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Seguimos de viaje con Mariana Enríquez

Queridas viajeras, queridos viajeros,

¿Qué tal ha ido la semana? ¿Habéis hecho algún viaje peculiar? ¿Habéis conocido algún cementerio curioso?

Esta semana, nos vamos de viaje a Punta Arenas (Chile), Isla Martín García (Buenos Aires), Nueva Orleans, Luisiana (EEUU), Ohio (EEUU) y Guadalajara, México). Desde “el cementerio más hermoso del mundo” al lugar donde “un perro negro custodia una tumba”… Creo que los lugares no pueden ser más estimulantes y me pregunto cuál de estos cinco nuevos cementerios es el que más ha llamado vuestra atención. ¿Cuál de ellos visitaríais? ¿A cuál de ellos no iríais jamás?

  1. Cementerio Municipal Sara Braun, Punta Arenas, Chile, 2019.

En este capítulo, Mariana Enriquez no solamente describe el cementerio, los curiosos cipreses, las cruces inclinadas sobre las tumbas blancas o el mausoleo del genocida Menéndez o la tumba del indio desconocido… nos está hablando de la fundación de Punta Arenas, del orden social, de los abusos, del exterminio de los pueblos indígenas. A finales del siglo XIX estos abusos, estos genocidios eran habituales, comunes y corrientes. Terribles. Leyendo sobre los zoológicos humanos y las Exposiciones Universales (como la de París, donde se exhibían a estos seres humanos como si fuesen fieras), he recordado, por ejemplo, el zoológico humano del Retiro en el Madrid de 18887. Terrorífico. Creo que la historia de las dos familias “fundadoras” Braun-Menéndez, de sus tropelías, de su desfachatez y de su visión del mundo, las despliega con exactitud y multitud de detalles la autora en el texto. Y, si buscamos en la red, a nada que tiremos del hilo vemos multitud de fotos y recursos en torno a estas familias, al cementerio y a la propia Punta Arenas. No obstante, os dejo algunos enlaces para que sigáis investigando, si os apetece.

  1. Cementerio Isla Martín García, provincia de Buenos Aires, Argentina, 2008.

Navegamos hasta esta isla histórica descubierta en el siglo XVI que lleva por nombre el del despensero que falleció a bordo del barco de Juan Díaz de Solís. (El despensero era el encargado de repartir la comida de a diario). La isla, que parece navegar sobre El Río de La Plata, vista así, desde arriba… parece hermosa, ¿verdad? ¿Qué relación tenéis con las islas? ¿Os aqueja el síndrome de cabaña, como a la autora? ¿? Creo que ahora, quién más, quién menos lo hemos padecido a cuenta del virus…

El misterio de este cementerio, sin duda, son sus cruces torcidas, pero a la autora no parecen convencerla ninguna de las hipótesis que maneja, ni la de la guía, ni la del libro Historias de Martín García, de Jorge Alfonsín, en la que las tumbas marcadas así serían las de seguidores de la doctrina de Fourier. Parece que lo único que se sustenta son las leyendas, alguna de las cuales están recogidas en la ficción, como en los Cuentos fantásticos del Delta, de Vilmaux… Escribe Enríquez: “el cementerio, a pesar de las cruces misteriosas, es de los lugares menos sombríos de la isla”.

 

  1. Cementerio St. Louis N.º 1, Holt y Lafayette N.º 1, Nueva Orleans, Louisiana, Estados Unidos, 2012.

Nueva Orleans, tras leer a Enriquez, se me parece surrealista, me saca totalmente fuera de mi eje, como la pirámide blanca que ilustra estas frases mías y que no es más que la futura posible tumba de Nicolas Cage. ¿No os parece absolutamente alucinante? Y, por cierto, ¿cuántas películas, cuántos libros, no habremos leído entre fascinados y horrorizados, sobre esta ciudad, el vudú, los huracanes…? Acabo de recordar La cara norte del corazón de Dolores Redondo, pero hay decenas, cientos, millares… (¿La habéis leído? Os he dejado enlazado el programa de Página 2 en la que están en Nueva Orleans, con ella). A mí todo este asunto me causa un cierto desasosiego mezclado con fascinación (como el propio Nicolas Cage).

La ciudad tiene cuarenta y dos cementerios y está poblada de habitantes curiosos y rituales extraños. El vudú parece estar en todas partes. No sé, me encantará saber qué os ha parecido este capítulo. Os dejo algunos enlaces para que sigáis tirando del hilo…

  1. Cementerio de Spring Grove, Ohio, Estados Unidos, 2012.

¿No os parece una absoluta fantasía este cementerio? Lagos, rosaledas, árboles fastuosos… no sé, pero me produce mucha inquietud. Y, ¿qué me decís de la mansión Scarlet Oaks, de uno de los barones, George K. Shoenberger? ¿No es como si ella fuese un cementerio gótico y, al revés, el cementerio fuese un parque de una residencia para la tercera edad? Esa casa sí que me provoca escalofríos.

Tengo la sensación de que a Mariana Enríquez le gustó más la casa que el cementerio… ¿qué opináis?

Os dejo este tour  en vídeo por uno de los camposantos más grandes del mundo y, sin duda, por mucho que a mí me provoque escalofríos, uno de los mejores aprovechados… (rutas, paseos, meriendas, conciertos, excursiones, exhibiciones de automóviles, ¡hasta bodas!…). Un concepto diferente.

  1. Panteón de Belén y Panteón de Mezquitán, Guadalajara, México 2012.

“No puedo conocer este país. Es terriblemente grande y diverso y hace falta una vida para estudiarlo y, a lo mejor, haber nacido ahí para comprenderlo. No puedo pretender saber algo de la inmensidad mexicana”. Tal vez, junto con Nueva Orleans, la manera de celebrar la muerte de México, sea para mí de lo más incomprensible. Ojalá impregnarme de ese espíritu de juego y de convivencia con una fase de la vida (la de su fin) que no puede ser más natural… y en México no solo se convive con ella, no, no solo se acepta, no, sino que se celebra.

Las calacas, las ofrendas, las pelonas, los alfeñiques, las calaveras de azúcar, la Catrina, la flor de cempasúchil, el pan de muerto… todo un mundo de tradiciones por explorar y asimilar. Por cierto, cempasúchil, qué nombre.

No sé si serán cosas mías, pero pese al miedo de Enriquez a los perros y el episodio final del capítulo, tengo para mí que estos cementerios (junto con los de Nueva Orleans) son sus preferidos de entre los cinco que recorremos en esta entrada.

Os dejo un par de vídeos:

No he podido evitar recordar las películas Coco y La novia cadáver. ¿Vosotros?

Me encantará leer vuestros comentarios. ¡Vuestro turno!

Un poco loco, Coco