3 LA BARCA DEL TIEMPO

 
3 LA BARCA DEL TIEMPO. Cristina Peri Rossi
 
Buen día personas ATRAPAVERSOS:
¡Muchas felicidades por dedicar momentos a la lectura de poesía!
Mañana, día 21 de marzo, entra oficialmente la primavera y, como sabréis, se conmemora el Día de la Poesía. Nuestro día, para este Club.
 
Comenzamos esta semana el tercer tramo de lectura de nuestra particular Barca del tiempo, que llega hasta la página 199 del libro.
Este apartado incluye poemas de los siguientes libros de la autora: Aquella noche, Inmovilidad de los barcos, Las musas inquietantes y Estrategias del deseo.
 
La semana pasada se me quedó “en el tintero” a propósito del título del poema “Alegoría” de la página 138, refrescar el significado de esta palabra, la alegoría, un procedimiento retórico (tomo la definición del Diccionario de términos literarios de María Victoria Reyzábal) “mediante el cual se establece la correspondencia, por semejanzas tácitas entre ciertas ideas y ciertas imágenes, produciéndose así una serie de metáforas que explican de manera más gráfica o concreta el concepto. Suele aparecer en forma de personificación. Como género fue muy utilizado en la Edad Media y en el Barroco. La caverna de las ideas de Platón es una alegoría, lo mismo que la descripción del Paraíso como un prado que hace Berceo”.
Creo que puede venirnos bien releer el poema después de haber leído su significado. A propósito de ello, también podéis leer el poema “Darwinismo” de la página 187, pues es otro ejemplo de alegoría, con su parte de humor, por cierto.
 
De los poemas del libro Aquella noche, destaco “Historia de un amor” porque relata una hilazón de antecedentes a ese amor por demás llamativos, enormes: se remonta desde el descubrimiento de América hasta “todas las cosas de este mundo”. Con un bello desenlace:
 
y desde que no nos amamos
sólo existe un gran desorden.
 
En Inmovilidad de los barcos la autora explora el sentimiento del desamor en la mayoría de los poemas. En el primero, “Mensajes”, se hace una reflexión muy interesante: la creación literaria va bastante por delante de la recepción del mensaje por parte de los lectores; es decir, el creador en su labor no se para a esperar los resultados de la botella que lanzó al mar. El poema tiene cierta ironía, un carácter que a mi juicio vamos a encontrar en unos cuantos poema más: “RIP” p. 158, “Alegría de vivir” p. 160, “Oración” p. 163, “Los psicoanalistas” p. 166, entre otros. Seguro que encontráis alguno más, porque nuestro propio carácter y el momento personal de lectura va a influir en el modo en que lo interpretemos cada persona.
Por mi parte, me quedo con el poema de la página 168 “El mundo del futuro” en el que se relata la soledad tecnificada de nuestro tiempo, de una individualidad exacerbada. Se puede decir que la autora se adelantó en sus pronósticos, porque este libro fue publicado en ¡1997! Casi podríamos decir que el poema es profético…
 
Las musas inquietantes hace honor a su nombre, pues todos los poemas están escritos a propósito de obras de arte, y la poeta ha elegido pinturas que resultan turbadoras, al menos para ella. No me parecen fáciles de leer, la verdad. El título del libro está tomado del poema que habla a propósito de la obra de Giorgio de Chirico, titulada precisamente Las musas inquietantes.
Para que todo este grupo de poemas os sea de provecho y podáis formaros mejor idea, os recomiendo que veáis cada obra pictórica sobre la que escribe la poeta. Gracias a Internet lo vais a tener fácil.
Destaco el poema “La seducción” de la página 172, porque me parece bastante interesante lo que concluye, pues a mi juicio no refleja tanto la oposición entre hombres y mujeres, sino entre la parte masculina y femenina de la Humanidad, no importa de quién, de modo que para mí la contraposición está entre la guerra o el amor:
 
Aquello que los hombres matan con violencia
las mujeres domestican con dulzura.
 
Para acabar el paseo de lecturas de esta semana llegamos a Estrategias del deseo. En el poema del mismo título, de la página 184, me parece que hay una errata: en el segundo verso pone la verdad nos es decible y creo que tendría que poner la verdad no es decible. Empieza el poema con una enumeración muy interesante a propósito de que “las palabras no pueden decir la verdad”. El final es sorprendente, pues equipara la conversación con las medias y el liguero, es decir, que todo ello son estrategias del deseo. Bueno, es una tesis que a nivel general no comparto, pero admito el contexto en el que la poeta lo está contando y le doy la razón: a veces hablamos para seducir, con el objetivo que sea.
La imposibilidad de una comunicación total de la que adolece el lenguaje, un tema que ya hemos leído en otros poemas, lo encontramos asimismo en “In memoriam” de la página 185:
 
la vida se nos escapó
entre las caricias
y los besos
como se nos escapó en palabras.
 
No nos queda más remedio que estar de acuerdo: las palabras y la vida se van. Tal y como dice la famosa expresión latina atribuida a Virgilio: tempus fugit, el tiempo vuela, huye, pasa deprisa para no volver.
 
Queridas personas ATRAPAVERSOS, también ahora llega el tiempo de despedirnos hasta la semana que viene, pero no sin antes contraatacar con otra frase latina, ésta del poeta Horacio y con la que os deseo una semana espléndida: ¡CARPE DIEM!
Aprovechad el momento, pues, ya que el tiempo vuela.
 
Un abrazo,
Estrella Ortiz
 
P.D.: El próximo mes de abril, la propuesta de lectura será La poesía de los árboles, una preciosa antología ilustrada sobre poemas de árboles de la editorial Nórdica. La edición corre a cargo de Ignacio Abella y las ilustraciones son de Leticia Ruifernández. Espero que sea de vuestro interés y nos continuemos encontrando en esos versos de poetas de todo el mundo.