Quijote II, capítulo 62 al 66

Hola a todos y todas, cinco capítulos esta semana, sólo cinco para dar un poco de aire a quienes andan a rebufo y con ganas de terminar al mismo tiempo que todos. Una semana más para prolongar el placer de esta lectura. Y también una semana más para calentar motores por si os animáis a engancharos a la próxima lectura, que durará sólo el mes de julio y que será el "Viaje a la Alcarria". Pero vayamos al lío que se pone la cosa muy emocionante.

Estos cinco capítulos transcurren en Barcelona.

En el capítulo LXII don Quijote y Sancho siguen alojados en casa de Antonio Moreno y allí vivirán la aventura de la cabeza encantada. Atentos, una vez vivida la aventura de la cabeza encantada, qué hace su dueño con ella (bien sirve para hacernos una idea de cómo era la vida con la mirada vigilante de la Inquisición siempre atenta). Es en este capítulo cuando Cervantes habla de la traducción (qué imagen poderosa cuando habla de que leer un texto traducido es como ver un tapiz del revés) y también de lo necio que es traducir de lenguas hermanas (sí, parece que Cervantes defiende que tengamos nociones básicas para poder leer en catalán, gallego, portugués, italiano... y de esta manera podamos disfrutar de los textos tal cual han sido escritos por sus autores, ¿qué opináis?).

En el capítulo LXVIII don Quijote y Sancho suben a un barco y viven una gran aventura. Se nota que Cervantes viajó y batalló en barco. Ahora, la aventura tiene un desenlace sorprendente (no quiero dar pistas), pero sí os diré que nos vamos a reencontrar con un viejo conocido nuestro y vecino de Sancho, sí, el morisco Ricote, quien va a ser parte protagonista de la aventura que sucede en estas páginas y que escuchará (junto con nosotros) la sorprendente historia del arráez del barco capturado (insisto en que no quiero contar más para no desvelar sorpresas). Ah, y ved que Sancho no pierde oportunidad para "pasarlo bien".

El capítulo LXIV resulta pesaroso, especialmente para don Quijote y Sancho. Veremos algo que muchos de nosotros no queríamos ver y para que no quede duda el capítulo LXV nos da explicación de quién hizo lo que hizo y por qué lo hizo. Pensad si habría otra salida posible, otra opción posible, otro posible giro para esta novela enorme. A veces unos caen para que el resto siga en pie, para que todo siga funcionando, ¿no os parece? Me interesará saber vuestras opiniones.

El capítulo LXVI es de nuevo viaje y diálogo entre don Quijote y Sancho, no tan alegre como fueron los anteriores, todo hay que decirlo, pero ya sabéis que las penas con pan son menos (y esto a Sancho siempre le ayuda). Aquí nos encontraremos con otro conocido (¿recordáis a Tósilo?) y veremos en qué paró aquella boda por la que don Quijote y él contendieron, y también nos asomaremos (aunque sea brevemente) a la tramoya del artificio del duque.

La próxima semana terminamos el libro, ay, qué alegría y qué pena.

Feliz semana de lecturas

Pep Bruno

Créditos de las imágenes. La cabeza encantada, grabado de Muntaner tomado de aquí. Don Quijote en el esquife, cuadro de Ana Queral tomado de aquí