Comenzando: prólogo y capítulos 1-5

Hola a todos y todas.
A lo largo de estos meses vamos a ir leyendo el Quijote sin prisa, paladeando cada una de sus historias, sus personajes y de cómo son contadas. Antes de comenzar os recuerdo que es preferible que utilicéis una edición crítica del libro, por si queréis saber cuál voy a utilizar yo os lo cuento: la que estoy leyendo es la que publicaron Florencio Sevilla y Antonio Rey en el Centro de Estudios Cervantinos, pero también tengo a mano para consultas la que preparó Francisco Rico en editorial Crítica y la de Martín de Riquer en Planeta (que fue la primera que leí y que me acompaña desde entonces).
Vamos a comenzar esta primera semana leyendo el prólogo y los cinco primeros capítulos.
 
PRÓLOGO: el prólogo fue, en su época, muy novedoso. En él se dan las razones que llevaron a Cervantes a escribir el Quijote: parodiar a los libros de caballería y a quienes escribían de manera enrevesada. Para hacer esta crítica de manera llamativa Cervantes incluye a un amigo imaginario, esto recuerda al género del diálogo, tan de moda en esa época.
Leyendo el prólogo ¿creéis que da pie a pensar que el libro se empezó a escribir en la cárcel?
 
CAPÍTULOS I-V
Estos cinco capítulos conforman la primera salida de don Quijote. Hay autores que afirman que Cervantes empezó a escribir esta novela con idea de hacer un cuento breve o una novelita al estilo de las ejemplares, así, el cuento quedaría cerrado. Pero debió suceder que la fuerza de los personajes (y la misma vida que tenían) tiraron del autor para que siguiera adelante con la historia. Pensad en estos cinco capítulos como un cuento breve y veréis que así podría funcionar.
Fijaos que el Quijote habla al estilo antiguo (arcaizante), tratando de imitar a los héroes de sus novelas, habla de tal modo que resulta antiguo hasta para los personajes de la novela y los contemporáneos de Cervantes.
Un detalle importante en toda la primera parte del Quijote: el Quijote no ve la realidad, ve lo que quiere ver, ve castillo en vez de venta y gigante en vez de molino. Es muy interesante porque en la segunda parte (escrita diez años después) es justo al revés, el Quijote verá la realidad pero los demás la deformarán para que se acomode a la ficción de la caballería. Este creo que es el gran contraste de las dos partes y marca la evolución de los personajes. Pero de eso ya hablaremos más adelante.
Leed y releed con gusto estos capítulos llenos de prosa magistral y de humor inteligente. Fijaos sobre todo en la venta, cuando es nombrado caballero (un ventero y dos rameras ofician el rito, parodia total de los libros de caballería). No os dejéis enredar por la prosa y dejaos llevar por la historia (ved que cuando se rompe el morrión hecho con cartones y después de repararlo prefiere no volver a probar a ver si resiste, el Quijote sabe bien que no resistirá, pero se hace el loco con tal de no arreglarlo más veces y salir cuanto antes vestido de caballero a “desfacer entuertos”). Toda la novela está llena de tópicos caballerescos, pero estos primeros capítulos, mucho más, tópicos constantemente parodiados (seguro que en las ediciones críticas que manejáis todo esto se comenta).
 
No he dicho nada de los poemas primeros ni de tasas ni dedicatoria ni nada, el que quiera que los lea. Son paródicos y muy guasones, pretenden criticar la moda que había de alabar a colegas en los inicios de los libros. Os diré que Cervantes soñó con ser recordado como un gran poeta, su pasión era la poesía. 
Espero vuestros comentarios para ir sumando miradas a la lectura de este libro extraordinario.
Saludos cordiales
Pep Bruno