En el texto de la presentación de la novela se hace un amplio resumen de la trama principal de la misma, la desaparición de Chesca, coordinadora de la BAC (Brigada de Análisis de Casos) de la policia, y la investigación de sus compañeros de organismo para encontrarla. De forma resumida, en un par de frases, este va a ser el hilo argumental de LA NENA y la resolución del misterio nos ocupara la lectura de la novela hasta el final.
En esta primera parte que vamos a comentar esta semana ya conoceremos a la Nena, la niña que tiene una presencia constate y que en los capítulos finales va a jugar un papel importante en el desarrollo de la historia, y que muy acertadamente es utilizada por Carmen Mola para dar título a esta novela.
El primer capítulo, sin embargo, describe una escena inquietante: una joven boliviana, Valentina, de 23 años, sale del club de alterne en el que vive para casarse con un joven apocado, más joven que ella. Son los padres de Antón los que la buscan y le proponen asumir la crianza del niño del que está embarazada a cambio de que se case con su hijo. ¿Cuáles son los motivos para ese extraño ofrecimiento? ¿Qué destino le espera a Valentina y a su hijo?
Esté primer capítulo me produjo cierta confusión durante mi primera lectura de la novela. No encajaba muy bien esta escena en el desarrollo temporal de la historia que vamos a leer, así que me he atrevido a contar algo que no consta en esta primera parte y que solo se entenderá más adelante: la boda de Valentina y Antón, la llegada de ella a la granja de cerdos familiar y el descubrimiento de dos personas atadas y desnudas en unas cochiqueras suceden unos veinte años antes de la linea argumental principal y de los hechos que se inician con Chesca rodeada de la multitud durante la fiesta del Fin del Año chino en el barrio de Usera, en Madrid.
La víspera del Año Nuevo chino es el equivalente a la Nochevieja occidental en cuanto a celebraciones y a símbolo de identidad de esa comunidad. El barrio de Usera es el distrito con mayor presencia china de Madrid. Debido a la pandemia las actividades programadas para la celebración de esta fiesta en los últimos años se redujeron al máximo, sin embargo todavía se recuerda cuando, en 2018, se congregaron más de 400.000 personas para celebrar la llegada del año del Perro.
Chesca debió bajar al bar de su calle, en el que los dueños chinos eran capaces de hacer las tortillas, los callos y las albóndigas már ricos que los antiguos propietarios nacionales, durante la noche del 4 de febrero de 2019. El último Año Nuevo chino dedicado al cerdo fue el 5 de febrero si hacemos unas sencillas consultas en Internet, así que el día anterior una Chesca despechada se baja al bar a comprarse unas cervezas para sobrellevar que Zárate, su compañero con el que mantiene una relación, la deje tirada y sola mientra él se va a cenar con sus amigos.
También voy a desvelar (es el último spoiler que hago esta semana) que ella le había pedido consolidar la relación y hacerla más estable, pero parece que en ese momento Zárate no estaba dispuesto a implicarse mucho más. Este va a ser el motivo por el que el policía se sienta responsable de la desaparición de Chesca y muestre durante toda la novela un caracter apagado y esquivo y un interés impetuoso por encontrar a su compañera.
De las dos novelas anteriores conocemos a los miembros de la Brigada que se van a ocupar de encontrar a Chesca. Son Zárate, Orduño, Buendía, Mariajo, el jefe supremo Rentero y su sobrina recién llegada, Reyes Rentero, una incorporación a la Brigada que aporta una personalidad y unas competencias profesionales muy marcadas. A ellos se reincorpora, por ahora de forma temporal, Elena Blanco, la antigua jefa de la Brigada que ha tenido un protagonismo importante en las anteriores novelas de la saga y que abandonó el cuerpo tras el traumático secuestro y desaparición de su hijo. Los lectores de Carmen Mola ya sabrán que la autora no se ahorra escenas violentas ni detalles escabrosos en sus novelas y que es capaz de llevar a sus personajes al límite. Ya avisamos que La Nena sigue esta trayectoria y que nos va llevar con el corazón en un puño hasta el final de la novela.
Chesca desaparece de la forma más inopinada. Entre la multitud que celebra el fin de año en su barrio de Usera conoce a un joven que le resulta atractivo. Será que, a pesar de que sea una policía experimentada y una mujer con recursos, la decepción de la ruptura con Zárate la ha dejado con la guardia baja y no es capaz de detectar el peligro que le puede suponer mantener una relación ocasional con un joven que le miente y que, para confirmar el que dice que es un trabajo de profesor de instituto, le repite, casi palabra a palabra, el monólogo de Michelle Pfeiffer en Mentes peligrosas (John N. Smith, 1995) y que podéis ver al final de este comentario. La autora presenta a Julio, el joven que engaña a Chesca, vestido con una parka muy popular hace unos años, pero que hoy día parece demasida pasada de moda. Es la foto que tenéis al lado y que muchos y muchas recordaréis por tner una igual.
Lo que Chesca no puede imaginar es que se va a despertar, tras haber sido drogada, desnuda y atada de pies y manos en un sótano en el que en el que el olor a cerdo es permanente.
A partir de ese momento la trama se desdobla en dos escenarios, el del sótano, en el que Chesca va a sufrir múltiples vejaciones, y en la sede de la BAC, en la que sus compañeros van a iniciar la investigación siguiendo los escasos hilos que la desaparición de Chesca ha podido dejar.
Los numerosos detalles que Carmen Mola incluye en sus novelas añaden verosimilitud a los argumentos y hacen que estos sean más creibles cuando los personajes pasean por ciertas calles o escuchan determinada música.
Un par de fotos de lugares de Madrid donde ocurren hechos significativos de la novela sirven para demostrarlo: la Plaza de las Comendadoras, donde está el apartemento al que Julio lleva a Chesca, y el Ruedo, la gran mole de viviendas de mala fama al lado de la M-30 donde aparece la moto de Chesca.
He añadido al final un video musical de Caetano Veloso interpretando "Sozinho". La referencia a la canción aparece cuando Elena recuerda los momentos en que ella y Chesca compartían sus canciones y sus artistas preferidas, Mina , Caetano Veloso ...