4- Prenda de abrigo de Francisca Aguirre

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4- Prenda de abrigo de Francisca Aguirre

AVISO A NAVEGANTES: (que va a ser una constante en mis entradas semanales).

Si yo estuviera en vuestro lado, creo que leería esta entrada tras la lectura de los versos, porque a mí personalmente no me gusta que me destripen la lectura y aunque yo intentaré no hacerlo, en la explicación que os doy de algunos poemas anticipo algunas cosas, en vuestras manos queda leer antes o después.

Esta semana del lunes 26 de febrero, leeremos el último apartado «...y este sol de la infancia» que va de la página 111 a la 135.

Terminamos la lectura con el apartado «...y este sol de la infancia» un mirar atrás con nostalgia y sin rencor pese a todo.

Descubrimos la infancia de Francisca y lo que la guerra y la barbarie posterior supuso en su vida.

También nos habla del valor de la lectura como válvula de escape.

Si amas la lectura, si alguna vez sentiste que desparecer entre las páginas de un libro te rescataba del dolor, creo que te habrá impresionado tanto como a mí El último mohicano y ese homenaje a la memoria de su madre que logró salvarlas a ella y a su hermana de la desdicha que no es lo mismo que la tristeza.

Pero Francisca no nos da tregua y nos conmueve con el poema Los trescientos escalones ¡cómo se puede narrar tan bien en verso!

Y remata con el penúltimo de los poemas de este apartado

ADJUNTO EL ENLACE AUDIO DEL POEMA: (porque la poesía hay que escuchrala)

https://1drv.ms/u/s!ApcsOwN8cRoKgsFV2Wm5P5NJ6MEULQ

 Nada nos quedará, pero esa nada...

«Dejaremos atrás las telarañas,

los días brillantes y las noches tibias.

Dejaremos atrás los proyectos acosadores,

las tan ardientes frustraciones,

los actos y los días repetidos.

Dejaremos atrás los nombres que nos habitaron,

las furias que nos arrasaron,

las ansias que nos agruparon,

el miedo que nos desintegró.

Todo lo dejamos atrás

y nada olvidaremos nunca,

porque no somos asesinos.

Nada nos quedará, pero esa nada

tendrá la imprecisión de lo que avanza y vive,

su medida azarosa,

y será suficiente para llenar esa otra nada

que abarca el breve espacio de una vida.»

 

Poema que se publicó inicialmente en Los trescientos escalones

Para mí uno de los poemas más bellos que me he encontrado, y que yo más veces he recitado.

Y si os habéis quedado con ganas de más, acudid a su Ensayo General. Poesía reunida 1966-2017, Calambur Editorial, Madrid, 2018.

y, a pequeños sorbos, bebeos todo su mar.

Nos encontraremos el lunes 4 de marzo con nueva lectura.

¡Feliz semana!