4ª parte. Hasta el final-
En el capítulo 16 por fin se desvela el significado del título elegido para la novela, "La mano izquierda de la oscuridad".
"La luz es la mano izquierda de la oscuridad
y la oscuridad es la mano derecha de la luz.
Las dos son una, vida y muerte, juntas
como amantes en kémmer,
como manos unidas,
como el término y el camino."
Este poema viene a la mente de Estraven cuando él y Genly hablan por primera vez con total confianza sobre lo que les une y lo que les separa. Estraven recuerda que estas mismas palabras estaban escritas en la carta que su hermano Arek le envió antes de morir.
Durante el viaje por el Hielo de Gobrin, su relación se ha convertido en algo más íntimo. Se asemeja mucho a una auténtica amistad. Por eso, los dos pueden hablar de algo tan íntimo como el kémmer.
La luz y la oscuridad son una expresión del símbolo del ying y el yang, en el que un círculo tiene un lado negro y otro blanco, pero en cada lado hay un punto de su opuesto. Ese símbolo revela algo cierto sobre la relación entre Genly y Estraven. En la novela, por momentos, se asocia la luz al conocimiento. En este sentido, Genly sería la luz, porque es él quien tiene la misión de establecer la comunicación entre Gueden y el Ecumen, una alianza basada en compartir el conocimiento. Por su parte, Estraven sería la sombra, que es "la mano derecha de la luz"; sin él, la misión de Genly fracasa.
El cruce del glaciar de Gobrin es duro. Cada vez hay menos provisiones y Genly recuerda sentir tanta hambre que la sensación lo despierta durante la noche. Respirar el aire gélido es doloroso, como también lo es moverse empujando el trineo por el hielo o durmiendo en una tienda de campaña que apenas les protege de las gélidas temperaturas nocturnas.
Una noche, Estraven parece ofendido; está taciturno y distante. Al principio Genly piensa que hizo algo mal, pero luego percibe en Estraven stiempo blancou lado femenino. Cuando este le confiesa que ha entrado en estado de kémmer, entre ambos se percibe cierta tensión sexual que mutuamente deciden sofocar. Son conscientes de que algún tipo de relación sexual sería posible, pero su renuncia les acerca definitivamente a consolidar su relación de amistad. Luego de tanto esfuerzo por comprenderse mutuamente, han llegado a un punto en el que reconocen sus diferencias, y por eso hay amor mutuo. Si estuvieran juntos sexualmente, volverían a sentirse como dos extraños.
A estas alturas del viaje, Estraven y Genly han superado sus diferencias, porque la supervivencia de ambos depende de la cooperación de ambos. Cuando experimentan una tormenta que produce un “tiempo blanco”, los viajeros no pueden seguir su viaje por la ausencia de sombras. La total luminosidad, en lugar de ayudar, elimina todo contraste y se vuelve engañosa. La ausencia de sombras esconde las grietas y los pozos y pone en peligro la vida de Estraven y Genly. Este finalmente comprende el valor de Estraven. También, por ejemplo, ve cómo Estraven raciona la comida y aprecia que es muy efectivo en sus cálculos del viaje y un ama de casa en su deseo de cuidar de otro. Esa complementariedad les salva la vida y les hace cumplir con éxito su viaje a Karhide.
En cuanto a sus lealtades, Genly también experimenta un cambio importante. Cuando Genly le enseña el lenguaje de la mente a Estraven, Genly aclara que no es una forma de agradecimiento, porque le es imposible agradecer todo lo que ha hecho por él, pero sí es lo más valioso que tiene para darle. El Ekumen no permite que se enseñe este tipo de cosas mientras no haya una alianza que permita levantar el embargo sobre el conocimiento. Al romper esa ley, Genly demuestra que valora más la relación individual y personal con Estraven que su deber con su comunidad.
Si bien en un principio Genly piensa que está rompiendo una regla, cuando reflexiona sobre la naturaleza de su misión y el hecho de que los Ecumen lo envíen solo a realizar algo tan delicado, sospecha que la intención de los ecúmenos es que forme relaciones personales. De alguna manera, era la intención de Ekumen que Genly y Estraven trabaran esa amistad. Esto es así porque Ecumen no es una institución política, sino mística. Si algo quieren evitar los ecúmenos, es interferir o irrumpir en la evolución de cualquier otro mundo. No hay deseo de una revolución, sino de una evolución lenta y progresiva que puede surgir de cualquier entidad en el planeta.
En definitiva, el viaje por el territorio de Gueden refleja el viaje espiritual que realiza Genly. Convencido de que su misión era ir a proponer algo que transformaría la vida de los guedenianos, Genly es quien termina siendo transformado por ese mundo. Solo al final puede Genly apreciar genuinamente a Karhide, la generosidad de su gente, la integridad que su ambisexualidad les otorga, la sabiduría de su religión. Esa transformación, y la mirada renovada con la que termina su misión, no podía darse mediante informes y una observación casi científica de Karhide; solo podía darse a través del amor y la amistad entre dos seres completamente distintos.
El valor de la figura de Estraven se intensifica cuando anticipa con éxito los planes de lo que va a pasar cuando lleguen a Karhide. Cree que los orgotas seguramente dirán que Genly ha muerto y se sentirán humillados cuando salga a la luz que eso no es cierto. Argaven, a lo mejor, lo recibirá bien, precisamente por la rivalidad con Orgoreyn. Lo más importante es aprovechar ese periodo de buenas relaciones para comunicarse con la nave, para que llegue cuanto antes.
Después de pasar cincuenta y un días en el glaciar, finalmente ven la costa de Karhide cuando ya casi no queda comida. En el primer pueblo que encuentran, los habitantes les reciben con asombro y con generosidad. Están hambrientos y aturdidos. Cuando Genly y Estraven solicitan hospitalidad y cuentan que cruzaron el Hielo de Gobrin, las personas se asombran y no pueden creer que estén vivos. Los reciben con generosidad, a pesar de que son pescadores pobres. A Estraven le preocupa que haya consecuencias para ellos, porque él sigue siendo un exiliado en Karhide.
El viaje todavía no termina: deben contactar a la nave por medio de un transmisor de radio. Además, Estraven debe volver a cruzar la frontera y regresar a Orgoreyn. Genly se compromete a pedirle a Argaven que declare la inocencia de Estraven y lo deje volver.
Cuando llegan a Sassinod, un pueblo con un transmisor suficientemente poderoso, se quedan en la casa de Dessicher, un granjero conocido de Estraven. Los recibe con hospitalidad, pero está nervioso. Genly manda el mensaje a la nave, pero, como no lo hace a través del ansible, no sabe si el mensaje llegó o no. De todas maneras, “había aprendido a aceptar estas incertidumbres con serenidad” (p.306). Desgraciadamente Dessicher les traiciona, por lo que ambos deciden separase, Estraven debe volver a Orgoreyn y Genly tiene que ponerse en contacto con su nave que está a punto de llegar.
En la misma línea de la frontera se encuentra con un grupo de guardias patrullando, posiblemente advertidos por las autoridades de Karhide. La situación de Estraven es muy delicada: de ningún lado de la frontera las probabilidades son muy buenas. En Orgoreyn terminará en una granja de detención; en Karhide lo van a matar. Estraven está dispuesto a morir por la causa de su amigo. Se adelanta en sus esquíes y los guardias disparan contra él. Genly se apresura para ayudar a su amigo, que muere allí mismo en sus brazos. "Descubrí allí que uno puede llorar todo lo que quiera, y que eso no ayuda mucho", confiesa un apenado Genly.
Los guardias llevan a Genly a Sassinod, donde permanece detenido por colaborar con un traidor. Las noticias de la radio anuncian la llegada de Genly luego de escapar de una prisión orgota, pero nada se dice de Estraven. Además de ser considerado un traidor, su gesto similar a un suicidio es despreciado profundamente por la sociedad de Gueden. En ambos países, la situación de Genly ha desencadenado una crisis política: todos los comensales de Orgoreyn han sido reemplazados y Tibe se ha visto obligado a renunciar.
En Erhenrang, el rey Argaven recibe a Genly. Este está decidido a cumplir su misión y reponer el honor de su amigo, que murió por la causa. En Erhenrang se entera de que Faxe es ahora uno de los asesores del rey. Genly cree que lo hizo para contrarrestar el mal que Tibe podía llegar a hacer. El tejedor quiere saber cuándo va a llegar la nave que convocó Genly.
Genly se reúne con el rey, a quien ve decaído, pero no da muestras de sentir miedo. Argaven le agradece por sus servicios, a lo que Genly responde de inmediato: “no soy su sirviente”. Genly se apura en explicarle cómo seguirá la misión una vez que haya contacto entre Karhide y la tripulación de la nave. El rey parece distraído y se pregunta por qué Estraven lo traicionó al intentar que Orgoreyn se ponga en contacto con Ekumen antes que Karhide. Genly defiende a su amigo así: “Estraven amaba mucho su país, pero no era sirviente de usted o del país. Servía al amo que yo sirvo… la humanidad”. Mientras, Argaven está satisfecho porque Karhide fue el primero en contactarse con Ekumen, y porque los comensales de Orgoreyn han quedado en ridículo. "Pero Karhide primero. ¡Karhide primero!". Sin embargo, Genly relativiza aquello que Argaven interpreta como una victoria al aclararle que todos los países de Gueden serán parte de la alianza en poco tiempo.
Al día siguiente, la nave aterriza y Genly se da cuenta de cuánto se ha desacostumbrado a las personas como él. Los compañeros de Genly no pierden tiempo y empiezan a trabajar con todas las naciones del planeta Gueden. El capitán de la nave es Heo Hew, la primera mujer que Genly ha visto en más de tres años. Por su parte, Genly se va a Estre y se encuentra con el padre y el hijo de Estraven. Sorve, el hijo, quiere saber sobre el viaje por el Hielo, la muerte de su padre y todo lo que Genly sabe sobre los mundos que existen en otros planetas.