Felicity I
Hola, estimadas personas que estáis al otro lado leyéndome. Que habéis dado el paso de apuntaros a este club ATRAPAVERSOS. ¡BIENVENIDOS Y BIENVENIDAS! En primer lugar, quisiera compartir con vosotras-os algunas de las cosas que me hacen disfrutar de la lectura poética, lo que me parece importante para percibir este tipo de lenguaje. Os lo digo desde mi faceta de lectora, pero también como narradora oral que ama decir versos de viva voz desde hace muchos años. Tenemos muchas formas de acercarnos a un poema: a veces hay que comprenderlo, otras sencillamente nos emociona. Las mejores experiencias son una mezcla. En todo caso, siempre hemos de llevarlo a nuestro terreno, es decir, a nuestra propia capacidad y circunstancias vitales. Pues un poema es un mensaje de palabras calculadas y bellas que aterriza en un momento concreto de nuestra vida. Esta es una de las razones por las que la poesía tiene muchas lecturas, no solo de diferentes lectores, sino de diferentes momentos de ese lector o lectora. Por tanto creo que es mejor despojarnos de prejuicios al acercarnos al universo poético y permitir que este nos empape desde donde nos encontramos hoy, aquí. En un mañana hipotético tal vez ese autor o autora nos seduzca desde otro ángulo, con otros poemas. O tal vez ya no nos atraiga más. Otra cuestión importante a la hora de leer poesía, y esto —como todo lo anterior— lo digo como lectora un tanto empedernida, es tener la certeza de que en un libro de poemas va a ser raro que todos nos gusten, a veces serán solo unos pocos, en otros casos incluso únicamente uno. ¡Y ya por eso merecerá la pena el libro entero! Esto es así porque cuando encontramos un poema que nos habla especialmente, hay un deslumbramiento tal que pasa a formar parte de nuestra percepción de las cosas, las emociones, el mundo; en resumen, que empieza a ser parte de nuestra vida. Bienvenido sea, pues, ese único poema. Por tanto, quien lee poesía se asemeja a un recolector de perlas, a una jugadora de lotería. Se arriesga, se esfuerza… y disfruta con los pequeños hallazgos, únicos. Por poner otro ejemplo: la persona que ama el teatro, no deja de quererlo por haber asistido a una representación que le ha decepcionado; sencillamente volverá para emocionarse de nuevo a una nueva representación. Otra cosa que me gustaría recomendarte: de vez en cuando lee los poemas en voz alta, a solas si es tu deseo, pero lee en voz alta. Me atrevo a asegurar que al autor-a mientras los escribía, también le sonaron las palabras dentro de sí. Leerlo de viva voz hace que nos impregne, que forme parte de nuestro cuerpo, que se vuelva más nuestro. ¡Haced la prueba! Después de todo, eso es lo que se persigue con la lectura, que esta sea significativa, que nos acompañe, que nos abra nuevos horizontes. La lectura de poesía es una lectura de relectura. Si devoramos el libro (cosa que está en mi temperamento de lectora, por eso lo entiendo tanto) tal vez se nos escapen matices; por el contrario, si volvemos sobre lo que nos ha llamado más la atención, incluso si nos planteamos aprender el verso o versos que más nos han gustado, el poema se queda, se incorpora (in-corpore) y nos habita. ¡Qué placer ser esa casa donde los poemas pueden quedarse un tiempo, tal vez para siempre! Así me gustaría que os acercaseis a este libro, FELICITY. Para mí fue un descubrimiento, me lo regaló el hijo de una amiga pensando que me gustaría (a él le encantaba), y no se equivocó. Algunos de sus poemas han pasado a formar parte de mi manera de ver el mundo, como Momentos (pag. 27) o Trastero (pag. 51). Precisamente este es el penúltimo poema que propongo para esta semana, llevaremos la lectura hasta la página 53, con el poema titulado Humildad: Los poemas llegan listos para empezar. Los poetas solo son el transporte. Acercaos, pues, a esta poeta sin prejuicios, es decir, sin la carga que suponen las opiniones de otros. No siempre es fácil, pero en este caso juega a nuestro favor (por desgracia) que la autora sea poco conocida en nuestro país. Mary Oliver tiene publicados solamente tres libros en España: dos poemarios, el que vamos a leer y Dog Songs, ambos con la editorial Valparaíso; y una colección de ensayos, La escritura indómita, con la editorial Errata Naturae, publicado en este año 2021. ¡Allá vamos! Será un placer leeros. Estrella Ortiz