Marta Sanz se despide de Arturo Zarco.

Marta Sanz cierra la trilogía del detective Arturo Zarco con Pequeñas mujeres rojas (Anagrama), una estupenda combinación de novela negra y novela política con la que reflexiona sobre la memoria.

Black, black, black y Un buen detective no se casa jamás son las entregas anteriores, con las que la autora presentaba a este personaje singular, un detective de gran complexión, atlético, homosexual y amigo de Paula, con quien estuvo casado dos años y que ahora es su confidente.

En Pequeñas mujeres rojas Paula Quiñones llega a Azafrán para localizar fosas de la Guerra Civil y así comienza “una novela negra y política contra la desfachatez de la ultraderecha” por la que deambulan las memorias de mujeres asesinadas y de niños perdidos.

“Las voces se funden en un fresco sobre la violencia, económica y cultural, que se encarniza contra el cuerpo de mujeres que, rotas, no son hermosos fetiches, sino carne que duele”.

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