiones de justicia y humanidad como por los sentimientos y la ternura que despiertan muchas partes del libro.

Cuando sus padres le proponen incorporarse al sistema de enseñanza reglada, Auggie debe enfrentarse a un problema, pero la novela nos demuestra que el problema (adaptarse, soportar las miradas curiosas, las caras de agobio y asco que provoca su rostro) no es solo suyo; nos enseña que no hemos aprendido a mirar, que juzgamos a partir de estereotipos, que no sabemos qué hacer con la diferencia, que, en definitiva, también es un problema nuestro. Auggie tiene que encontrar su lugar en el mundo, pero el mundo tiene que encontrar el modo de acogerlo, de hacerle sitio, de integrarlo. En un lenguaje comprensible, pese a las muchas referencias al mundo cultural anglosajón (la saga La guerra de las Galaxias, el día de Halloween, personajes de ficción, libros, canciones, películas, etc.), la lectura es muy fluida. Se trata de una novela que cuesta dejar y, cuando termina, aún se echan de menos voces como las de los adultos que solo se mencionan o las de algunos personajes clave como los padres o el director del colegio.

 «Sé que no soy un niño de diez años normal. Bueno, hago cosas normales: tomo helado, monto en bici, juego al béisbol, tengo una Xbox… Supongo que esas cosas hacen que sea normal.»

Así comienza la primera parte de Wonder: La lección de August, que lleva por título «August». La siguen otras siete partes más que van cambiando de perspectiva y van explicándonos la vida de este niño, siempre en primera persona, a lo largo del curso lectivo en el que va por primera vez a la escuela. Los textos narrativos en primera persona favorecen la identificación del autor con el lector porque parece que lo implique, que lo ponga en su piel, y resultan ser unos ejercicios de empatía magníficos.

Esta primera semana leeremos la primera parte: August

Espero y deseo que disfrutéis mucho de esta ewstupenda novela que seguro os engancharán.

Durante este mes os iré subiendo imágenes, ilustraciones, música, etc... relacionado todo con el libro.

Feliz Lectura

Saludos

Alejandro