4ª parte. Hasta el final.
Libro que estamos comentando
Hace dos años se celebró el centenario del nacimiento de Patricia Highsmith. Fue una buena opoRtunidad de recuperar la obra de una autora que nunca dejó de estar de moda. Creo que hay contabilizadas casi 40 películas basadas en novelas y cuentos suyos. La última ha sido "Aguas profundas" (2022) de Adrian Lyne, con Ben Affleck y Ana de Armas. Además, ahora mismo está a punto de estrenarse una serie con su personaje de Ripley como protagonista.
En estos días, en el catálogo de Filmin se programa "Amando a Highsmith", un documental de mucho éxito y muy esclarecedor sobre la vida y la personalidad de la escritora.
Los tres últimos relatos de LOS CADÁVERES EXQUISITOS reproducen de nuevo muchos de los tópicos de la obra de Highsmith: la intriga, la muerte, el suicidio, los celos, las mentes perturbadas, los personajes de vidas anodinas, la culpa, los impulsos incontrolables, la perturbadora presencia de la realidad más palpable, etc.
DONDE LAS DAN ... sorprende desde el principio. Loren Amory sospecha que su mujer se quiere suicidar porque descubre que en su casa hay demasiadas oportunidades para sufrir accidentes con resultados fatales. ¡Vaya descubrimiento!
-¿Por qué no piensa que esas trampas le pueden tener a él como destinatario? ¿De verdad cree que su mujer se quiere suicidar cuando se le cae un armatoste al abrir un armario? ¿Es esa la forma más eficaz de hacerlo?
Después de las dos primeras páginas, los lectores ya intuimos que Loren está bastante equivocado y que su mujer tiene bastantes motivos para desear que su marido muera y que todo parezca un accidente.
Olivia, su mujer, aparenta tener una depresión tras haber reconocido que mantuvo un romance con un actor de segunda fila y haber aceptado la propuesta de su marido de esperar tres meses para comprobar si, tras ese tiempo, es capaz de olvidarle.
Entre los principios del ideario argumental de Patricia Highsmith ya hemos comprobado que existe uno que casi siempre se cumple: cuando la causa de que algo ocurra es improbable, porque es demasiado evidente, seguro que al final va a ocurrir que el motivo es el correcto. Esto sucede en este cuento. Al final, Loren se cae por las escaleras del sótano tras tropezar en un aspirador que Olivia ha dispuesto con eficacia. La policía cree que es un accidente y Olivia aprovecha para heredar una fortuna en dinero y casas que le dejó su marido. Loren no vio que él era la víctima, mientras que nosotros supimos desde el principio que él era el objetivo del plan de Olivia.
En ese plan estaba incluido también el matrimonio con su anterior amante, Stephen. Sin embargo, la historia se repite: Stephen puede ser el capricho de Olivia y el sujeto interesado en hacerse con todas sus posesiones si recordamos que la idea de que Loren pudiese tropezar con el cable del aspirador había sido suya.
Entre Olivia y Stephen se instala una mutua suspicacia por la que ninguno se fía del otro, motivada por un evidente intento de Stephen de tirar a Olivia por la terraza al vacío. La idea de ambos es volver a utilizar la escalera del sótano para provocar un accidente de su pareja. Piensan que la policía no les puede hacer responsables de un posible asesinato, porque nadie en su sano juicio emplearía el mismo método para deshacerse dos veces de su cónyuge.
Sin embargo, la frialdad que emplean ambos para planear la muerte del otro tiene unas consecuencias con resultados inesperados. Highsmith planea un enredo de casualidades que no son tales, mala suerte en el peor momento y puertas de cámara frigorífica que nadie en su sano juicio construiría sin apertura interior. Al final, sucede lo inevitable, que ambos tienen merecido caer en su propia trampa y, si creemos en la existencia de la justicia divina, que Dios los castigue a ambos por sus pecados.
BAJO LA MIRADA DE UN ÁNGEL SOMBRÍO tiene a uno de los protagonistas más desconcertantes de todos los que aparecen en los nueve cuentos. Lee Mandeville muestra una sorprendente mezcla de entereza, frialdad, integridad, desinterés y pragmatismo.
Lee vuelva desde Chicago al pueblo donde nació a vender la casa de su familia. Ni siquiera piensa ver a su madre enferma e ingresada en una residencia de ancianos de la localidad. Siempre tuvo una difícil relación con ella. Tuvo que aguantar sus impertinencias y desplantes durante muchos años, hasta que decidió abandonar el pueblo y no volver más.
Según avanzan las páginas, esperas que algo trunque la visita de Lee y que un cuento en origen costumbrista adquiera los tintes imprevistos e inquietantes que Patricia Highsmith sabe darle.
Las personas que en el pueblo cuidan de los intereses de Lee le reciben con un apreciable nerviosismo. Poco durará el misterio. La madre de Lee lleva muerta cinco años y las personas que le ayudaron a mantener alquilada la casa familiar y a sufragar los gastos de la residencia de su madre le ocultaron la muerte para seguir cobrando el dinero que Lee les enviaba cada mes. A más de cien mil dólares calcula la cantidad que le han estafado estas personas. Sin embargo, Lee parece resignado y no toma ninguna medida legal para recuperar el dinero. Solo disfruta del agridulce sabor de la venganza cuando los estafadores van pagando con su vida los daños que le causaron.
Sin duda es el cuento menos violento de todos los que componen la colección y tampoco parece que ganase en interés al ser trasladada la historia a imágenes.
---------------------------------
A Patricia Highsmith le gustaban los gatos
---------------------------------
LO QUE TRAJO EL GATO es uno de los cuentos que menos me ha gustado de la colección. Posee varios ganchos para atrapar de inicio al lector: un gato que interrumpe una reunión de amigos llevando a su casa un trozo seccionado de una mano, con dos dedos todavía reconocibles.
- ¿No se los ha intentado comer el gato, ahora que los pasea desde el exterior al interior de la casa?
En contra de lo que haríamos la mayoría de los mortales, entregarlos a la policía, Michael y el coronel Phelps retasan el aviso a la policía e inician una serie de investigaciones para conocer la identidad del dueño de ese trozo de mano.
En la oficina de correos encuentran una pista que puede ayudarles a resolver el misterio: todo apunta a que un temporero que trabaja para un empresario, dueño de la gasolinera, ha desaparecido recientemente tras hacerlo también su esposa poco antes. Sus iniciales coinciden con las que aparecen en un anillo, que estaba colocado en uno de los dedos.
Con esa pista, que parece bastante coherente, tampoco acuden a la policía. Michael va a visitar al dueño de la gasolinera y este, sin sentirse demasiado agobiado por las preguntas de Michael, confiesa ser el autor del asesinato y explica pormenorizadamente los detalles que llevaron a matar a Bill Rivers y a seccionar un pedazo de su mano. Que el gato apareciese en la casa de Michael con los dedos en la boca fue, más bien, fruto de la casualidad.
El cuento finaliza con menos misterio del que prometía al principio y con un dilema moral que tienen que resolver los que conocen los detalles escabrosos de la muerte de Bill Rivers.
- ¿Guardarán silencio sobre la confesión de Tom Dickerson (y asumirán que Bill Rivers tenía su muerte bien merecida) o acudirán a la policía para ser testigos involuntarios de una venganza ejecutada de forma irregular y sin someterse al ordenamiento jurídico?
Yo pienso que, como es una historia de ficción, el malvado Bill Rivers se merecía todo lo que le pasó, incluso que se le comieran los dedos el gato.
Algunos relatos de Paticia Highsmith, entre ellos LO QUE TRAJO EN GATO, en LECTURALIA