Rebelión en la Granja. Capítulos 1, 2 y 3
Hola a todas-os, iniciamos una nueva temporada del club de lectura Leolo el domador de palabras, con una lectura potente, contundente y entretenida: Rebelión en la granja, una novela corta satírica del escritor británico George Orwell publicada en 1945.
El autor critica el culto a la personalidad, y la censura, el libro es un mensaje contra el totalitarismo, el abuso y la opresión. El autor hace ver cómo podemos corrompernos con el poder y como el autoritarismo daña a la sociedad. Así mismo, como estos regímenes manipulan la información para cambiar la historia a su favor y, echar la culpa de sus errores a enemigos fantasmas y hacer que la sociedad que los sigue crea en ellos.
Pero antes de continuar, sepamos quien es el autor de esta fábula:
Eric Arthur Blair (Motihari, Raj Británico, 25 de junio de 1903-Londres, Reino Unido, 21 de enero de 1950), más conocido por su seudónimo de George Orwell, fue un novelista, periodista, ensayista y crítico británico nacido en la India, conocido mundialmente por sus novelas distópicas Rebelión en la granja (1945) y 1984 (1950).
Su obra lleva la marca de las experiencias autobiográficas vividas por el autor en tres etapas de su vida: su posición en contra del imperialismo británico que lo llevó al compromiso como representante de las fuerzas del orden colonial en Birmania durante su juventud; a favor del socialismo democrático, después de haber observado y sufrido las condiciones de vida de las clases sociales de los trabajadores de Londres y París; y en contra de los totalitarismos nazi y estalinista tras su participación en la guerra civil española.
Además de cronista, crítico de literatura y novelista, es uno de los ensayistas en lengua inglesa más destacados de las décadas de 1930 y de 1940. Sin embargo, es más conocido por sus críticas al totalitarismo en su novela corta alegórica Rebelión en la granja (1945) y su novela distópica 1984 (1949), escrita en sus últimos años de vida y publicada poco antes de su fallecimiento, y en la que crea el concepto de «Gran Hermano», que desde entonces pasó al lenguaje común de la crítica de las técnicas modernas de vigilancia.
El adjetivo «orwelliano» es frecuentemente utilizado en referencia al distópico universo totalitario imaginado por el escritor británico.
Vamos con la tarea de esta semana y comentaremos los tres primeros capítulos.
Capítulo 1
El dueño de la Granja Solariega era el señor Jones quien era adicto al alcohol, y un día muy borracho cuando tranco los gallineros se le olvidó cerrar la trampilla y se fue a dormir junto con su esposa. Al acostarse los animales fueron convocados por un cerdo al cual respetaban por su sabiduría, el Viejo Mayor.
Durante esa reunión el viejo cerdo les hace ver a los otros animales de la granja que el señor Jones los maltrata y descuida por lo que los anima a rebelarse y tomar ellos mismos el control de la granja, y lograr la libertad. Les recuerda que todos tienen las mismas oportunidades, por lo que todos tienen derecho de tener las mismas condiciones.
El señor Jones se despertó con el alboroto y los espantó al disparar su escopeta. Tres días después de esta reunión y haber enseñado a todos los animales de la granja, la vieja canción “Bestias de Inglaterra” y haber sembrado la semilla de la revolución y libertad en los otros animales de la granja Solariega, el cerdo falleció mientras dormía.
Capítulo 2
A partir de aquella noche que hubo la reunión con el cerdo, las cosas cambiaron, los animales más inteligentes se inquietaron y comentaban las palabras sabías del cerdo. Los cerdos, considerados los más inteligentes empezaron a tener actividades secretas todas las noches.
No sabían cuándo ocurriría la rebelión pronosticada por el Viejo Mayor, si llegarían a verla, pero igual era mejor empezar a prepararse. La tarea de educar a los otros animales la tomaron tres cerdos llamados Napoleón, Bola de Nieve y Chillón. Napoleón era un cerdo de raza berkshire, de aspecto feroz, distante, de pocas palabras y acostumbrado a salirse con la suya. Bola de Nieve era un cochino más alegre y vivaz, con más facilidad de palabra, pero con un temperamento más débil. El tercero Chillón, un verraco macizo, de ojos vivaces y que sabía defender su posición, de los tres era el más conocido por los otros animales de la granja.
En sus reuniones secretas los tres cerdos elaboraron con la información que les dijo el Viejo Mayor un sistema de pensamiento con el nombre de “animalismo”, Este sistema se lo mostraban al resto de los animales por las noches mientras el señor Jones dormía. Los caballos Boxeador y Trébol, eran los discípulos más dispuestos a seguir las enseñanzas de los cerdos y se las transmitían a otros animales, con palabras más sencillas. Así como cantar la canción que les enseñó el viejo cerdo “Bestias de Inglaterra” al finalizar las reuniones. Más pronto de lo imaginado se llevó a cabo la rebelión de los animales.
Ocurrió cuando el señor Jones se había dedicado más a la bebida y descuidó la granja, los cultivos y la crianza de los animales. Los animales estaban descuidados y hambrientos, una noche en el mes de junio, en la que se celebraba las Fiestas de San Juan, animales invadieron el depósito en busca de comida. El señor Jones y sus empleados, fueron a sacar a los animales para llevarlo a los establos y gallineros, sin esperar que los animales respondieran como si se hubieran puesto de acuerdo y empezaron entre todos a patearlo y picotear. Los hombres asustados porque en ningún momento se imaginaron que los animales reaccionaron de esa manera y salieron despavoridos de la granja. La señora Jones, que vio todo desde la ventana escapó por otro camino.
Los animales al ver que los hombres huyeron despavoridos de la granja, y ser ahora los dueños de la granja Solariega, fueron a quemar los cuchillos, los látigos, bozales, correar. Bola de Nieve, colocó en la hoguera las crines que usaban los caballos en las competencias.
Napoleón otro de los cerdos, los invitó a ir de nuevo al depósito a comer granos y galletas y entonar la canción, “Bestias de Inglaterra” como si fuese su himno de victoria. En las reuniones secretas que realizaron durante tres meses, los cerdos con viejos libros de ortografía de los hijos de Jones aprendieron a escribir. A partir del siguiente día la granja le cambiaron el nombre a la granja y escribieron Granja Animal. Los tres cerdos, habían redactado los principios del animalismo en siete normas, que denominaron mandamientos. A partir de ese momento serían leyes que los animales de la granja tendrían que cumplir.
Capítulo 3
Todos los animales se dedicaron a la cosecha de los cultivos a pesar de trabajo ser bastante y rudo, estaban contentos. Los caballos Boxeador y Trébol eran muy trabajadores, conocían bastante bien el campo y realizaban mejor el trabajo de rastrillar y segar que el anterior dueño de la granja y sus empleados.
Cada vez que comían lo disfrutaban porque era fruto de su trabajo. Cada uno de los animales trabajaba según su capacidad, nadie se quejaba, ni robaba, las peleas entre los animales ya casi no sucedían. Nadie eludía su trabajo, con ciertas excepciones como la gata, que aparecía al inicio de la jornada y al término del día para la comida. Benjamín el burro seguía con la misma actitud de antes de la rebelión, seguía realizando su trabajo lentamente y obstinada, sin eludir sus responsabilidades y sin ofrecer tampoco ninguna colaboración adicional. Marieta la coqueta yegua se levantaba más tarde y se incorporaba al trabajo, pero trabajaba media jornada.
Los domingos los animales se levantaban una hora más tarde y por consiguiente el desayuno también se tomaba más tarde, luego al terminarlo se congregaban todos para izar la bandera que hizo Bola de Nieve, de color verde con un dibujo de una pezuña y un cuerno, según él era la bandera de la futura República de los Animales, que se lograría cuando se derroque a los humanos.
Tras izar la bandera y entonar su himno, realizaban una asamblea que la llamaban la Reunión, en la que planifican las actividades de la próxima semana, proponiendo y discutiendo resoluciones, que siempre eran planteadas por los cerdos. El resto de los animales sabían votar, pero no proponían resoluciones. Los cerdos se habían tomado como su espacio particular, el lugar donde el señor Jones guardaba los arneses y sillas de los caballos. En ese lugar estudiaban herrería, carpintería, y otros oficios que leían en los libros que sacaron de la biblioteca de la casa.
Bola de Nieve se encargaban de formar comisiones para organizar a los otros animales y enseñar a leer y escribir. Estos comités en conjunto fueron un fracaso. En cambio, las clases de lectura y escritura siguieron avanzando, para que los animales en su mayoría supieran casi leer. Los que leían mejor eran los cerdos, la cabra y el burro sabían leer, pero practicaban poco, los perros, caballos, apenas pasaban de algunas letras. Los otros animales apenas pasaban de la letra “a”.
Los que leían se aprendieron de memoria los 7 mandamientos y los menos facultados intelectualmente, como las ovejas y gallinas encontraron dificultades para leer y aprender de memoria estas normas. En vista de esto, el cerdo Bola de Nieve, resumió los mandamientos a una máxima, sea este: “Cuatro patas sí, dos patas no” como el principal objetivo del movimiento.
El cerdo Napoleón en cambio prefería educar a los más jóvenes, que estar formando comités para educar a los adultos. Cuando las perras Jésica y Campanilla parieron entre los dos nueves cachorros, y los destetaron, Napoleón se los quitó a sus madres con la disposición de educar el mismo a los cachorros. Los mantuvo aislados del resto de los animales y estos terminaron por olvidarles.
La leche de las vacas la mezclaban con la comida de los cerdos. Cuando llegó la cosecha de las manzanas, muchas se quedaban tiradas en la hierba de la huerta. Los animales al principio creían que las manzanas se repartirán equitativamente, todos por igual, pero un tiempo después los cerdos pidieron que se las llevaran para su uso. Algunos animales se quejaron, sin éxito.
Todos los cerdos incluso Napoleón y Bola de Nieve estaban de acuerdo en esta decisión de reservar estas comidas para los cerdos, para calmar los ánimos decidieron que Chillón fuese hablar con los otros animales. Chillón con su característica oratoria llena de emoción, les hizo ver que a los cerdos no les gustaban las manzanas y la leche, pero era por un motivo de salud por el que reservaban estos alimentos.
Les hizo ver que los cerdos trabajaban con el cerebro y tienen que estar bien de salud, para poder seguir organizando al sistema , porque si ellos enfermaban lo que ocurriría era que los Jones iban a regresar, les preguntó a los animales ¿quieren que regresen los Jones?, esto hizo reflexionar al resto de los animales y no siguieron objetando esta resolución. Acordando que los excedentes de las cosechas de los frutos y la leche se reservará para los cerdos.
Durante todo el mes iremos viendo los distintos temas que toca la novela , en eta primera intervención quiero reflexionar sobre :
Inteligencia y Educación como Herramientas de Opresión
Desde el comienzo de la novela, tomamos conciencia del papel de la educación en la estratificación de la población de ¨Granja Animal¨. Después de la muerte de Viejo Mayor, los cerdos son los que se encargan de organizar y movilizar a los otros animales porque son "generalmente reconocidos como los más inteligentes de los animales" . Al principio, los cerdos son leales a sus compañeros animales y a la causa revolucionaria. Ellos traducen fielmente la visión del futuro de Viejo Mayor en los Siete Mandamientos del Animalismo. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que la inteligencia y la educación de los cerdos pasaran de ser herramientas de iluminación a instrumentos de opresión.
En el momento en que los cerdos se enfrentan con algo que quieren, la leche fresca, abandonan su moral y usan su intelecto y conocimiento superiores para engañar a los otros animales. Los cerdos también limitan las oportunidades de los otros animales para obtener inteligencia y educación desde el principio. Se enseñan a leer y escribir en un libro para niños, pero lo destruyen antes de que los otros animales puedan tener la misma oportunidad. De hecho, la mayoría de los animales nunca aprenden más que unas pocas letras del alfabeto. Una vez que los cerdos cimenten su estatus como la élite educada, usan su ventaja mental para manipular a los otros animales. Por ejemplo, sabiendo que los otros animales no pueden leer los Siete Mandamientos, los revisan cuando lo desean. Los cerdos también utilizan su alfabetización para aprender oficios de los manuales, dándoles una oportunidad de especialización económica y promoción. Contenido en el papel de la intelectualidad, los cerdos renuncian al trabajo manual a favor de la contabilidad y la organización. Esto muestra que los cerdos no solo tienen la ventaja de la oportunidad, sino también la oportunidad de rechazar cualquier oportunidad que les guste. La inteligencia y la educación de los cerdos les permiten someter a los otros animales mediante el uso de la propaganda y el revisionismo.
Espero vuestros comentarios
Disfrutad de la novela
Feliz semana de lectura
Saludos. Alejandro