1ª parte. Hasta el capitulo 10.
Libro que estamos comentando
PD James es el nombre literario que Phyllis Dorothy James imaginó para dar a conocer sus inquietudes literarias tras muchos años de trabajo en la administración británica. A su nombre se le añadió el título de Baronesa de Holland Park, con el que ingresó deforma vitalicia en la Cámara de los Lores, donde permaneció hasta 2014.
MUERTES POCO NATURALES (Unnatural causes, 1967) fue la tercera novela protagonizada por el detective estrella de Scotland Yard, Adam Dalgliesh.
Ambientada a finales de la década de los 60 del pasado siglo (como en el resto de sus novelas, la autora refleja las inquietudes de la época en que sus novelas fueron escritas) no hay muchos detalles reconocibles que revelen esta época, si acaso alguna referencia a que un personaje dice que graba sus pensamientos en cinta (de cassette o de magnetófono o el automóvil que conduce el protagonista, un Cooper Bristol.
Comenzamos con el inspector Dalgliesh viajando por carreteras secundarias y disfrutando de un paisaje virgen, el último que queda sin que la mano del hombre mancille la obra de la naturaleza. El viaje tiene el objetivo secundario de encontrar tiempo para pensar si toma, o no, la decisión trascendental de pedir matrimonio a su novia Deborah Riscoe. "Aunque parezca absurdo, le habría resultado más fácil tomar esa decisión si no hubiera sabido con absoluta certeza cuál sería la respuesta de Deborah". Lo que más le preocupa es perder su intimidad y tener siempre presente a su futura mujer en casa. Parecen escrúpulos de hombre acostumbrado durante mucho tiempo a vivir solo. Reflexiona, también, sobre cómo va a afectar a su vida y a su trabajo en Scotland Yard.
Se dirige a la región de Suffolk, donde tiene previsto disfrutar de diez días de vacaciones en la casa de su tía Jane, el último pariente vivo que le queda. Monksmere Head es la localización imaginaria donde la autora, inspirándose en su casa de vacaciones en Southwold, ubica la casa de su tía, que vive rodeada por una particular comunidad de vecinos que, curiosamente, pertenecen de una u otra manera al mundillo literario.
La tía de Adam es la persona más brillante de todo el grupo de vecinos. Tiene una historia que su sobrino conoce por retazos de conversaciones mantenidas a lo largo de sus momentos de convivencia. Está soltera por circunstancias muy comunes en las mujeres de su tiempo: su prometido murió en la I Guerra Mundial y después ya no quiso casarse y se dedicó a cuidar a su padre enfermo.
Nada más instalarse en la casa, los Dalgliesh comienzan a recibir las visitas de sus vecinos, que vienen a solicitar la ayuda del policía para localizar a otro vecino, Maurice Seton, novelista de cierto éxito, que hace días del que no tienen noticia. Mientras todos se concentran en la casa de Jane Dalgliesh, reciben la visita de la policía que les informan que Maurice ha aparecido muerto en extrañas circunstancias: muerto en una barca a la deriva y con las manos seccionadas a la altura de las muñecas.
El inspector Reckless (de nombre de pintoresca traducción, Imprudente) dirige la investigación, mostrando a la vez una evidente hostilidad hacia su compañero de Londres. Este crimen tan macabro viene a perturbar lo que parecía que iba a ser un plácido y corto período de vacaciones del inspector Adam Dalgliesh en la remota costa al sudeste de la Gran Bretaña. Dalgliesh se siente moralmente obligado a participar en la investigación de ese crimen por su fama como policía de Scotland Yard y por la estrecha vinculación que los vecinos de este remoto lugar, Monksmere, tienen entre sí a todos los que
La primera medida de Reckless consiste en interrogar a todos los que se encuentran en ese momento en la casa de la tía Jane para preguntarles dónde estaban durante los dias en los que se supone que Maurice murió. Estos son: Jane y Adam; Silvia Kedge, la secretaria discapacitada de Maurice; Oliver Latham, crítico literario, Justin Bryce, que utiliza la casa de campo para huir de Londres; RB Sinclair; Celia Calthrop, novelista romántica, y Elizabeth, su sobrina.
La constatación de los movimientos durante las últimas horas del difunto y lo truculento e inexplicable de la desaparición de sus manos, generan un morboso interés por la resolución de este caso tan extraño. ¿Estará su solución y el hallazgo del culpable cerca de las plácidas playas de la región, entre los habitantes de Monksmere ?