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Nueva semana. Tercera parte: LA NIEVE FUNDIÉNDOSE EN LA PIEL

Libro que estamos comentando: 
Déjame entrar
Ya habéis advertido que "Déjame entrar" está formado por el relato de diferentes historias que forman un mosaico en el que todas la piezas confluyen en Eli, un misterioso personaje al que ya en este capítulo se le presenta con una personalidad ambigua.
¿Quién es Eli?. ¿Qué es Eli? Hasta ahora la relación entre Oskar y Eli está teñida de un aura de inocencia que contrasta exageradamente con las extrañas circustancias que rodean a la aparición de la niña en el barrio de Blackberg, situado en los suburbios de Estocolmo.
Es enternecedor el encuentro de los dos niños, Oskar armado con un cuchillo y desfogando su frustración contra un arbol, y Eli contemplando la escena desde un tobogán y vestida con un simple jersey que evidentemente no le puede proteger del frio de una  noche sueca de octubre. La niña vampira se ha mudado a la casa de al lado y vive con un pederasta, Hakan, que se enamoró de ella hace tiempo y al que utiliza para que le consiga la sangre que necesita. Y es que la niña es un parásito que, aparte de chupar sangre, se aprovecha de los solitarios, de los que la sociedad rechaza, para poder sobrevivir. En los capítulos finales sabremos que es una inmortal contagiada a los doce años, antes de la madurez, que no parece comprender demasiado bien lo que le rodea y se mueve solo por instinto de conservación. No llegamos nunca a saber qué grado de humanidad conserva. 
De Hakan conoceremos en esta capítulo su pasado como profesor, acorralado por unas pulsiones que no puede reprimir y que le llevan a apartarse y ser despreciado por la sociedad. Es Eli quien le recupera y le dota de un objetivo siniestro. A la vez Hakan le profesa una fidelidad que le lleva a intentar suicidarse con ácido y convertirse en un monstruo que protagonizará las páginas más terroríficas del final de la novela.
Por otro lado, están un grupo de amigos alcohólicos vecinos del barrio, Morgan, Larry, Gosta, Locke y especialmente Virginia, que acabarán siendo víctimas del monstruo, y un policía, que sigue a lo que él cree que es un asesino en serie, que pone el punto de vista del adulto racional, demasiado racional en algunos casos frente a la evidencia que tienen delante de las narices.
 
 
En esta tercera parte, el tercer capítulo "La nieve fundiéndose en la piel", la policía investiga si Hakan, internado en el hospital y recuperándose de los efectos del ácido, es el responsable de los asesinatos que se han reproducido recientemente en la zona. Los amigos borrachines acuden a casa de uno de ellos para convencerle de que declare ante la policía como testigo del asesinato de un amigo común. La escena se desarrolla en una casa pestilente, llena de gatos que en capítulos posteriores tendrán un protagonismo espeluznante.
Otra de las historias tiene lugar en la casa del padre de Oskar, un padre separado y alcohólico, con buenas intenciones, pero al que la adicción le convierte en un ser despreciable a los ojos del niño.
El mosaico de los vicios y las miserias de la sociedad sueca lo completan la serie de niños y jóvenes inadadptados que planean sobre la figura de Oskar. Todos son desarraigados, crueles, capaces de abusar del más debil o, si no, de apartarse y pasar las tardes embotados por el pegamento mientras lo esnifan en los sótanos de los edificios.
En este capítulo Oskar es definitivamente consciente de que Eli es un vampiro. Nunca sale de día, puede ver en la oscuridad, no tiene frío, no come, y pronuncia la frase que se permite entrar a los vampiros en las habitaciones: "Dime que puedo entrar". 
"Estoy sola", dice Eli mientras le confiesa que no sabe lo que es y provoca un acercamiento de evidente atracción física y amorosa. Oskar se muestra confuso y superado por los acontecimientos mientras asiste a la manifestación mas bestial de Eli, casi incapaz de resistirse a la atracción de la sangre que corre por la mano del niño.
La parte del libro que vamos a comentar finaliza justo cuando comienza la parte más terrorífica, una mezcla de persecuciones, luchas, vampiros-zombis, inmolaciones ante el sol del día, mientras que ni los padres, ni la policía, ni los maestros, ni la sociedad parecen darse cuenta de lo que está pasando a su alrededor.