Rayuela: 73-1-2-116-3-84-4
Hola a todas y todos, comenzamos con una nueva lectura en el Club de Lectura Alonso Quijano, nada más y nada menos que con Rayuela, de Cortázar, el libro que elegisteis los lectores y lectoras de la plataforma; pero antes de meternos en harina, unas cuantas recomendaciones prácticas:
- En primer lugar una cuestión de ritmo. Esta semana os propongo la lectura de siete capítulos (unas 40 páginas en mi edición). Mi intención es leer más de 50 páginas por semana, pero en esta primera toma de contacto (y quizás también en la próxima) voy a ir algo más lento. Si tenéis algún comentario al respecto, decidlo en los comentarios.
- Los comentarios. Al igual que en los clubes de lectura presenciales estos clubes de lectura virtuales se nutren de vuestros comentarios. Sentíos libres para comentar lo que os apetezca: lo que os haya sugerido el texto, algún detalle, alguna reflexión, algo al hilo de lo leído, dudas, cuestiones sobre el estilo o la estructura, curiosidades, lo que os ha provocado, otras lecturas que os recuerde... en fin, lo que queráis. Los comentarios no están moderados, pero sólo podemos hacerlos (y leerlos) los participantes del club de lectura.
- Ah, una última cosa, os rogaría que incluyerais una imagen en vuestra cuenta (una foto de perfil), no hace falta que seáis vosotros, vosotras, pero es que si no todos los lectores salen con la misma imagen por defecto y resulta bastante feo (y confuso).
Dicho todo esto, vayamos al lío.
RAYUELA
Tal como indica el propio autor en el "Tablero de dirección" hay (al menos) tres posibles maneras de leer este libro: lineal, de la primera a la última página; lineal sólo con la parte "El lado de acá", que acaba en el capítulo 56; y a saltos, como una rayuela, yendo de un capítulo a otro siguiendo las indicaciones que da en dicho tablero de dirección. Esta propuesta última es la que os propongo para la lectura, así pues, en el título de cada entrada os iré indicando los capítulos que leeremos cada semana (aunque es bien fácil de seguir, pues al final de cada capítulo hay una llamada con el número del siguiente capítulo al que el autor argentino nos invita a saltar). Desde este punto de partida hay una invitación a romper con lo que, hasta ese momento, conocíamos como novela, pues ya no hay una única manera de leer el libro (y quién sabe si esta puerta de inicio no es en realidad una invitación a buscar nuestra propia opción de lectura de la novela).
Este romper los límites de la novela tiene otras consecuencias. Por ejemplo se puede apreciar en su estilo rico y juguetón, que a veces se enreda en términos o trata de describir las cosas de las que habla desde múltiples ángulos ¡y que incluso se inventa un lenguaje, el glíglico! Pero también se puede apreciar en que en la propia Rayuela hay reflexiones sobre literatura y sobre el mismo proceso de escritura de Rayuela. Y esto último significa que hay también múltiples voces narrativas. En este punto quiero invitaros a que estéis pendientes sobre todo a este detalle: cuando el narrador es un narrador omnisciente que narra en tercera persona, suele centrarse en la acción, en la trama, en la historia y la interacción de los personajes y protagonistas; cuando el narrador habla en primera persona puede ser la voz consciente de algunos de sus personajes (Oliverio, Morelli...) que hablan sobre lo vivido, lo sentido, lo pensado, lo recordado desde su propia mirada, su propia voz, por ejemplo.
Es decir, el narrador omnisciente se echa a un lado para que podamos escuchar las reflexiones de los personajes con respecto a cosas que piensan o que han vivido. Y, obviamente, esto suma para que el lector, la lectora, vaya articulando el paisaje de la novela.
Por último. Si habéis leído a Cortázar seguro que reconocéis algunos elementos que aparecen en otros de sus libros y cuentos. Por ejemplo el personaje de la Maga os recordará a un cronopio (que no busca, porque es) mientras que a su alrededor los racionalistas andan discutiendo, aprendiendo, buscando... y entre ellos el propio Oliverio. También hay elementos como el azar, el juego (y el jazz, esa música que juega), el absurdo... que atraviesan el libro ya sea en su estructura (a saltos), en su no linealidad (también a saltos en el tiempo), en su estilo (incontenible), en su trama (que es como un mosaico armado de pequeñas teselas)...
ESTA SEMANA
73 ¿Por qué entregarse a la Gran Costumbre? El capítulo que da inicio a Rayuela es una clara invitación a abrir la mirada, a prepararse para el viaje que supone la lectura de una novela que son muchas novelas y que, sobre todo, es la búsqueda de una nueva manera de escribir y leer. Porque quizás "inventamos nuestro incencio, ardemos de dentro afuera".
1-2 Obviamente los saltos de la estructura también son saltos temporales. El protagonista recuerda momentos vividos con la Maga y comienza el capítulo preguntándose si encontraría a la Maga (¿no os recuerda a ese cuento de Cortázar en el que dos personajes andan buscándose sin quedar, tratando de coincidir en un mismo metro en París, subiendo a trenes, cambiando en estaciones, combinando líneas distintas... para tratar de lograr que el azar los reúna? Pero estos dos capítulos en los que el protagonista nos habla desde la primera persona sobre todo empezamos a conocer a ese personaje fascinante que es la Maga (y a su hijo Rocamadour, que antes se llamó Carlos).
116 De nuevo reflexiones sobre literatura y escritura. Notas de Morelli tan hermosas como: "¿Cómo contar sin cocina, sin maquillaje, sin guiñadas de ojo al lector? Tal vez renunciando al supuesto de que una narración es una obra de arte. Sentirla como sentiríamos el yeso que vertemos sobre un rostro para hacerle una mascarilla. Pero el rostro debería ser el nuestro."
3 Aparece por primera vez el narrador omnisciente (en tercera persona) que nos habla de Horacio Oliveira, a quien ya hemos escuchado en los capítulos anteriores (en primera persona). En este capítulo podemos ver a Horacio y a la Maga juntos, escucharles conversar, y acaso entender qué es un cronopio (justo lo opuesto a Sto. Tomás).
84 Reflexiones sobre escritura y ficción, sobre la mirada de uno mismo desde otros puntos de vista y los límites que tenemos en esa búsqueda de aprehender, de apropiarnos del mundo para contarlo. Y, fijaos, hay un cambio formal en la escritura (de pronto hay frases sin puntos, ni mayúsculas).
4 Terminamos esta semana en el capítulo cuatro, en el que aparece por primera vez la palabra Rayuela y en el que, de alguna manera, se nos va presentando a los personajes más relevantes de la novela.
Feliz semana de lecturas.
Os leo en los comentarios
Pep Bruno