Un monstruo viene a verme: Cap. 7 al cap. 12.
La historia de Conor ya desde el principio es una historia de sufrimiento.
No sólo sufre unas terribles pesadillas que no sabe interpretar, sino que se ve obligado a madurar a marchas forzadas.
Conor es todo un ejemplo de superación y a la vez de sufrimiento en vida. A esa edad tener que lidiar con la enfermedad de su madre, con un padre que vive con una "nueva familia" y el tener que hacerse cargo de la casa, es mucho peso para él.
Si a eso le sumamos los problemas que tiene en el colegio debido a la traición de su amiga Lily que contó lo de la enfermedad de su madre y que hace todos los profesores y compañeros le tengan lastima, y las excepciones se sobrepasen con él, Conor vive en un calvario.
El monstruo se presenta cada noche a la misma hora para saber la verdad, ¿pero qué verdad?
Esta semana leeremos desde el capítulo 7 hasta el 12.
capítulo 7: “Las historias SON CRIATURAS salvajes”
Esa noche, Conor tiene que dormir en el sofá mientras la abuela ocupa su habitación. Se queda dormido y tiene la pesadilla "Con el viento rugiendo y el suelo temblando y las manos agarrándose fuerte pero, aun así, de alguna manera, escabulléndose". Se despierta a las 12:07 a. m. y encuentra al monstruo esperándolo afuera, en el patio trasero. El monstruo ha venido a contarle a Conor la primera historia, aunque Conor tiene demasiadas cosas en la cabeza como para querer escuchar. El monstruo se sorprende de que "Nada [de lo que hace] parezca asustarle", pero también se da cuenta de que Conor tiene "cosas peores de las que temer". El monstruo le recuerda a Conor que fue él quien lo llamó, aunque Conor no recuerda haberlo hecho. Conor está decepcionado de que el monstruo del tejo solo quiera contarle historias en lugar de ayudarlo, pero el monstruo responde que "Las historias son criaturas salvajes" y que sus historias enseñan valiosas lecciones. Quiere contarle a Conor la historia del fin de una reina malvada y cómo se aseguró de que nunca más la vieran. Recordando su pelea con la abuela, Conor acepta escuchar la historia.
capítulo 8: “La primera historia”
El monstruo le cuenta a Conor sobre un antiguo reino gobernado por un rey y una reina que tenían cuatro hijos. Todos los hijos del rey murieron defendiendo el reino del caos y los invasores, y la reina murió de pena, "dejando al rey solo un heredero: su nieto pequeño". El rey se volvió a casar con una mujer más joven, y justo antes de que el nieto tuviera la edad suficiente para ascender al trono, el rey murió. Corrieron rumores de que su nueva esposa lo envenenó y que "había conjurado magias funerarias para parecer mucho más joven de lo que realmente era". Se convirtió en la reina regente hasta que el nieto alcanzó la mayoría de edad y pudo tomar el poder. El joven príncipe se enamoró y quiso casarse con la hija de un granjero, pero cuando su abuelastra intentó convencerlo de que se casara con ella para poder seguir siendo reina, el príncipe huyó con su futura esposa. Durmieron a la sombra del tejo, y a la mañana siguiente, el príncipe encontró a su amada apuñalada hasta la muerte y con las manos cubiertas de sangre. El príncipe culpó a la malvada reina, y una turba se reunió para matarla. El monstruo cobró vida, diciendo que «reconoce la injusticia cuando la ve». A Conor le complace la idea de que la malvada reina sea castigada, pero el monstruo le dice que «la historia [...] aún no ha terminado».
capítulo 9: “El resto de la primera historia”
El monstruo explica que vino caminando para rescatar a la reina de la multitud enfurecida, y "la tomó y la llevó lo suficientemente lejos para que los aldeanos nunca la encontraran". Conor está indignado ante la idea de que el monstruo ayudaría a un asesino a escapar de su castigo, pero el monstruo señala que "nunca dijo que mató a la hija del granjero", solo que el príncipe la acusó. El monstruo le muestra a Conor la escena y revela que el príncipe cometió el asesinato. El príncipe necesitaba una excusa para poner a la gente del reino en contra de la reina para que lo ayudaran a derrocarla. Conor está furioso y lo llama "una historia terrible. Y una trampa". El monstruo explica que a veces la vida es así: "Muchas cosas que son ciertas se sienten como una trampa". Conor quiere saber cómo se supone que esta historia lo salvará de su abuela, a lo que el monstruo responde "No es ella de quien [Conor] necesita ser salvado". Conor se despierta en su cama, y cuando intenta levantarse de ella, se golpea el dedo del pie con un retoño de árbol que crece en el suelo de madera.
capítulo 10: “Un acuerdo”
Al día siguiente, de camino a la escuela, Lily se encuentra con Conor y le dice que lo perdona por haberla metido en problemas. Conor intenta ignorarla, pero Lily comenta que "su madre dijo que teníamos que ser indulgentes contigo [...] por lo que estás pasando". Conor está abrumado y se aleja de ella rápidamente. Recuerda cómo "Lily les había contado a algunos de sus amigos sobre la madre de Conor", y cómo se corrió la voz por la escuela hasta que todos lo trataban de manera diferente. Ese día, Harry y sus amigos continúan acosando a Conor, aunque Harry no deja que nadie más golpee a Conor, porque dice que "O'Malley y yo tenemos un entendimiento [...] soy el único que lo toca". La señorita Kwan interrumpe la pelea y luego le dice a Conor en privado que sabe que Harry lo está acosando. Ella le dice que le avise si necesita hablar de algo, lo que hace que Conor se sienta peor.
capítulo 11: “Una pequeña charla”
Después de la escuela, la abuela le dice a Conor que va a venir a quedarse con ella unos días. Su madre va a volver al hospital porque "Hay mucho dolor [...] Más del que debería haber"), y sus analgésicos habituales no están funcionando. El padre de Conor va a venir, y su madre quiere hablar con él. Conor encuentra a su madre en su habitación, y ella insiste en que va a estar bien. Nota que su madre está muy delgada y pálida, "casi como si [ella] fuera solo hueso y piel". Su madre admite que "este último tratamiento no está haciendo lo que se supone que debería" pero insiste en que los médicos la curarán enseguida. Conor parece dudoso y le pide a su madre que sea honesta con él. Ella no responde, pero señala el tejo desde la ventana y le pide a Conor que "lo vigile mientras [ella] no está"
capítulo 12: “La casa de la abuela”
Pasan cinco días en casa de la abuela y el monstruo no viene de visita. La abuela se va al hospital, donde ahora pasa la mayor parte del tiempo, y el padre de Conor va de camino a recogerlo para que puedan pasar un tiempo juntos. Conor piensa en cómo "la casa de su abuela estaba más limpia que la habitación de hospital de su madre" , y en cómo no se siente cómodo ni bienvenido en un lugar como este. Después de que la abuela se va al hospital, Conor deambula por la casa, tomando nota de todas las cosas que la hacen sentir como un museo, incluyendo "el preciado reloj de su abuela, que nadie más que ella podría tocar". Conor está aburrido e inquieto en casa, pero cuando llega su padre, «Conor sonríe más de lo que lo había hecho en al menos un año».
Análisis de los capítulos 7-12
El primer relato recurre a imágenes que Conor describe como «de cuento de hadas», pero el monstruo insiste en que los hechos sucedieron de verdad, e incluso se identifica como personaje de la historia. A Conor le molesta que la historia no siga la fórmula que esperaba: la malvada reina no era mala después de todo, el príncipe bueno resultó ser un asesino y la hija del granjero fue una víctima inocente. Nadie tuvo lo que se merecía, y Conor lo encuentra injusto. Los cuentos del monstruo siempre encierran un significado más profundo, y el monstruo rompe la tradición de los cuentos infantiles basados en la virtud. Los cuentos de hadas moralistas suelen contener el mensaje de que a la gente buena le ocurren cosas buenas, y la gente mala siempre recibe lo que se merece. Conor cree que su madre, una buena persona, estará protegida de la muerte. Pero la muerte de la hija del granjero hace tambalear esta creencia y le asusta. Del mismo modo, Conor ve a su abuela como una especie de «bruja» que ha venido a perturbar su vida y a imponerle sus propios puntos de vista. El primer cuento del monstruo sirve para recordarle que la «reina malvada» podría no serlo en absoluto. La conversación entre la abuela y Conor en la cocina corrobora esta idea: Puede que la abuela sea brusca, pero ya está planeando una vida para Conor, y se asegura de decirle que le quiere y que tiene un hogar para él. Conor ha olvidado que esta enfermedad no sólo les afecta a él y a su madre, sino a todos los que la quieren, incluida la abuela.
En el colegio, Ness revela los detalles de lo ocurrido con Lily. Conor solía considerar a Lily como una de sus mejores amigas, pero una vez que ella se excedió y compartió los detalles de lo que estaba ocurriendo con su madre, Conor perdió toda confianza en Lily debido a los efectos de sus acciones. La indiscreción de Lily hizo que todo el colegio se enterara de la enfermedad de su madre, y Conor sigue sintiendo sus efectos un año después. Conor reacciona con fuerza ante la idea de que es «diferente» de sus compañeros: le invade la rabia cuando Lily insinúa que tiene que «permitir» que se porte mal. Vuelve a sentir rabia cuando la señorita Kwan llama la atención sobre su situación en el patio del colegio. La segunda etapa del típico ciclo del duelo es la ira, y en este grupo de capítulos, el lector empieza a ver la ira emergente de Conor cuando empieza a aceptar que la enfermedad de su madre es terminal. Este enfado está relacionado con el miedo y la incertidumbre sobre el futuro de su madre y también con la forma en que está siendo «marginado» en el colegio.
En cambio, las discusiones de Conor con Harry no denotan enfado. Conor no parece molesto por el acoso constante de Harry, pero, como éste afirma, los dos chicos parecen tener una especie de «entendimiento». Harry se queda perplejo ante el comportamiento de Conor, que acabará desembocando en la dramática narración del tercer cuento. Al final de la historia, cuando se revela la verdad de la pesadilla de Conor, Ness sugiere que la culpa de Conor por desear la muerte de su madre (y, por tanto, el fin de su dolor) le hizo creer que merecía algún tipo de castigo. El acoso de Harry, contradictoriamente, alivia la errónea creencia de Conor de que es malo por desear el fin de su calvario y el de su madre. El monstruo, como manifestación física del dolor de Conor, le ayuda a enfrentarse a esta creencia y a corregirla.
Feliz semana de lecturas
Saludos
Alejandro López