El mar, el mar, VII
Hola a todas y todos, seguimos con la lectura de esta novela que nos tiene completamente enganchados. La pasada semana terminamos el capítulo cuarto de la historia y esta semana vamos a leer el quinto. En mi edición son apenas setenta páginas, de la 503 a la 568. Se va acercando el final del libro (pero no parece que se vislumbre un final claro, ¿verdad?).
ESTA SEMANA
Este quinto capítulo cuenta el peor día de la vida de Charles y algunas de sus consecuencias. Y, de nuevo, hay un giro argumental importante en la historia que voy a tratar de no destripar, pero sí voy a comentar algunas cosas.
Hay un continuo ambiente de irrealidad a estas alturas de la novela: gente cantando, bebiendo, atardeceres hermosos... mientras algo poderoso, gris, temible (como el mar) espera pacientemente su momento de salir a escena. Es algo que lo estamos sintiendo hace páginas, es como si hubiera una trama profunda que no termina de aflorar pero que cada vez tiene más peso, enrarece más la historia, carga de mayor densidad la trama. Es algo de lo que nos van alertando algunas señales, algunos comentarios de Titus y de Hartley, puesto que, por lo que parece, es algo que ocurre o ha ocurrido en esa casa, en esa familia.
Por otro lado sigue habiendo momentos magníficos. La situación del coche lleno de gente y siendo emboscado a pedradas es desopilante (cuando sabemos quién es la persona culpable), suma a la tensión y, de pronto, afloja, porque es otra cosa (no lo que tanto estamos temiendo).
Vuelve Lizzie a escena. Su llegada nos sirve (entre otras cosas) para que haga de espejo y se pueda comparar a Hartley a Lizzie y para que nos resulte más incomprensible (si cabe) esta insistencia de Charles por ese amor que parece alimentar sólo él, ver sólo él, sentir sólo él... ¿o es que es algo más teatral que real?, porque ¿qué hay detrás de toda esta cabezonería?, ¿será amor de verdad?, ¿será un intento por recuperar la vida no vivida?, ¿será una ilusión, una sombra... un sueño, como decía Hartley?, ¿o más bien será una pesadilla?
A estas alturas hay una tropa en escena: Charles, Perry, James, Titus, Gilbert, Hartley, Lizzie, Rosina y Ben. Es deslumbrante el puzzle y los equilibrios y cómo todo va avanzando sin que haya tramas que entorpezcan. Iris Murdoch es una completa maestra de la narración. Es maravilloso.
Por otro lado hay dos puntos de inflexión brutales en la historia. Uno ocurre en las primeras páginas de esta semana y atañe directamente a Charles (y no os voy a contar más) y el otro ocurre al final del capítulo y es doloroso y trágico (y tampoco voy a contar más).
Os dejo que sigáis nadando por este libro.
Pasad una buena semana,
saludos cordiales,
Pep Bruno