La novela de Genji, XXXVI-XXXIX
Hola a todas y todos, continuamos con este viajazo por el Japón de hace mil años de la mano de una autora excepcional, Murasaki Shikibu. En esta semana he tenido que acortar algo la lectura porque el bloque de estos cuatro capítulos es bastante unitario y creo que merece la pena ser leído en conjunto. Iremos, por lo tanto, de la p. 165 a la p. 269 en mi edición.
ESTA SEMANA
La cosa quedaba algo predibujada en los capítulos anteriores, así que a nadie ha de extrañar que el capítulo XXXVI tenga como protagonista a un moribundo Kashiwagi. O, más bien, a la red de implicaciones que hay alrededor de la situación que protagoniza este personaje. Bueno, lo voy a decir: muere. Y todo lo que ello significa es muy interesante.
Tal vez hay un cambio sutil pero magnífico en la novela, una vez que Genji va quedando más al margen el protagonismo de otros personajes nos permite ver otras realidades. En concreto, en estos capítulos, resulta especialmente descarnada la situación de las mujeres. Si antes ya habíamos visto momentos duros (y espeluznantes), ahora podemos verlos, creo que con más hondura y detalle, desde la perspectiva de ellas. Atención a la situación en la que queda la princesa Ochiba, su viuda. Y también ojo con la situación en la que queda la Tercera Princesa, que, recordemos, está casada con Genji y tiene un hijo con Kashiwagi.
Para hacer patente esto que os cuento, aquí van algunas citas: "Lo cierto es que la pobre princesa moría de ganas de partir a otro lugar, lejos de la compañía de los hombres" (p. 211); "Estaba convencida de que había nacido para ser infeliz, y hubise dado cualquier cosa por desaparecer de la faz de la tierra." (p. 226); "los sinsabores que acompañan fatalmente la vida de las mujeres (...) Un mundo que sólo veía en ellas seres inútiles y carents de sentimientos, e incluso parecía reprochar a sus padres que se tomaran la molestia de educarlas... Como el príncipe mudo que aparece en tantas parábolas búdicas, la mujer debe sufrir y callar. No es una tarea fácil." (p. 251); "La más fuerte y voluntariosa de las mujeres resulta incapaz de organizar su vida, si no tiene a nadie que la apoye." (p. 253).
Por lo tanto os animo a que veáis la situación y la actitud de las tres protagonistas de estas páginas: Ochiba, la Tercera Princesa y Kumoi. Ved que esta última es una mujer de armas tomar, e incluso así, no tiene todas las de ganar. De hecho tiene fama de colérica y de trato difícil.
Por otro lado en estos capítulos volvemos a ver a los espíritus malvados en acción (esto siempre es fascinante). Aunque lo que más me ha mantenido enganchado es el enredo con la cartita. En seguida reconoceréis de qué estoy hablando, menudo lío tremendo y menudas consecuencias.
Disfrutad de la lectura.
Os leo en los comentarios.
Saludos cordiales,
Pep