Caperucita en Manhattan Cap.4 al cap.6

Libro que estamos comentando

Hola a todas y a todos las/los que compartimos la lectura, por segunda semana consecutiva, de Caperucita en Manhattan.

Todo el mundo conoce la historia de Caperucita roja, ya sea su versión inicial de Perrault o la posterior de los hermanos Grimm. La inocencia, el miedo o la precaución son conceptos que rememoran este clásico de la literatura infantil. Esta revisión, firmada por Carmen Martín Gaite (Salamanca, 1925), actualiza el texto tradicional situándolo en la metrópolis más famosa del mundo.

El relato, en la estela del cuento tradicional, se adscribe a la narrativa clásica: escrito en tercera persona, narrador omnisciente que no es sin embargo imparcial, sino que se sitúa generalmente en el punto de vista de la niña, transmitiéndonos así sus aversiones y fascinaciones respecto a las personas y situaciones en las que se ve envuelta. La estructura se organiza en dos partes la primera (Sueños de libertad), compuesta de cinco capítulos, presenta a la niña en su ambiente familiar llegando hasta el momento en que sus padres han de irse permitiendo que viva su aventura. La segunda parte (La aventura) se compone de ocho capítulos.

Esta semana leeremos los capítulos 4 y 5 que cierran la primera parte, y el capítulo 6 que nos introduce en la segunda parte

Capítulo 4: Evocación de Gloria Star. El primer dinero de Sara Allen

Frente a la casa de la abuela había un parque bastante peligroso y deshabitado porque hacía unos años se habían cometido unos crímenes en él. A Rebeca le encantaba pasear por ese parque por las tardes, cosa que a Vivian le daba un miedo espantoso y le preocupaba bastante.

Uno de los sábados que Sara y su madre fueron a visitar a su abuela en Manhattan, llegaron a su casa, pero dentro del domicilio no había nadie. Vivian salió de casa asustada a buscar a su madre y dejó a Sara sola en el piso. Esta comenzó a curiosear entre el desorden de su abuela y descubrió un montón de cartas.

En el instante en que Sara fue a coger las cartas que estaban tiradas por el suelo sonó el teléfono. Era Rebeca que le contaba a su nieta que había salido a dar un paseo por el parque y después se había pasado por el bingo y había ganado una gran cantidad de dinero. Cuando la abuela llegó a casa le dio la mitad del dinero a Sara, se comieron la tarta de fresa y hablaron de la Estatua de la Libertad, cosa que fascinó y obsesionó a Sara.

Capítulo 5: Fiestas de cumpleaños en el chino. La muerte del tio Josef

El día del décimo cumpleaños de Sara, toda la familia, junto con los Taylor deciden salir a cenar a un restaurante chino que hay en su ciudad y como no, su madre le prepara una tarta de fresa de postres. Cuando llegaron de nuevo a casa sonó el teléfono y le comunicaron la mala noticia a Samuel de que su hermano acababa de fallecer en un accidente de tráfico en Chicago.

Rápidamente, Samuel compra dos billetes de avión, para él y su esposa, que esa misma tarde vuelan hasta Chicago dejando a Sara con los Taylor.

Capítulo 6: Presentación de miss Lunatic. Visita al comisario O`Connor

Ante la situación que estaba viviendo Sara, decidió que no quería estar pasando esos días con los Taylor, sino que quería ir a ver a su abuela, así que se escapó de casa. Cogió el metro, pero al poco rato ya se había perdido y comenzó a llorar desconsoladamente.

Fue en ese momento cuando apareció Miss Lunatic, una mujer que vagaba por las calles y que leía el porvenir en la palma de la mano de las personas. Era una mujer muy respetada por los demás ciudadanos porque vivía y dejaba vivir.

Repasemos los principales personajes que aparecen en nuestra lectura compartida:

• SARA: la caperucita contemporánea es una niña inquieta y atrevida, deseosa de vivir que sin embargo sabe ser obediente y considerada con su madre aunque sea crítica con ella. Sus ideales son siempre las ansias de libertad y la necesidad de vivir la fantasía. Es una niña en pleno proceso de aprendizaje.

 • VIVIAN ALLEN: es la madre de Sara. Es el estereotipo de mujer tradicional: trabajadora, sumisa cuyo único ideal es el bienestar de su familia. Ante todo, es una mujer inhibida, con poca imaginación, llena de miedo y atenta a los convencionalismos. Su mayor tesoro es la receta de la tarta, que espera legar a su hija junto con todo su mundo de valores tradicionales.

•  REBECCA LITTLE: es la abuela y un modelo de mujer totalmente contrapuesto a su hija. Brillante, conversadora, independiente, libre, liberadora de tópicos y normas sociales que encorsetan. Se niega a envejecer y pretende seguir siendo eternamente atractiva y cautivadora de hombres, vive un poco anclada en su pasado, pero sin renunciar a la conexión con el mundo. Anima a Sara a disfrutar del tiempo presente, a vivir día a día sin obsesionarse por las cosas. La empuja a la libertad, a ser ella misma, a la libertad y hacia el mundo de la imaginación. Todo ello hace que la niña y la abuela se sientan muy unidas. 

• MISS LUNATIC: es también un personaje positivo que parece completar a la figura de la abuela. Marca definitivamente las diferencias con el cuento tradicional ya que es un personaje nuevo y misterioso que se presenta bajo la figura de una vagabunda bastante estrafalaria que se encuentra Sara en sus correrías por Nueva York. Es un personaje mágico que se transforma de vieja a joven al mezclar su sangre con la de Sara.  Podríamos identificarla con un hada, con Madame Bartholdi, la madre del escultor de la estatua de la Libertad y en la que éste se inspiró para hacer la cara de la figura (Miss Lunatic tiene acento francés), o quizás con la propia estatua de la Libertad. Además de la valoración de la libertad, este personaje subraya a Sara la importancia de la fantasía, de lo maravilloso, la necesidad de abrirse a ello: “Nada podrá descubrir quien pretenda negar o inexplicable. La realidad es un pozo de enigmas” sentencia la misteriosa señora. 

• MISTER WOOLF: Es un lobo distinto al del cuento tradicional. Aquel era astuto, cruel, enérgico y seductor. Aquí M. Woolf es un hombre mayor, triste y obsesionado con su próspero imperio de pastelería. No busca a Caperucita en sí, sino su tarta.  

Unas notas referentes al espacio en el que se desarrolla nuestro relato:  Si el espacio de la Caperucita clásica era el bosque, ese bosque tenebroso por su naturaleza (oscuridad, frondosidad, animales…) pero también por su carácter simbólico, como imagen de los miedos, las tentaciones, riesgos y peligros que han de atravesarse para llegar al mundo de los adultos, el bosque de nuestra Caperucita-Sara será la ciudad de Nueva York, la gran urbe más representativa del mundo moderno. Los senderos intrincados de este bosque contemporáneo serán las calles que van desde Brooklyn hasta la casa de la abuela en Manhattan y los frondosos parques de la cuidad, territorios que la madre recorre los sábados con su hija fuertemente agarrada de la mano para protegerla. Ante este bosque urbano que asusta a la madre, la hija siente curiosidad, deseos de conocimiento, ansias de que la monotonía se rompa, por tanto, la actitud con que la moderna caperucita se enfrenta al “bosque” desconocido en esta fábula de Martín Gaite es muy diferente al miedo y la inquietud de la caperucita clásica

A modo de curiosidad:

Sara Allen es una amante de la libertad y también una niña creativa e inquieta. Una de sus ocupaciones es crear farfanías, que son palabras que nadie sabe lo que significan. He aquí el fragmento del libro donde se habla de las farfanías:

"Las primeras palabras que escribió Sara en aquel cuaderno de tapas duras que le había dado su padre fueron río, luna y libertad, además de otras más raras que le salían por casualidad, a modo trabalenguas, mezclando vocales y consonantes a la buena de Dios. Estas palabras que nacían sin quererlo ella misma, como flores silvestres que no hay que regar eran las que más le gustaban, las que le daban más felicidad, porque sólo las entendía ella. Las repetía muchas veces, entre dientes para ver como sonaban y las llamaba "farfanías". Casi siempre le hacían reír.

 -Pero ¿de qué te ríes? ¿Por qué mueves los labios? -le preguntaba su madre, mirándola con inquietud.

 -Por nada. Hablo bajito.

 -¿Pero con quién?

 -Conmigo; es un juego. Invento farfanías y las digo y me río, porque suenan muy gracioso.

 -¿Qué inventas qué?

 -Farfanías

 -¿Y eso qué quiere decir?

 -Nada. Casi nunca quiere decir nada. Pero algunas veces sí.

 -Dios mío, esta niña está loca."

Las farfanías son un indicio del deseo de libertad de Sara, ya que la niña quiere inventar un lenguaje personal, propio, que solo ella entiende. “Miranfú” es su palabra mágica, su abracadabra, su eureka, su supercalifragilísticoespiralidoso, su ankawa, su hocus-pocus, su abretesésamo, su shazam…

 

Espero vuestros comentarios

Feliz semana de lecturas

Saludos

Alejandro