Cumbres borrascosas: capítulos 18 al 24
Hola a todas y todos, aquí llegan las recomendaciones de lectura de esta semana. Espero que estéis disfrutando del libro y también de los comentarios (están siendo bien jugosos con esta lectura). Os aviso de que esta es la penúltima semana en la que andaremos enredados con este libro (sí, el 18 empezaremos nueva lectura: Las metamorfosis, de Ovidio. Librazo), así que os animo a que os pongáis al día y que vayáis contándonos lo que os vaya sugiriendo en los comentarios.
Y sin más preámbulos, metámonos en harina.
Capítulo 18. Uno se preguntaba por qué era tan relevante el dato como para que lo avanzara en uno de los capítulos anteriores: Isabela muere doce años después de escapar de Cumbres borrascosas. Y era tan relevante porque Linton, el hijo que tuvo, sería un personaje que, a su debido tiempo, entraría a ser parte importante. Y ya nos encontramos en esa tesitura. Llega Linton. Y el frágil equilibrio entre ambas granjas se rompe en mil pedazos. Resistirá apenas un par de años, pero será en balde. Y el inicio de esta resquebrajadura sucede en este capítulo en el que Cati pisa por primera vez Cumbres borrascosas.
Hay una cuestión que me resulta interesante: la autora ya nos contó en el primer o segundo capítulo cuál sería el desenlace de todos estos ires y venires de Cati, Linton y Hareton, y puesto que así lo hizo ¿tiene sentido tratar de mantener una especie de tensión sugiriendo que algo va a ocurrir / no va a ocurrir?
Me recordaba a la imagen del Prólogo en el Teatro Clásico, allá en Grecia, cuando salía el actor que hacía de Prólogo y contaba la trama de la historia antes de que comenzara la representación, y lo hacía para que el público no estuviera en tensión todo el rato sobre cuál sería el desenlace y así pudiera disfrutar de la obra. Sin embargo aquí veo muchas diferencias con una obra clásica: no veo un destino escrito, no veo una imposibilidad de escapar de dicho destino (como ocurre, por ejemplo en Edipo), pero sí veo un cúmulo abrumador de malas decisiones y casualidades (veremos unas cuantas en estos capítulos) que desembocan en un resultado que bien podría haber sido otro.
¿Qué pensáis de esto?
Capítulos 19 y 20. Llega Linton a la Granja de los Tordos. En estas páginas conoceremos a este niño débil y mimado, hijo de Heathcliff e Isabela, que va a jugar un papel importante en la trama durante las próximas páginas.
Tengo mucho interés por saber qué pensáis de Linton (no sólo en estos dos capítulos, sino en los que siguen: su actitud con respecto a Cati y lo que hace con ella). Me entra una cierta perplejidad sobre el lugar donde ha de vivir Linton, supongo que es una cuestión que en aquella época no daría pie a discusión ninguna (aunque Isabela hubiera dejado algo escrito antes de morir, por ejemplo), pero vamos, me resulta difícil de tragar que no haya habido al menos una cierta, mínima resistencia.
Entenderéis bien de qué hablo cuando leáis esos dos capítulos, y entonces me encantará saber vuestra opinión.
Capítulo 21. Llegan los 16 años de Cati y con ellos, qué casualidad, volvemos a Cumbres borrascosas donde conocemos el plan de Heathcliff y su maldad (hablando de Hareton y de Linton): "[Hareton] no podrá salir nunca del abismo de su tosquedad e ignorancia. Yo le he llevado más lejos, y más bajo, que lo que el bellaco de su padre aseguró para mí; porque él está orgulloso de su brutalidad, le he enseñado a despreciar todo lo que no es puramente animal como estúpido y débil. ¿No crees que Hindley estaría orgulloso de su ijo, si le viera? Casi tan orgulloso como yo lo estoy del mío. Pero hay una diferencia: el uno es oro puesto como losas de pavimento, y el otro es lata bruñida para imitar un servicio de plata. El mío no tiene nada de valioso, pero yo habré tenido el mérito de hacerle ir tan lejos como su pobre metal permita. El suyo tiene primerísimas cualidades, y se han perdido..." (p. 346)
Es decir, Heathcliff quiere seguir con la venganza contra Hindley en el hijo de este y lo hace embruteciéndolo (hasta el punto de que no sabe ni leer y desprecia todo lo bueno que ve y que tiene). Pero veamos, Hareton ¿no era sobrino de Catalina?, ¿por qué, entonces, Edgar Linton que tiene tanto interés en su sobrino Linton Heathcliff no mostró ningún interés en Hareton Earnshaw, que también era familia y también estaba subyugado por el malvado Heathcliff? Creo que aquí veo otro asunto controvertido (y de nuevo poco verosímil). Hareton se ha quedado en Cumbres borrascosas con Heathcliff que no es nada de él (como familia) y sin ser dueño de Cumbres borrascosas: ¿es que esto no le extraña a nadie?
Otra cosa, ¿es que es normal mantener a Cati en completa ignorancia de todo cuanto ha sucedido y sucede con el resto de la familia que además vive a cuatro millas? Ah, y sí, entiendo que esta muchacha en pleno despertar de adolescencia juegue con fuego y cartitas y amorcito romántico a pesar de las prohibiciones. Lo entiendo. Lo que no entiendo es por qué ningún adulto a su alrededor es capaz de ayudarla. En fin
Me encantará saber qué opináis al respecto.
Capítulo 22. Y aquí llega el colmo de las casualidades, mira que no han de suceder para que finalmente Heathcliff y Cati se encuentren y puedan conversar (y no haya escapatoria) y se avive la llama. ¿Esto os resulta verosímil?
Ya me diréis qué pensáis.
Capítulos 23 y 24. Ya estamos de nuevo en Cumbres borrascosas y de nuevo con Linton. No tiene desperdicio este niño moldeado a fuego por Heathcliff en estos dos años que lleva bajo su tutela. Uno puede entender la novedad de la relación (hablo por Cati), el gusto por lo prohibido, el riesgo, la aventurilla... pero, de corazón pregunto aquí: ¿alguien podría enamorarse de este muchacho?, ¿no resulta evidente el juego de Heathcliff que incluso el joven Linton verbaliza en algunas ocasiones? Vamos a ver, Cati, por favor.
Y, por cierto, ¿qué papel creéis que está jugando Hareton en todo este enredo? Tiene pinta de que es un personaje dormido a la espera de entrar verdaderamente en primer plano. ¿Qué pensáis?
Insisto: me encantará leer vuestras opiniones en los comentarios.
Feliz semana de lecturas.
Pep Bruno
Imagen tomada de aquí.