El cofre de nadie: Cap. 19 al cap. 25
El cofre de Nadie de Chiki Fabregat está muy en línea con las obras premiadas en las últimas ediciones, la novela aborda la cuestión identitaria, tan propia de la literatura juvenil, tomando una posición muy cercana a su público. Su estilo sencillo y directo hace que la relación entre Nadia, Érika y sus amigos se sienta genuina, sincera y diversa, como también lo son las ideas en torno a la construcción de la familia que toman el centro del relato con una perspectiva multicultural. Si hubiera que apuntar algún defecto, quizá sea su brevedad, y es que tras la pregunta inicial el conflicto no logra reinventarse, dando lugar a una serie de eventos un tanto lineales.
Como apunta Pablo García en un artículo en El templo de las mil puertas “Pero a estas alturas ya tenemos aprendida la lección: lo importante no es el destino sino la travesía, y el mayor tesoro de todos son los amigos que hicimos por el camino. Si quieres saber dónde encaja el cofre en todo esto... no te queda otra opción que abrirlo y comprobarlo tú mismo”
Hemos visto que es una novela bastante realista, con un ritmo muy fresco, actual, optimista, presentando una juventud viva, participativa, solidaria, sin caer en los tópicos de juerguista y pasotas. Es bastante agradable comprobar el planteamiento que hace de la diversidad de la sociedad actual española y la naturalidad con la que la disfrutan los jóvenes. La gran pregunta que se hace nuestra protagonista y que deberíamos hacernos todos los lectores es ¿quiénes somos en realidad? ¿quiénes forma nuestra auténtica familia? ¿a qué sociedad pertenecemos realmente?
Ya finalizamos con estos últimos capítulos, en los que se aclaran las diferencias entre lo que Nadia pensaba que era su historia y lo que descubre a los dieciséis años.
De boca de su padre y de Rut conoce todo los entresijos de su adopción y el desarrollo posterior a ésta.
Conocerá la manera de actuar de su madre biológica, y como ésta realiza cada una de estas acciones.
- permitir que el médico oiga el llanto de sus dos bebés
- preparar el cofre para un hijo muerto, aunque su hija estuviera viva
- abandonar a uno de sus bebés junto con el cofre
Y su actitud me lleva a preguntarme : ¿En qué sentido lo que hace la madre biológica de Nadia es un acto de rebeldía?
Un tema importante y desencadenante de las dudas de Nadia es el uso de las redes sociales que resulta crucial para el desarrollo de los acontecimientos de la historia. Algunas medidas que deberían haber tenido en cuenta los protagonistas de la novela para preservar su privacidad y garantizar su seguridad (no subir fotos reconocibles del interior de la vivienda, no quedar con desconocidos especialmente si nadie más sabe cuándo y dónde, etc.).
Juan su padre no comete ninguna ilegalidad, pero si que comete alguna temeridad, y le cuenta los tres motivos por los que no le dijo la verdad a Nadia antes.
Al final, Nadia tiene un momento de crisis en el que no sabe quién es.
Y tú… ¿quién eres? A través de una enumeración de características, describe quién eres para diferentes personas o grupos.
–Eres Nadia –dice el padre–. La que aparta los guisantes para comerlos todos juntos al final. La que se duerme enredándose los rizos con el dedo. La que ve la misma película cien veces y repite los diálogos. La que no se enfada nunca. La que no compite. Esa eres tú. [...]
–Su nieta negra.
Punto final a una historia corta, pero intensa, en el que se tocan tantos temas: Familia. Amistad. Ética. Arte. Interculturalidad. Espiritualidad y religiones. Misterio. Derechos humanos. Geografía y viajes. Muerte. Tecnología e internet.
Todos estos temas los ha mezclado de una manera tan magistral Chiki Fabregat que el resultado es un buen coctel de emociones.
Feliz Semana de lecturas
Saludos
Alejandro