Nuestros Clubes de Lectura

Literatura de viajes

Club de lectura de poesía.

Literatura juvenil

Clásicos universales

Novelas de género (novela negra, ciencia ficción, etc.)

4- Antología poética de Jaime Gil de Biedma

Libro que estamos comentando: 
Antología poética

4- Antología poética de Jaime Gil de Biedma
AVISO A NAVEGANTES: (que va a ser una constante en mis entradas semanales).
Si yo estuviera en vuestro lado, creo que leería esta entrada tras la lectura de los versos, porque a mí personalmente no me gusta que me destripen la lectura y aunque yo intentaré no hacerlo, en la explicación que os doy de algunos poemas anticipo algunas cosas, en vuestras manos queda leer antes o después.
Esta semana del lunes 25 de marzo, leeremos el último apartado
«De Poemas póstumos» (1968) de la página 127 a la 149.
Y a quien le apetezca puede hincarle el diente al prólogo de Javier Alfaya de la pág. 11 a la 27.
En este último apartado nos encontramos con poemas que pertenecen a su último poemario Poemas póstumos la poesía social va dejando paso a una poesía mucho más centrada en su yo y en sus alter egos.
Ya el título del libro vaticina su silencio poético posterior, Jaime dejó de escribir bastantes años antes de su muerte real en 1990.
La encargada de la publicación de toda su obra póstuma: tanto de sus diarios recopilados en Diario del artista (1956) como de su poesía Poemas póstumos (1968), fue Carmen Balcells, a quien Jaime Gil de Biedma encargó la gestión y administración de sus derechos de propiedad intelectual y que no vio la luz, por expreso deseo del poeta, hasta después de su muerte. El heredero de este legado fue Josep Madern, su última pareja, que se encargó de cuidarlo durante su convalecencia hasta su muerte.
En este último libro el poeta se enfrenta a sí mismo, a sus sucesivas máscaras, a su propia fragilidad y a sus contradicciones, muestra su preocupación ante la muerte, pese a que cuando escribe estos poemas aún no lo acecha. Muestra una visión trascendental y trágica de la vida y lo que supone el paso y el peso del tiempo. Se trata de su poesía más libre, –algo que parecía imposible–, porque está escrita a sabiendas de que él ya no estará cuando sea publicada.
De nuevo destaca su doble vida por un lado, como alto cargo de la Compañía de Tabacos de Filipinas a la que estaba vinculada su familia y, por otro, poeta que habla de su condición sexual y que lo único que lamenta es la falta de tiempo o no haber sido más osado aún, y su única preocupación sigue siendo emocionar desde la forma mucho más allá del propio contenido como os comenté en la entrada anterior; y Jaime Gil de Biedma lo logra con la libertad de quien sabe que escribe sin posibles réplicas ni siquiera de la suya propia.
Destaco versos que siempre me han acompañado y otros con los que me he reencontrado...
En Contra Jaime Gil de Biedma
Y si yo no supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco...
 
Nostalgie de la boue
(Nostalgia del barro)
...como recuerdo de una sensación.
 
El siguiente es quizás uno de mis poemas preferidos:
No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
Uno lo empieza a comprender más tarde
–como todos los jóvenes–, yo vine
A llevarme la vida por delante.
Siempre me ha recordado al poema Un anciano de Kavafis
Poema completo en:
https://ciudadseva.com/texto/un-anciano/
Os copio un fragmento:
En el fondo de un bullicioso café,
inclinado sobre la mesa, está sentado un anciano;
con un periódico delante, sin compañía.

Y en el abandono de su triste vejez,
piensa cuán poco gozó los años
en que aún tenía vigor, verbo y belleza.

Sabe que ha envejecido mucho; lo siente, lo ve.
Y, sin embargo el tiempo en que fue joven parece
ayer. ¡Qué poco tiempo hace, qué poco tiempo!

Ve cómo él se burló de la Prudencia;
y cómo en ella se confió -¡qué locura!-
la mentirosa decía: “Mañana. Tienes mucho tiempo”.

....
La calle Pandrossou
Era un lunes de agosto
después de un año atroz, recién llegado.
Me acuerdo que de pronto amé la vida
porque la calle olía
a cocina y a cuero de zapatos.
 
Yo también creo que son esas pequeñas cosas, esos pequeños detalles lo que hacen que la vida merezca la pena.
 
En Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma
se enfrenta a sí mismo y rememora cómo vivió antes del último verano de nuestra juventud (nos lo recuerda en el poema que le dijo a su amigo Juan Marsé).
Luego vino el invierno,
el infierno de meses
y meses de agonía
y la noche final de pastillas y alcohol
y vómito en la alfombra.
Yo me salvé escribiendo  
después de la muerte de Jaime Gil de Biedma
Sin duda hay un antes y un después de este poema, hay dos Gil de Biedma —de nuevo la escisión—, uno joven y esperanzado y otro que lo ha suplantado. Pero el suplantador se queda con el recuerdo de ese día feliz y entre amigos.
El juego constante de ser uno y el otro recuerda un poco al juego de Marcel Duchamp  que en 1920 decidió crearse un álter ego femenino, un seudónimo, que fue denominado Rose Sévaly, Rose por ser uno de los nombres más comunes de la época y Sévaly como referencia y juego, muy duchampiano, de la idea de c'est la vie.
Aunque acaso fui yo quien te enseñó.
 
Me fascina su manera de construir metáforas como en...
Artes de ser maduro
Como libros leídos han pasado los años
Que van quedando lejos, ya sin razón de ser
–obras de otro momento.
 
De senectude
De la vida me acuerdo, pero donde está.
 
Por último, deciros, que en esta antología he echado en falta otro de mis poemas preferidos... y creo que imprescindibles de su obra (no se pueden poner todos, lo sé), pero no quería dekjar de compartirlo:
Resolución
Resolución de ser feliz
por encima de todo, contra todos
y contra mí, de nuevo
–por encima de todo, ser feliz–
vuelvo a tomar esa resolución.
 
Pero más que el propósito de enmienda
dura el dolor del corazón.
 
Nos encontraremos el lunes 8 de abril con nueva lectura.
Pues eso ¡a ser felices!
¡Feliz semana y felices vacaciones, para quienes las podáis disfrutar!
 
Paula Carbonell