Grandes esperanzas, XXII-XXX

Hola a todas y todos, aquí llegan las notas de lectura de la semana. En esta ocasión leeremos casi 90 páginas, al menos en mi edición, que van desde el capítulo XXII al XXX (ambos incluidos).
Vamos al lío.
 
CAPÍTULOS XXII-XXVI
En este primer bloque de capítulos acompañamos a Pip en sus primeros pasos en Londres y conocemos los lugares donde pasará la mayor parte del tiempo y las personas con las que se relacionará habitualmente.
Creo que es un alivio (al menos para mí, ya me diréis si os ocurre igual a vosotras y vosotros) que en el primer paso nos encontremos con Herbert como compañero de Pip en este tramo de la novela (y, de alguna manera, alguien que parece tomar el testigo de Joe en la pasada etapa). Creo que es interesante que, en este ámbito confortable y amistoso, Pip reciba otro nombre: Haendel es cuando está en casa, a salvo, cuando no tiene que mantener la guardia a cada paso, en cada gesto; sr. Pip será su nombre en sociedad, afuera, donde ha de ir con cuidado en todo momento.
Herbert es un compañero ideal en este camino, como os decía, pero también es un personaje con su propio interés. Pareciera como si de Joe o de Biddy lo conociéramos casi todo mientras que a Herbert lo vamos a ir conociendo poco a poco, desde sus proyectos de futuro hasta... su compromiso. Por cierto, gracias a Herbert sabremos la historia de la señora Havisham (aunque mucho ya sabíamos o habíamos deducido).
Conoceremos también Hammersmith, el lugar donde vivirá y estudiará Pip (aunque mantendrá habitaciones en la Posada de Barnard, con Herbert; una sede siempre dispuesta en Londres). Y claro, también conoceremos al señor y la señora Pocket, a sus hijos, a las niñeras, y a los otros dos estudiantes de la casa (Drummle y Startop). La señora Pocket me hace pensar un tanto en Estella, ¿os ocurre igual a vosotros?
El capítulo dedicado a Wemmick y su casa castillo resulta fascinante y muy entretenido, aunque ¿no os parece como un relleno en la trama? Veremos si me equivoco y más adelante vuelve a tener un papel relevante en la historia. Eso sí, un capítulo bien jugoso, daría para comentarlo un buen rato (qué casa, qué personaje, el padre sordo, el cañón de las nueve...).
Aunque creo que el capítulo más fascinante de este primer bloque que he seleccionado es el de la cena con Jaggers. Ya avisasteis en los comentarios de la pasada semana, ¡qué personaje! En este capítulo vemos "en acción" al tutor, con ese sexto sentido que parece ver a través de las personas y llegar hasta la misma entraña. Creo que la cena es, para él, una especie de divertimento en el que se entretiene en enredar a los jóvenes, pero que, al mismo tiempo, ve algo (que quizás más adelante veremos nosotros) en Drummle.
 
CAPÍTULOS XXVII-XXX
Mientras que en los capítulos anteriores hemos acompañado a Pip en su nueva vida, en estos que llegan veremos al nuevo Pip frente al espejo de su pasado: la carta de Biddy será el detonante de una serie de acontecimientos bien jugosos. (Además de la propia carta, que también tiene su cosilla, más cuando veamos que no se cuenta ahí todo lo que ha de decirse.)
Para empezar, la comida con Joe en Londres, ¿qué os parece? Hay un momento maravilloso al final, en el monólogo último de Joe, maravilloso y quebradizo. ¿Qué opináis?
Para continuar, la visita a la señora Havisham y a Estella, donde nos encontraremos con dos personajes secundarios que también juegan un papel importante en este momento: Orlick y el ayudante del señor Trabb. En cualquier caso el ratito con la señora Havisham a solas y con Estella a solas no tienen desperdicio. 
A todo esto hay que sumarle otros muchos detalles y personajes que van sucediendo a lo largo de las páginas, de especial relevancia quizás sea el de los dos presidiarios que viajan en el carruaje; pero también es interesante la aparición del criado (el Vengador) y, quizás, de la figura de los criados en general en todo el libro; y desopilantes las breves apariciones (en verdad sólo son citados) de Wopsle y de Pumblechook.
En fin, mucho para disfrutar en estos días.
Os leo en los comentarios.
 
Saludos cordiales
Pep Bruno