Dublineses, 9-12

Hola a todas y todos, continuamos con estos cuentos que son fáciles de imaginar en blanco y negro. Para esta semana os propongo cuatro cuentos más (estamos a punto de acabar, sólo nos queda una semana más), que en mi edición abarcarían las páginas 195 a 250.
Metámonos en harina.
 
ESTA SEMANA
Igual que hice la pasada semana voy a ir haciendo comentarios con cada cuento. Trataré de ser algo más breve que en el post anterior, que por lo que veo me entusiasmé.
 
Afines
Creo que es uno de los cuentos que más me ha impresionado (por lo menos de lo leído hasta ahora). El protagonista, Farrington, me parece, por un lado, un cuero vacío y, por otro, un montón de capas superpuestas, un odre lleno de problemas y detalles y matices que van ahondando en el personaje. Sólo esto ya me parece magistral. 
El cuento toca muchos palos (el trabajo, los amigos, la familia) y todos ellos regados por otro hilo transversal: el alcohol (y sus compañeros de viaje: el dinero, la violencia...). Nuestro protagonista se encarga de que ir regando con cerveza y whisky cada uno de los ambientes por los que va pasando.
Por cierto, muy interesante este viaje que comienza en el despacho y acaba en casa, un viaje con compañeros "afines", como dice el título, y en el que podemos ver a cada paso los problemas (y estragos) del alcohol.
 
Barro
Otro viaje, en este caso protagonizado por Maria, una vieja criada que va a celebrar Halloween con la familia de un hombre de quien fue nodriza (es decir, a quien amamantó de recién nacido). Qué detalle y cuánto esmero por llevar todo listo. Y qué chasco cuando comprende qué es lo que ha pasado en el tranvía. (No puedo decir más.)
Contrasta este hogar con el del pasado cuento. La oscuridad de las últimas páginas de "Afines" y la luz y la alegría de estas páginas. Es bien interesante, ¿no os parece?
 
Un caso lamentable
Me ha resultado sorprendente el cuento. El señor Duffy, de quien se nos dice "su vida se desarrolló sin sobresaltos: una historia sin aventuras" (p. 221), de pronto conoce a una mujer que le resulta interesante (y que está casada) y "esta unión lo exaltó, limó las asperezas de su carácter, le dio emoción a su vida mental" (p. 224). Sin embargo la cosa no cuaja (¿miedo?, ¿pacatería?, ¿que en realidad es un completo idiota?). Y de pronto llega un giro inesperado en el cuento.
Un giro que me ha hecho evocar, en parte a Emma Bovary, y en parte a Anna Karenina. Decidme en los comentarios si no hay bastantes puntos que os recuerden a estas dos protagonistas.
Y, sobre todo, un giro que da la vuelta al señor Duffy, quien acaba pensando: "le reconcomió la rectitud de su vida; sintió que lo habían marginado del festín de la vida." (p. 231)
El título ¿a qué hace referencia? Después de leer el cuento, me decís.
 
Efeméride en la sala del comité
Este cuento tiene muchas referencias al contexto histórico, al momento en el que transcurre, por eso os recomiendo que no dejéis de leer las notas del editor, resultan muy útil.
Aun así, de todo lo leído en esas páginas me quedo con una idea que me ha parecido una metáfora muy poderosa. Sentados alrededor de la lumbre nos vamos topando con personajes muy parecidos a las cervezas que se abren junto a la chimenea. Todos ellos se calientan, entran en ebullición, salta el corcho. Y se vacían. 
Y así quedan. 
¿No os parece?
 
Espero que la lectura de esta semana os resulte sabrosa.
Os leo en los comentarios.
Saludos cordiales, 
Pep Bruno