2ª parte. Hasta el capítulo 11.

Orgoreyn se convierte en el destino de los dos protagonistas por diferentes motivos, el de Estraven, porque se ve obligado a abandonar Karhide al caer en desgracia y ser acusado de traidor por su propio rey, y el de Genly Ai porque entiende que su estancia de más de dos años en el planeta Gueden no ha producido los resultados que había esperado.

Orgoreyn, con su capital Mishnori, es el país antagónico a Karhide. Se vigilan y se controlan con el interés por sentirse diferentes tanto en su forma de gobierno, uno en forma de monarquía y el otro con una aristocracia gobernante, como en su evolución como estados poderosos. Mantienen un conflicto fronterizo que en los últimos tiempos ha provocado enfrentamientos armados que van elevando la tensión entre los dos países.

6. UN CAMINO A ORGOREYN

El apoyo de Estraven a las propuestas de integración en el Ekumen que propone Genly Ai, además de la confrontación con la otra facción que finalmente se hace con el poder en Karhide y la evidente locura del rey Argayen XV, provocan que el rey firme un decreto de destierro por el que su primer ministro debe abandonar el reino y salir de Erhenrang en el plazo de tres días.

Se despide de Ash, su kemmerande, con el que ha tenido dos hijos y, a pesar de que su relación no había sido muy buena, se preocupa por dejar bienes que faciliten la vida de sus hijos cuando él haya salido del país.

Su viaje a Orgoreyn está lleno de penalidades y sufrimiento, aunque él no se queja de las dificultades para las que no estaba preparado.

7. LA CUESTIÓN DEL SEXO. 

El capítulo tiene la estructura de un informe sobre la cuestión sexual en el planeta Gueden. Se confirma, como ya se había adelantado en capítulos anteriores, que toda la colonia sirvió de experimento al proyecto de investigar sobre los efectos de la supresión de los apetitos sexuales sobre la organización de la sociedad. 

8. OTRO CAMINO A ORGOREYN.

Genly Ai relata en primera persona los viajes de pueblo en pueblo por el país de Karhide. Describe minuciosamente su organización social, sus formas de vida, la distribución de pueblos y caminos, los avances tecnológicos y el desprecio pora las formas autoritarias de los gobernantes. 

9. ESTRAVEN, EL TRAIDOR.

El capítulo, en su forma, es parte de un informe redactado por Genly Ai sobre un relato en forma de cuento de tiempos pasados. No es fácil saber cuánto de parábola se puede desprender de este relato y cuánto de hechos reales. 
De todo ello parece desprenderse que el relato cuenta el origen de Estraven como fruto del amor de sus dos progenitores, herederos de dos clanes enemigos e irreconciliables, que se ven impedidos a disfrutar de su amor como si de dos modernos Romeo y Julieta guedesianos se tratase.

10. CONVERSACIONES EN MISHNORI.

Mishnori parece ser la capital de Orgoreyn porque en esta ciudad es donde se reúnen los dos protagonistas de la novela. Es extraña la relación entre los dos protagonistas de la novela. Hay algo que les separa y que les impide disfrutar de confianza mutua o de amistad, y tampoco la histora de LeGuin aclara ese desencuentro. A pesar de ello, se ayudan en momentos puntuales, como cuando Genly entrega el dinero que el kemmer de Estraven le entregó poco antes de su salida de Karhide.

Ambos se ven envueltos en las intrigas que rodean a las facciones enfrentadas en el gobierno de Orgoreyn, los Treinta-y-tres.

Estraven avisa a Genly de que va a ser utilizado por uno de estos grupos, que se ande con cuidado, porque todos van a querer sacar ventajas ante sus opositores de Mishnori o del propio país de Karhide. Más que la propia presencia de Genly, es la amenaza de las naves que orbitan alrededor de Gueden lo que intranquiliza a los gobiernos del planeta.

En toda esta parte prevalece la belleza de la creación de los mundos guedesianos de Ursula K. LeGuin más que la recreación de sociedades feministas o antimachistas, como se apunta en las críticas de "La mano izquierda de la oscuridad". Más importante e inspirador me parece la constatación de la inutilidad de la guerra, los sutiles movimientos de las élites para alcanzar y conservar su prestigio social o, cómo no, la existencia de opciones hoy de actualidad como la fluidez de género o el sexo no binario.