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1 INESPERADAS. ANTOLOGÍA

 
1 INESPERADAS. ANTOLOGÍA
 
Buen día, esperadas personas ATRAPAVERSOS:
Esta semana, lunes 4, comenzamos la última lectura del Club para este año 2023. Lo hacemos con una cuidada edición de mujeres poetas en lengua hispana, de la península y de América; además de un poema en catalán de Montserrat Abelló y otro de Rosalía de Castro en gallego, ambos con su traducción al castellano.
 
En este mes el plan de lectura he optado por organizarlo a partir de una decisión “salomónica”, y he hecho una división lo más equitativa posible de poemas para cada semana:

  • En esta primera, vamos a leer hasta el poema de Olga Orozco de la página 19.
  • La semana del lunes 11 leeremos hasta el final de las ilustraciones de Alejandra Acosta (p. 77).
  • La tercera semana, del lunes 18, leeremos desde la página 79 hasta el poema de Alfonsina Storni de la página 95.
  • Y la última semana (navideña, navideña) acabamos el poemario. Y despedida.

 
 
Inesperadas es un libro singular, pues si bien su tamaño nos hace pensar en un libro de bolsillo, su cuidada presentación en cartoné y el trabajo de la ilustradora Alejandra Acosta nos hacen sentir que es una pequeña joya, un regalo cálido para la vista y el tacto. Así como gracias a su contenido: una cuidada selección de mujeres poetas, algunas poco conocidas para el gran público.
La selección de Paula Carbonell nos presenta autoras que abarcan un abanico de cuatro siglos: de la primera, Hanni Ossott, nacida en Caracas en 1946; hasta la última, Teresa de Jesús, nacida en la provincia de Ávida en 1505. Treinta y cuatro mujeres en total, una lista a la que tenemos que sumar Safo, que es quien abre, como para bendecirlo, el poemario. Una feliz coincidencia que aparezca esta poeta, pues como sabéis Safo de Lesbos ha sido la lectura anterior del Club, de este mes de noviembre pasado.
 
De modo que esta es la disposición del libro: Prólogo de la antóloga, Selección de poemas, en la mitad de ellos el poema visual de la ilustradora; y para acabar, la Bibliografía de las autoras en la que se indica el libro de donde están tomados los temas.
 
El poemario tiene varias peculiaridades, una de ellas, que carece de Índice, un elemento al que solemos estar acostumbradas como lectoras. Asimismo, respecto a las ilustraciones, es original su forma de incluirlas: estas están agrupadas formando una serie en el centro del libro que tiene autonomía pues, como si dijéramos, es un poema más. También es original la cantidad de “aire” que incluye, es decir, el libro tiene muchos espacios en blanco: los poemas siempre comienzan en la página de la derecha (páginas impares) y todas las de la izquierda (páginas pares) están sin palabras y son las únicas que están numeradas. Se me ocurre que parece un cuaderno que nos dejase un montón de espacios para nuestras propias anotaciones o pensamientos; como si  permitiese que las palabras que se acaban de pronunciar tuvieran un tiempo de re-poso antes del comienzo del siguiente poema.
 
Ha sido una sorpresa para mí mirar en internet sobre Necoclí (título del poema de María Mercedes Carranza, p. 3), y enterarme que es un lugar fundado por los conquistadores hispanos en enero de 1510 y conocido hasta la fecha como “Bastión Histórico de América”. Lo que más me ha impresionado de lo que cuenta es que el distrito tiene 14 volcanes ¡de lodo!, uno de ellos, el San José de Mulatos, está en continua erupción. Aunque en realidad El canto de las moscas (Versión de los acontecimientos) de donde está tomado el poema, reúne 24 temas sobre comunidades masacradas en Colombia y supone una “huella de la violencia ocultada contra el ser y el medio ambiente”. Podéis leer algunos poemas más en este enlace:
https://diariodepaz.com/2018/08/29/maria-mercedes-carranza/
 
Todos los poemas de esta semana tienen una gran potencia expresiva. De golpe se entiende que en el libro haya tantos espacios en blanco, como si estuvieran para dejar que las ondas de las palabras a cada poema se extiendan y se aplaquen.
Tal y como se expresa en el poema de Alejandra Pizarnik (p. 5), un poco caligrama, pues el poema habla de una caída que llega hasta la primera caída –nada menos–, y son las palabras las que también lo ilustran así, cayendo. O el poema de Blanca Varela Poderes mágicos (p. 9) en el que se explica un ensalmo para finalmente aparecer en el mismo lugar, donde “todo sigue exactamente igual”, y te deja clavada a la página. O en el de Idea Vilariño Qué puedo decir (p. 17) en el que se expresa la negación de la propia escritura. A propósito de esta autora, hace poco leí el libro de sus obras completas, editado por Lumen, y me dejó pasmada su voz intensa y desgarrada, una obra que grita el sentimiento del amor incombustible y trágico. En este enlace podéis leer algún poema suyo más:
https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-idea-vilarino/
 
 
Aquí nos quedamos por hoy, en esta onda expansiva que producen las palabras al caer en la página, y que están rodeadas de silencio para que en nuestro interior devengan ecos de quién sabe dónde.
 
Hagamos el silencio, ese tesoro que hoy más que nunca necesitamos para poder vivir con un poco más de consciencia. La poesía nos lo ofrece, solo tenemos que acallar tanto ruido “ambiente”, y dejarla que nos habite.
 
¡Feliz vida sentida, ATRAPAVERSOS!
Hasta la próxima semana,
 
Estrella Ortiz