Un monstruo viene a verme: Cap. 19 al cap. 26.
Cuando pasan siete minutos de la medianoche, Conor, de trece años, se despierta y encuentra un monstruo en la ventana de su habitación. Pero no es el monstruo que Conor esperaba, sino el de su pesadilla, la pesadilla que ha tenido casi todas las noches desde que su madre empezó el tratamiento. El monstruo de su patio es diferente. Es antiguo. Y salvaje. Y quiere algo de Conor. Algo terrible y peligroso. Quiere la verdad.
A partir de la idea final de la galardonada autora Siobhan Dowd -cuya prematura muerte por cáncer le impidió escribirla ella misma- Patrick Ness ha hilado una novela inquietante y oscuramente divertida de travesuras, pérdidas y monstruos tanto reales como imaginarios.
Temas para reflexionar
• La importancia de comprender y asumir nuestras propias vivencias por más que éstas nos atormenten
• El valor de la aceptación, la superación, la fortaleza y la resiliencia.
• El significado de la pérdida y el duelo.
• Los sentimientos, pensamientos y reac ciones físicas asociadas a los procesos de duelo.
• La culpa en los procesos de duelo.
• Las etapas o fases identificadas en un proceso de duelo o pérdida.
• La cimentación de las relaciones familiares para satisfacer no solo necesidades físicas (alimentación, descanso, etc.) sino otras de convivencia y adaptación social, afectivas y de comunicación, entre otras.
• El autocontrol de las emociones y miedos.
• El sufrimiento y el dolor como instrumento para forjar una personalidad sólida y positiva.
• La capacidad de identificar, conocer y gestionar nuestros miedos.
• La canalización de emociones y sentimientos de una manera positiva.
• El valor de la familia y su apoyo incondicional.
• La complejidad que conforma la lucha y superación de las adversidades.
• El compromiso permanente con la construcción del propio proyecto vital.
• La orientación hacia la evolución, la superación y el cambio como paso obligado desde la infancia hacia la madurez.
• La frustración aceptada y la que nunca se acepta.
• La reflexión sobre la muerte, el más allá, el destino.
• La superación del miedo a las condiciones adversas de la vida.
• La definición de valores, ideales y metas para elaborar el sentido de la propia vida.
• El proceso de convivir con el cáncer sin idealizar la enfermedad ni glorificar a sus víctimas.
• Valores familiares: apoyo, unidad, sinceridad, comunicación.
• La importancia del ahora, del presente.
• El miedo a lo desconocido y cómo enfrentarse a él.
• Poner en cuestión y reflexionar sobre la validez del castigo y la culpa.
Esta semana leeremos y compartiremos los siguientes capítulos:
Capítulo 19: “Los Tejos”: Conor va a visitar a su madre al hospital y su madre le cuenta a Conor lo que ha estado sucediendo con sus tratamientos. Admite que su enfermedad no ha respondido a los tratamientos y que está progresando más rápido de lo que esperaba. Su madre parece agotada y desanimada, pero aun así sonríe y le dice a Conor que hay un tratamiento más que van a probar. Conor pregunta si esto significa que las cosas van demasiado tarde, a lo que su madre responde rápidamente: "No es demasiado tarde. Nunca es demasiado tarde". Luego le dice a Conor que este tratamiento especial que van a probar está hecho de tejos: igual que el árbol detrás de su casa. Conor pregunta si el tratamiento de tejo realmente la va a salvar, y ella dice: "Eso espero [...] Creo que sí"
Capítulo 20: “¿Podría ser?”: Conor se sorprende de que el tejo sea justo lo que necesita para sanar a su madre y se pregunta si el monstruo ha venido a curarla. Su padre y a su abuela se pelean, y cuando Conor pregunta por qué, su padre le explica que tiene que volver a casa esta noche, porque su nueva esposa y su bebé lo necesitan allí. Su padre promete volver pronto, y él y Conor salen a dar un paseo. Su padre le dice a Conor que esta nueva medicina probablemente no ayudará a su madre. Le explica que la abuela está molesta porque "no cree que [su padre] o [su madre] hayan sido lo suficientemente honestos con [Conor] sobre lo que realmente está sucediendo". Conor se enfada y le dice a su padre que regrese a Estados Unidos, y que seguirá creyendo que su madre va a mejorar. Su padre le advierte que "las historias no siempre tienen finales felices" y reconoce que "es injusto y cruel, y no es como deberían ser las cosas". Promete regresar en dos semanas y Conor espera ansiosamente la llegada del monstruo a las 12:07 am.
Capítulo 21: “Ninguna historia”: Esa noche, Conor se encuentra con el monstruo y le pregunta si puede curar a su madre. El monstruo está de acuerdo en que los tejos son árboles curativos y dice que "Si la madre [de Conor] puede curarse [...] entonces el tejo lo hará". Conor está frustrado porque el monstruo no le da una respuesta clara y lo presiona para que confirme que, de hecho, curará a su madre. El monstruo dice que "[Conor] todavía no sabe por qué [el monstruo] ha venido caminando". Conor insiste en que no llamó al monstruo en absoluto, y que, si lo hizo, "obviamente fue para [su] madre" . El monstruo dice que Conor no está listo para el tercer cuento, pero que pronto llegará el momento. Luego, le recuerda a Conor que después del tercer cuento, Conor debe contar el cuarto cuento: la verdad sobre lo que sucede en la pesadilla de Conor. Conor se niega, diciendo que lo que sucede en la pesadilla no es su verdad. El monstruo promete volver pronto y desaparece.
Capítulo 22: “Ya no te veo”: A la mañana siguiente, la abuela lleva a Conor a la escuela. Conor pregunta si el nuevo tratamiento está ayudando a su madre, pero la abuela solo dice: "Es demasiado pronto para saberlo" . En la escuela, los maestros y otros estudiantes continúan comportándose como si Conor fuera invisible, y él continúa aislándose de todos los que lo rodean. Harry, Anton y Sully encuentran a Conor en la cafetería y comienzan a acosarlo. Sin embargo, Harry decide que "el golpe más duro de todos" que puede darle a Conor es dejar de acosarlo por completo. Conor observa cómo Harry, Anton y Sully se alejan de él y fingen que ya no pueden verlo. El reloj de la cafetería de la escuela marca las 12:07 p. m. y, detrás de él, Conor escucha al monstruo que le dice que "es hora del tercer cuento".
Capítulo 23: “La tercera historia”: El monstruo le habla al oído a Conor y le cuenta la historia de un hombre invisible "que se había cansado de ser invisible". Conor sigue a Harry por la cafetería mientras el monstruo continúa hablando, contándole a Conor cómo el hombre invisible decidió hacer que la gente lo viera. Al principio, Harry finge no ver a Conor, pero cuando Conor lo ataca con la ayuda del monstruo, Harry se ve obligado a prestarle atención. El comportamiento de Conor hace que "las bandejas traqueteen y la gente grite". Conor se enfrenta a Harry, quien le dice que nadie en la escuela lo ve. Conor nota que cuando mira alrededor del salón, los otros estudiantes "miran hacia otro lado, como si fuera demasiado vergonzoso o doloroso mirarlo directamente". Harry continúa provocando a Conor, hablando de cómo todos sienten lástima por Conor debido a su madre, y le pregunta a Conor "¿Qué secretos escondes que son tan terribles?" que Conor busca un castigo. Conor avanza hacia Harry y siente la voz del monstruo, “como si estuviera en su cabeza”, diciéndole que haga que Harry lo vea.
Capítulo 24: “El Castigo”: En la oficina de la directora, interrogan a Conor sobre lo que sucedió en la cafetería. Se cuenta que Conor mandó al hospital a Harry y que “los padres [de Harry] amenazan con demandar a la escuela y presentar cargos contra [Conor]”. La señorita Kwan sale en defensa de Conor, explicando que Harry lo estaba acosando. La directora se sorprende de que Conor pudiera haber causado tanto daño por su cuenta. Conor recuerda la pelea y está convencido de que el monstruo fue quien atacó a Harry, pero “desapareció, dejando a Conor solo de pie junto a Harry, que temblaba y sangraba”. En los momentos posteriores, Conor vio hojas de tejo entrar por la ventana de la cafetería. La directora y la señorita Kwan confirman que “Todo un comedor vio a [Conor] golpear a Harry [...] Oyeron a [Conor] gritar sobre ser visto. Sobre no ser invisible nunca más”. La directora dice que deberían expulsar a Conor, y él siente un alivio inmediato al pensar en ser castigado, pero cambia de opinión y dice que estaría mal expulsarlo, dadas sus circunstancias. Conor regresa a clase, y al sentir las miradas de sus compañeros, sabe que ya no es invisible.
Capítulo 25: “Una nota”: Han pasado varios días después del incidente con Harry, y ni el padre ni la abuela de Conor mencionaron lo sucedido. La pesadilla comenzó a ser más frecuente, «y peor que antes». La madre de Conor pasó la mayor parte del tiempo tomando analgésicos o durmiendo, y Conor se sintió más solo que nunca. Un día, en clase de inglés, Lily le pasó a Conor una nota que simplemente decía: «Siento haberles contado a todos sobre tu mamá. Conor leyó la nota una y otra vez, pero antes de que pudiera responder, la secretaria de la escuela entró y preguntó por Conor.
Capítulo 26: “Cien años”: Sacan a Conor de la escuela y lo llevan al hospital para ver a su madre. Al entrar en la habitación, la ve sonriendo, pero con peor aspecto que nunca. Conor le pregunta a su madre por qué lo sacaron de la escuela. Su madre admite con lágrimas en los ojos que "el nuevo tratamiento no está funcionando" y que "las cosas han ido demasiado rápido". Conor está lleno de incredulidad, y su madre se disculpa por no haber sido más honesta con él sobre la realidad de su enfermedad. Dice que no pasa nada si Conor está enfadado, porque ella también lo está. Le dice que se enfade tanto como necesite: "Y si necesita romper cosas, pues por Dios, que las rompa". También le dice que ella lo ama y sabe lo que hay en su corazón. Ella se queda dormida y Conor le pide a su abuela que lo lleve de regreso a su antigua casa, “La del tejo”.
Análisis de los capítulos 19-26
El proceso de duelo de Conor comienza a fluctuar entre la ira, la negociación y la depresión en estos capítulos. Además de superar la rabia que lo impulsa a arremeter contra su padre y a atacar a Harry, Conor le ruega al tejo que salve a su madre, una negociación similar a rezarle a un ser superior en busca de ayuda. También muestra signos de depresión al aislarse constantemente de sus amigos y familiares. Conor se aísla de los demás y comienza a aislarse mentalmente en la escuela, sin completar sus tareas ni participar en clase, y pierde interés en todos los aspectos de la vida. El creciente deseo de ser castigado por alguien —su padre, Harry o las autoridades escolares— también indica la presencia de un episodio depresivo.
Ness presenta el tercer cuento del monstruo de una manera diferente a la primera o la segunda. El monstruo no usa el mismo formato de parábola para sugerir temas complejos, pero convierte a Conor en el protagonista. Desde que se supo en la escuela sobre la madre de Conor, este ha recibido un trato diferente porque sus compañeros y profesores se sienten incómodos con los temas de la muerte y la enfermedad. Esto lo lleva a sentirse invisible: los estudiantes lo evitan porque no saben cómo comportarse con él, y los profesores lo ignoran porque no quieren decir o hacer algo incorrecto. El único que no le da un respiro a Conor es Harry, y cuando Harry decide dejar de acosarlo e ignorarlo, se desencadena una reacción extrema en la cafetería. Una vez más, Ness usa a Harry para explorar la idea de que Conor busca un castigo, y el ejemplo más obvio de esto se da cuando Conor siente un alivio inmediato ante la idea de ser expulsado. Si lo castigan, sentirá que vuelve a la normalidad y que nadie lo tratará como si estuviera mal. La decisión del director de no expulsar a Conor es comprensible para el lector y devastadora para Conor, quien se siente más descontrolado que nunca. La táctica del monstruo de convertir a Conor en el protagonista de la tercera historia invita a Conor, y al lector, a considerar perspectivas alternativas, como en los dos primeros relatos. Aunque Conor aún no lo comprende, la tercera historia lo anima a reflexionar sobre lo que controla y lo que no, y a enfrentarse al monstruo metafórico del dolor que lleva dentro.
La conversación de Conor con su madre en el capítulo final revela la cruda realidad que ambos conocen, pero ninguno quería admitir: no hay nada que se pueda hacer por ella, y Conor va a perder a su madre. Ella deja a su hijo con unas últimas palabras de consuelo, sabiendo que podría no ser lo suficientemente fuerte más adelante para decirle todo lo que quiere decirle. Conor se siente traicionado, como si su madre le hubiera mentido al decirle que creía que iba a mejorar. Como Conor siempre ha cuidado de su madre y buscado protegerla, lucha con sentimientos de tristeza, ira y vergüenza, y decide intentar algo más que podría ayudarla: enfrentarse directamente al monstruo del tejo. Conor no está dispuesto a renunciar a su madre, incluso cuando ella le dice que está bien dejarla ir.
Feliz semana de lecturas
Saludos
Alejandro López