Cuarta parte: el trágico final
Libro que estamos comentando
Estamos a punto de conocer el desenlace de esta novela, centrada en la vida de Joe Coughlin durante una época especialmente turbulenta de la historia norteameicana, el fin del período dorado de la mafia, que coincide con los años de la II Guerra Mundial.
En el capítulo 23 de esta novela, cuando se relata lo acontecido justo después del tiroteo de la pastelería de Tampa, el autor hace un brevísimo resumen de la situación de la Mafia, de sus jefes y de como se reparten entre ellos el poder y el territorio.
También se hace referencia a cómo Charlie "Lucky" Luciano ingresó en la carcel y, ya en otros capítulos, cómo fue la colaboración de la Mafia con el ejército y la administración americas por el control de la seguridad de los puertos del país.
Ahora es cuando el título tan crepuscular de la novela toma sentido. El mundo que está a punto de desaparecer es el que provoca un mortal tiroteo en una gran ciudad americana, con varias víctimas civiles y de otros miembros de las distintas bandas criminales. Estos hechos son los que la Adminstración judicial y los responsables políticos no pueden consentir que se produzcan por más tiempo, a riesgo de que el poder civil, dedicado en esos momentos mayormente a sostener el esfuerzo de guerra, pierda su influencia y su dominio sobre las estructuras económicas del país.
El tiroteo al menos sirve para confirmar las sospechas que Monmooth Six había adelantado y que Joe no había podido, o no había querido, prever. Es decir, que el ansia de poder y de dinero es el origen y el fin de las organizaciones delictivas y que cualquier signo de debilidad es entendido como la ocasión perfecta para usurpar, aunque sea por la fuerza, la posición que detenta el jefe. Rico DiGiacomo, uno de los que Joe considera "amigos", es el responsable del intento de matar a Dion Bartolo y de ocupar su puesto. Es también el que urdió la confabulación del supuesto asesinato de Joe en el Miércoles de Ceniza y del que sospechamos que posee la capacidad intelectual para preparar el plan que mantuviese a Joe alejado del momento en el que su hermano y sus sicarios atentasen contra la vida de Dion.
La irrupción de Joe en la escena del tiroteo la explica él muy bien cuando acude al barco donde la Comisión tiene que juzgar los actos y las consecuencias de cada uno de los implicados. Joe explica que su intervención, frustrando la acción preparada por Rico, estuvo motivada porque vió a alguien apuntar a su hijo y a otros disparar contra su jefe. ¿Qúe otra cosa tendría que haber hecho?
En ese tipo de reuniones, como la del barco en el puerto de La Habana, uno sabe cómo entra pero no cómo va a salir, ni siqueira si va a salir vivo. Es por eso que a partir de ese momento se van aclarando las dos grandes intrigas que mueven la acción de la novela. La primera, la incógnita sobre el posible asesinato de Joe el Miércoles de Ceniza, ya sabemos que fue preparada por su "amigo" Rico con la oscura intención de alejarlo del lugar donde se iba a perpetar el asesinato de Dion Bartolo. La segunda, el descubrimiento de la persona de la Organización que pasa información a la policía, se resuelve en los últimos capítulos y es utilizada magistralmente por Lehane para emborronar la fama de respeto y fidelidad ente los propios miembros de la Mafia que los gangsters se han creado en la cultura popular.
En Cuba, donde los protagonistas, Joe, Dion, Tomas y Vanessa, huyen del incierto futuro que le espera en Florida, el largo brazo de sus antiguos compañeros les depara un destino fatídico y resuelto, cómo no, de forma violenta.