Drácula, 17-21

Hola a todas y todos, aquí llegan las notas de lectura de la penúltima semana ya, está la cosa que arde, madre del amor hermoso. Así que al lío, al lío, vamos con las casi 100 páginas (según mi edición) de esta semana.
 
CAPÍTULOS 17-21
Lo primero que vamos viendo en estos capítulos es cómo se va armando el puzzle de diarios y cartas, todos ellos cronológicamente ordenados, y, de esta manera, la información se va completando. Es así como el grupo de protagonistas empieza a ser consciente de contra quién están luchando y de cómo actúa. El papel de Mina es fundamental en todo este proceso y resulta un poco sorprendente la decisión que se toma con respecto a ella, pero claro, como veremos es una decisión necesaria para la trama.
Por otro lado el asunto de las cajas. En el "Deméter" llegaron 50 cajas de tierra traídas de Transilvania, parece ser que Drácula necesita descansar sobre esa tierra (que es tierra no consagrada, supongo). Si os fijáis en las adaptaciones cinematográficas, al menos las que yo conozco, esta cuestión de las cajas no es tenida muy en cuenta (si no me engaña la memoria). Sin embargo en el libro sí que ocupan un lugar muy relevante (y en estos capítulos entenderemos por qué). Me encanta cuando nos topamos con cuestiones que el libro trata y que no han sido tocadas en las adaptaciones. Porque una vez visto esto en el libro uno entiende el porqué de estas cajas, sin embargo en el cine no se entiende que haya tanto movimiento de cajas (aunque en las adaptaciones que yo he visto no recuerdo que sean tantas cajas). ¿No os parece que este asunto de las cajas adquiere mayor sentido ahora?
Hay además un personaje bien importante en estas páginas: Renfield. Si hasta ahora parecía más bien una pequeña melodía alrededor de la música principal en este momento pasa a ser el tema central en algunos momentos. Y su presencia adquiere más sentido, desde luego. Yo mismo comenté en alguna nota anterior que este personaje estaba algo desdibujado, pero no, tengo que rectificar mi comentario, Renfield es "una especie de indicador de las idas y venidas del Conde" (p. 331), pero es más que eso, y además va a jugar un papel muy importante en las últimas páginas de esta semana. Pero no diré más. ¿Qué os parece este personaje a vosotras, a vosotros?
Hay dos escenas que me han resultado impactantes en estos capítulos. La primera de ellas tiene que ver con las ratas, cientos de ratas, y con los perros (cazadores de ratas). Por cierto, esto de ir a investigar cositas del Conde Drácula en medio de la noche... qué sentido tiene, ¿no sería mejor ir a plena luz del día cuando él no debe tener tanta fuerza o debe escapar de la luz del sol? (Bueno, eso de la luz del sol no está claro, pero ya lo dejo para los vampirólogos.)
La segunda escena no puedo contarla, pero sólo os diré que hay un grupo de caballeros que revientan una puerta y se dan de bruces con ella (con la escena). Espero ansioso vuestros comentarios al respecto y, especialmente, el análisis desde una mirada del deseo. Por si ayuda aquí os dejo este artículo de Gustavo Martín Garzo (en El País, allá por 2012) que creo que es bien interesante: 
https://elpais.com/elpais/2012/09/13/opinion/1347547057_436572.html 
Os leo en los comentarios.
 
Pasad buena semana.
Saludos cordiales
Pep Bruno